Experto: Mora bancaria fue camuflada por el diferimiento

Los diferimientos entre marzo y diciembre de 2020 alcanzaron 3.543 millones de dólares, monto que representa 1,4 veces el patrimonio del sistema bancario.

 



Fuente: paginasiete.bo

Manuel Filomeno /  La Paz

Los diferimientos de créditos realizados entre marzo y diciembre de 2020 y la reprogramación de créditos y períodos de gracia establecidos a partir de enero de 2021 camuflaron el crecimiento de la mora bancaria, señaló el analista financiero Jaime Dunn.

“La mora que se ve hoy formalmente no es realmente cierta, tiene que ser cuestionada. Ahora vemos que la mora se mantiene alrededor del 1,8% con tendencia a la baja, pero en realidad es una consecuencia de los diferimientos y reprogramaciones, que están camuflando por el momento la morosidad real y a partir de julio vamos a ver cómo ésta se incrementa”, explicó Dunn

El analista indica que los programas de alivios a los deudores durante la pandemia han hecho que sea muy difícil evaluar la cartera de créditos para los bancos, por lo que las carteras que estaban mal, en vez de haber sido clasificadas como morosas, se las ha tomado en cuenta como reprogramadas.

“Estos mecanismos han causado que no sabemos qué cartera está mal. Si a alguien que no puede pagar se le dice que no pague por seis meses y lo mismo se le dice a alguien que sí puede pagar,  no sabes al final cuál tendrá los medios para resumir sus pagos al final de período de gracia”, agregó.

Dunn acotó que los períodos de gracia a raíz de las reprogramaciones van a empezar a concluir el próximo mes, luego del cual se va a notar la presión hacia la mora .

“A partir de julio vamos a ver quién puede pagar. Como desde julio se tiene que normalizar el pago, se podría presumir que exista una presión hacia la mora. No todos van a empezar a pagar al mismo tiempo, eso depende del momento en que se reprogramó, pero ya desde el próximo mes vamos a percibir la tendencia al alza de la mora mientras los períodos de gracia vayan terminando”, puntualizó.

Por otra parte,  el analista agregó que las reprogramaciones y diferimientos debieron hacerse con base en  una evaluación rigurosa.

“Estas reprogramaciones se debieron haber hecho sólo para aquellos que realmente están en problemas y necesitan ayuda, pero el problema es que como está abierto a todo el mundo, un grupo de empresas se han sometido aun cuando podían pagar y muchas empresas que ya estaban mal desde antes también se han acogido, alargando su agonía”.

De acuerdo con la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), los diferimientos iniciados en marzo de 2020 y que se extendieron hasta diciembre de 2020 alcanzaron   3.543 millones de dólares, monto que representa 1,4 veces el patrimonio del sistema bancario.

“En este período de diferimiento, el sistema bancario benefició con la medida a más de 930 mil clientes; es decir más de 70% del total. En número de operaciones, superó 1.100.000, dando cuenta del destacable esfuerzo realizado por el sistema bancario”.

Respecto al período de gracia sin pago de capital ni intereses entre enero y junio, el sistema financiero realizó aproximadamente 20.000 reprogramaciones por un monto de  529 millones de dólares, con 340 mil  solicitudes en proceso por un monto de más de  6.000 millones de dólares.

Pedidos de ampliación

Al momento, varios sectores piden al Gobierno un nuevo diferimiento de créditos, con  el argumento de que su economía no se ha recuperado por la pandemia.

Al respecto, tanto el experto como Asoban señalan que el sistema bancario ya se encuentra en un estrés muy fuerte, por lo que un nuevo diferimiento sería contraproducente para la sostenibilidad del sistema financiero.

“Las medidas adoptadas  han derivado, en muchos casos, en más de 16 meses de no pago de cuotas, además de otros tantos casos en los que este número de meses será mayor; consecuentemente, considerar dar continuidad a este tipo de medidas sería desconocer la importancia de la solvencia y sostenibilidad del sistema bancario”, puntualizó Asoban.

Por otra parte, Dunn agrega que estos pedidos de nuevos diferimientos muestran que se está perdiendo la cultura del pago en el país, lo que puede ser peligroso.

“Eso es muy peligroso, ya que pueden llevar en algún momento en el que ciertos grupos y gremios pidan condonación de sus deudas. Ése es el problema de perder la cultura de pagos”, agregó.

Se necesita más apoyo  del Estado

  • Papel El analista financiero Jaime Dunn  señala que si  se aprobaran nuevos diferimientos sería importante que  el Estado cumpla un  papel más proactivo, garantizando la liquidez de los bancos. “El Estado debe dar más amplios recursos de liquidez al sistema; asimismo, sería importante que el Gobierno empiece a dar créditos para fortalecer el capital de los bancos”.
  • Asoban Por su parte, Asoban señala que en adelante corresponde trabajar en medidas coordinadas entre los sectores público y privado, que permitan a las distintas actividades económicas retomar el dinamismo perdido, y no continuar postergando obligaciones con disposiciones que no se enmarcan en la prudencialidad y que afectan al desempeño del sector financiero.

Sectores evalúan pedir un nuevo diferimiento

 Choferes y microempresarios señalaron que evalúan pedir un nuevo diferimiento de créditos al Gobierno, de establecerse restricciones y cuarentenas para frenar los contagios de coronavirus en el departamento de La Paz. Por su parte, el gerente del Instituto Boliviano del Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, señaló que el sistema bancario no aguantará una nueva suspensión de pagos.

“Si se da el caso de que se tomen medidas en el sentido de restringir la circulación o se establezcan cuarentenas,  vamos a tener que pedir un nuevo diferimiento del pago de créditos al Gobierno. Nosotros, los transportistas, somos el pilar fundamental de la economía paceña y boliviana y eso no tienen que olvidar las autoridades”, sostuvo el secretario ejecutivo de la Federación de Transporte Primero de Mayo, Mario Silva, el pasado lunes.

 En la misma línea, Agustín Mamani,  dirigente de los micro y pequeños empresarios,  dijo que, a raíz de las cuarentenas que ya se aplican en otros departamentos, su sector no cuenta con recursos.

“Pero ya los departamentos han indicado que por este año tiene que ser ampliado nuevamente el tema del diferimiento. El Gobierno puede decir una cosa y la banca otra, el problema es que nosotros no contamos con los recursos, peor con las cuarentenas que están sacando y que nos afectan como productores”, sostuvo Mamani.

 Al respecto, el gerente del IBCE indicó que el sector financiero está extremadamente golpeado al borde de no poder calzar sus obligaciones de préstamo, por lo que no podría aguantar un nuevo período de diferimientos.

Fuente: paginasiete.bo