¿Controlar el pasado?

Carlos F Valverde Bravo

Tengo la costumbre de releer a Orwell cada cierto tiempo, de manera que no me es difícil acudir a él cada vez que en el MAS intentan “escribir el pasado” para justificar el presente y, hasta cierto punto, asegurar su futuro; hoy el Gobierno trata de generar dudas acerca de la Memoria del Proceso de Facilitación de Diálogo 2019 – 2020 publicado por la Conferencia Episcopal Boliviana.



En el libro  1984 – El Gran Hermano, escrito entre 1947-48, publicado el año 1949, se lee; “Que de “elegante forma” y a mucha altura, se leían  “las tres consignas del Partido único:

La guerra es la paz; y eso fue lo que practicó el MAS cuando inventó conspiraciones, separatismo y otras “razones como esas” para diezmar a la oposición desde la violencia de sus armas en Porvenir y Hotel Las Américas, Caranavi y lo hecho en Chaparina; de alguna manera lograron acallar voces; las cárceles y el exilio, los juzgados y el sistema judicial fueron “la continuación de la guerra por otros medios” (sustituyendo a la política).

En “el Estado de Oceanía” se leía: LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD, y en Bolivia intentaron practicar aquello, dando a entender que libertad era la que entendía el gobierno como tal y aunque no dijeran LA IGNORANCIA ES LA FUERZA, se empeñaron en generar imaginarios, historias e inventar “historias” en los que había una raza y cultura sobre la que no se podía debatir… ¿la idea de todo esto?

En que, como está escrito en el libro: “Si todos los demás aceptaban la mentira que impuso el Partido, si todos los testimonios decían lo mismo, entonces la mentira pasaba a la Historia y se convertía en verdad”. «El que controla el pasado –decía el slogan del Partido–, controla también el futuro. El que controla el presente, controla el pasado»,  y tras de ello fueron «los de acá»… y, aun habiendo cambiado de personaje en la Presidencia, siguen con el mismo objetivo, tratando de convencer al país que no hubo fraude; que hubo golpe de Estado y no sucesión constitucional, y tras de ello van, pensando que en la repetición lograrán convencer de que lo que todo el país conoce que fue lo que pasó – porque la memoria aún es cercana y, los hechos se pueden constatar y comparar – en realidad no fue lo que pasó.

Se ha llegado al extremo de exigir que los parlamentarios de la oposición “salgan a demostrar el fraude”, como si ellos hubieran sido los que lo  descubrieron, y nunca se han atrevido a enfrentar a los especialistas en controles electorales de la OEA para derrotar su trabajo, es decir, que no hicieron fraude. Es un hecho, no se trata de debatir el tema en el Parlamento, sino allá, donde fueron capaces de mostrar uno a uno los elementos que configuraron el fraude que definieron con diversas palabras.

Y ahora van al relato del golpe y tergiversan el proceso de sucesión y los diálogos que se tuvieron para llegar al mismo en largas y concurridas reuniones, las que se generan ha pedido del gobierno que se fue; es decir, de parte de Evo Morales, como consta más abajo.

A ratos da la impresión de que en ese tiempo hubo sólo un par de reuniones y que desde todos lados se presionó para que el acorralado masismo de noviembre 2019 acepte lo que le impongan, cuando la verdad es que hubo muchas reuniones y que se trató y respetó a los representantes del partido del cuestionado gobierno con las consideraciones que correspondía nomás, porque de eso se trata una negociación.

Me voy a limitar a darle al lector los detalles de cada una de las reuniones y quiénes estaban en las mismas, haciendo un mínimo de puntualizaciones (quienes lean sabrán si les dan valor).

1.- El proceso de diálogo inició el 7 de noviembre de 2019 y concluyó el 5 de diciembre, quedando un acompañamiento que duró hasta el 20 de enero de 2020, aproximadamente (o sea, Evo Morales estaba en el gobierno y ya se “facilitaban salidas” a la crisis).

Entre los primeros contactos, la CEB tuvo comunicación el 7 de noviembre de 2019 con Manuel Canelas, entonces ministro de Comunicación, quien solicito´ a la Iglesia que colaborara en la pacificación del país, que se encontraba sumido en una creciente convulsión. (Canelas dice que Carlos Cordero fue el que lo buscó a él. El hecho es que hubo reuniones y que, como se verá, Evo Morales pidió que éste se lleve a cabo)

El 8 de noviembre, una comisión de la CEB, conformada por monseñor Toribio Cardenal Ticona, monseñor Edmundo Abastoflor y monseñor  Percy Galván, se reunió con Evo Morales, quien les pidió insistentemente que se publique un llamado a la paz. La CEB accedió a su pedido y publicó ese mismo día el comunicado “No más violencia en Bolivia”, en el que exhorto´ a todos los actores al dialogó.

La CEB acudió el 9 de noviembre a una reunión convocada por el embajador de Brasil, Octavio Enrique Cortez. Reunión en la cual las delegaciones diplomáticas, preocupadas por el clima incierto y la creciente violencia nacional, le consultaron a la Iglesia si podría ser la que convoque a un proceso de diálogo, precautelando la seguridad de quienes intervendrían, especialmente la de los agentes del Gobierno y de los sectores en protesta y, por supuesto, la de los facilitadores del diálogo.

Primera reunión: domingo 10 de noviembre,  terminando la tarde, en la  Universidad Católica; presentes: por la CEB monseñor  Aurelio Pesoa, Eugenio Scarpellini, monseñor Giovani Arana, P. José Fuentes Cano y Juan Carlos Núñez; cuerpo diplomático: embajador de Brasil, Octavio Henrique Cortes; embajador de la UE, León de la Torre; embajador de  España, Emilio Pérez de Ágreda, y el exembajador de España Carmelo Angulo. Por los comités cívicos Jerjes Justiniano, por Conade Waldo Albarracín y por Comunidad Ciudadana (CC) Ricardo Paz. Fue muy claro para todos los participantes que sin la presencia del Movimiento Al Socialismo (MAS) no era posible encontrar propuestas viables.

11 de noviembre, además de los facilitadores, por los partidos: MAS Adriana Salvatierra y Teresa Morales; por CC Carlos Mesa y Ricardo Paz; por Unidad Nacional  (UN) Samuel Doria Medina (invitado por Héctor Arce), Jorge Quiroga y Luis Vásquez; por los comités cívicos: Jerjes Justiniano, que  no llegó (se excusó), por el  Conade Rolando Villena

12 Noviembre: el expresidente Evo Morales llegó a México a primera hora de la mañana con fuerte resguardo de seguridad y brindo´ una conferencia de prensa inmediatamente. Por los partidos políticos: MAS, Adriana . Salvatierra, Susana Rivero y Teresa Morales; por CC Carlos Mesa, Ricardo Paz y Carlos Alarcón: por UN Samuel Doria Medina y R. Moscoso; por UD Oscar Ortiz. También Jorge  Quiroga y Luis Vásquez. Por los cívicos  Jerjes Justiniano por el  Conade Rolando Villena.

El país tuvo Presidenta.

Acuerdos que permitan la pacificación del país. Esta etapa fue la más larga y represento´ la continuidad del proceso de diálogo ya instalado. Esta vez, con más participantes entre los facilitadores, además de los religiosos. Por los partidos: MAS Adriana Salvatierra, Betty Yañíquez y P. Menacho; por Comunidad Ciudadana  Ricardo Paz; por UN Samuel Doria Medina y R. Moscoso; por UD Oscar Ortiz y S. Franco. También Luis Vásquez. por el nuevo Gobierno el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano.

16 de noviembre: Carlos Romero se contacta con el grupo de facilitación del diálogo. Expresa la necesidad de crear mesas de diálogo con los partidos políticos para consensuar una ley de convocatoria a elecciones, así como los vocales de un renovado Tribunal Electoral. En la ocasión, el exministro subraya que el expresidente Evo Morales era el actor político clave, porque de él dependía todo. Romero participó en toda la preparación de las mesas de diálogo para consensuar la ley.

El 18 de noviembre: fue evidente para los facilitadores de diálogo que existían dos posturas en el MAS: la de las exautoridades y la de aquellos que estaban en funciones. Participaron, por parte del MAS Javier Zabaleta, Héctor Arce, Carlos Romero y Adriana Salvatierra; Omar Aguilar,  Eva Copa, Milton Barrón, Betty Yañíquez, Efraín Chambi. Por parte del Gobierno, el ministro de Justicia,  Álvaro Coímbra, y el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano. Por parte de los facilitadores, participaron las comisiones de la CEB y de la UE.

¿Hace falta aumentar algo más? Los diálogos se hicieron con testigos preocupados e interesados en lograr la paz en el país, eran embajadores o personeros acreditados por legaciones extranjeras con presencia en el país; a ellos les consta que hubo diálogo y que el MAS propuso, por ejemplo, la ley de convocatoria a elecciones y que las reuniones eran libres, que gran parte de los últimos participantes estaban asilados en la Embajada de México y que de ahí salían y ahí volvían, sin que se intente nada “raro” contra ellos y el diálogo funcionaba. Los detalles se los puede seguir hurgando pero, el país se pacificó. Hubo fraude y después, renuncia y sucesión constitucional.

Carlos Valverde es periodista, analista político y escritor.

Fuente: Eju.tv