El maltrato en la vejez, una realidad que se vive en Bolivia

Laura Galindo Bolívar | Laboratorio de Periodismo UCB

Fuente: lostiempos.com



Ayer, 15 de junio, se recordó el Día Mundial de la Toma de Conciencia sobre Maltrato y Violencia en la Vejez. En ese marco, las encargadas del Asilo San José y Hogar de Sabiduría junto a personas de la tercera edad reflexionan sobre el tema y comentan cómo se podría mejorar la situación actual.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) define el maltrato a los ancianos como “un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, (…) que se produce en una relación basada en la confianza”. Según datos de la institución Caritas Bolivia, en el país cada día se atienden hasta seis casos de maltrato contra adultos mayores. En un mes son alrededor de 250 a 300 casos. La mayoría, causados por familiares o la comunidad.

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La ONU define el maltrato a los ancianos como “un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, (…) que se produce en una relación basada en la confianza”.
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Estos casos de maltrato y violencia a los ancianos van en contra del artículo 67 de la Constitución Política del Estado (CPE). Éste declara que “todas las personas adultas mayores tienen derecho a una vejez digna, con calidad y calidez humana”.

Teresa Laserna, directora del asilo privado Hogar de Sabiduría, cree que el maltrato en la vejez es relevante en Bolivia. Comenta que a veces cuando el Gobierno les da la renta dignidad a los ancianos, la familia usa ese dinero para cubrir las necesidades de la casa, siendo relegadas las necesidades del adulto. Leticia Camacho, encargada de fisioterapia en el hogar, agrega “es un tema relevante porque podemos ver bastante adulto mayor en la calle pidiendo limosna y hasta desalojados de sus casas”.

La Asociación Nacional de Adultos Mayores de Bolivia (Anambo) habla sobre la violencia económica y patrimonial. “Los ancianos son privados de sus ingresos por sus familiares (…) los despojan de sus inmuebles por temas de herencia”. La titular de la Asamblea de los Derechos Humanos en Santa Cruz, María Inés Galviz, informó que, al mes, 10 adultos mayores denuncian el despojo de bienes y pocos casos tienen éxito en conciliar con las familias.

Al preguntar a Laserna sobre la violencia económica, responde: “Hemos visto casos de cómo los hijos hacen que sus padres firmen propiedades y luego los recluyen en un asilo”. En el mismo sentido, el integrante del Hogar de Sabiduría, Wilfredo Saavedra, acota que “un adulto mayor que todavía produce se le tiene cierta consideración, pero a una persona mayor que no ya no se le quiere tomar en cuenta, los rechazan y ven como una carga”.

Elia Balderrama, persona de la tercera edad, menciona: “Conozco casos muy serios y tristes, en los que incluso con engaños les quitan sus bienes y los dejan abandonados”.

Mario Galindo, persona de la tercera edad, menciona que existen muchos factores para la diferencia de trato entre adultos y ancianos. “Por factores económicos a veces puede ser que no se les trate bien, pero eso no justifica porque ellos ya cumplieron su parte educando a sus hijos”. Balderrama cree que “dependiendo de los valores y la educación que se les da a los hijos, es así como tratan a sus padres cuando llegan a la vejez”.

Según el estudio de la ONU, la violencia más común en los ancianos es la psicológica. Un 11,6 por ciento de los casos son maltrato psicológico. Teresa apoya el dato, mencionando que “en el centro se ve violencia psicológica. Hacen sentir al adulto como que ya no sirve, ya no les hablan a los ancianos porque su opinión para la familia ya no es importante”.

Irene Machaca, encargada del asilo San José, comenta que algo que afecta mucho a los ancianos es la indiferencia y el abandono por parte de los familiares. Asimismo, Galindo comenta que los ancianos sufren de abandono y soledad porque “muchas familias se han acostumbrado a dejar a los viejitos en el asilo y sólo visitarlos”.

Cómo se podría mejorar la situación de los adultos mayores

Irene cree que lograr que las personas cambien su forma de tratarlos es un tema delicado. “Cada familia es un mundo y viven distintas circunstancias. Algunos hijos dicen que los papás nunca estuvieron presentes y por eso no pueden corresponderles”. Camacho opina que “tendrían que haber programas de educación que ayuden a empatizar y darnos cuenta que ellos han sido un pilar fundamental”.

El comentario de Mario Galindo va en el mismo sentido: “Se pueden realizar seminarios o convivencias con los familiares y personas que cuidan a los adultos mayores para informar del tema”.

Por su parte, la directora del Hogar de Sabiduría cree que es fundamental escuchar. “Oyéndolos, tomando en cuenta sus opiniones y dándoles la oportunidad de hablar”. Machaca cree que deben “ir a visitarlos y estar pendiente de ellos porque son como niños”.

Se preguntó además a los adultos mayores ¿qué les dirían a las personas que maltratan o son violentos con los ancianos? Wilfredo Saavedra respondió que “están realmente equivocados y no quieren aceptar su ciclo de vida (…) la vejez viene con el derecho de no ser maltratado ni humillado y tener una vida digna”. Elías hace recuerdo a los jóvenes que “el día de mañana ustedes igual llegarán a ser adultos mayores”.