En el recorrido -que se extendió por nueve cuadras- más de 10 fraternidades hicieron gala de coreografías y nuevos trajes. Renunció el director de Salud.
Fuente: paginasiete.bo
Entre bailarines con barbijos y aglomeraciones de los asistentes, la ciudad de El Alto desafió ayer a la covid en la entrada de la Virgen del Carmen, de la zona 16 de Julio. La actividad duró al menos cuatro horas.
En el recorrido -que se extendió por nueve cuadras- los bailarines y músicos de las más de 10 fraternidades hicieron gala de coreografías y nuevos trajes de morenada, thinku y caporales.
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Muchas personas se dieron cita para ver la entrada.
Foto:APG
En la pista, los participantes usaron barbijos o máscaras faciales, además intentaron mantener el distanciamiento entre saltos al ritmo de las bandas.
Pero en el lado de los espectadores y las calles aledañas, se observaron aglomeraciones y poca distancia. Los que estaban cerca del recorrido se encontraban sentados en bancas y sillas, pero sin guardar la debida distancia para evitar contagios, como en anteriores versiones. Algunos se quitaban las mascarillas, por momentos, para comer y beber.
En las calles aledañas se formaron aglomeraciones de ciudadanos que se dieron cita para ver la entrada o pasaban por el lugar. Además, muchos comerciantes se instalaron en la vía pública. “Vendí todos mis refrescos”, dijo uno de los vendedores.
“Es incómodo bailar con barbijo y máscara”, comentó un danzarín de una de las morenadas que ayer participaron en la entrada folklórica. Aseguró que es difícil hacer el recorrido sin beber agua o refresco, pero indicó que todo sacrificio vale la pena por devoción a la Virgen del Carmen.
Pese al control de más de 200 funcionarios ediles y la aprobación de una ley seca, algunos comerciantes se dieron modos para vender bebidas alcohólicas.
Horas antes de la entrada, los fraternos y músicos se realizaron pruebas de antígeno nasal, además presentaron certificados de vacunación. “Ya me hice el estudio, estoy sano y ahora puedo bailar”, contó un bailarín.
Unas horas antes de que comenzara la entrada folklórica, se conoció que el director municipal de Salud de El Alto, Henry Flores, renunció a su cargo.
“Soy un profesional comprometido con la atención de los más pobres y, por ende, hay cierta inconformidad con los manejos administrativos al interior del Gamea”, declaró a Unitel.
Esta noticia fue confirmada por la alcaldesa Eva Copa. “Es la decisión de cada uno. No puedo obligar a nadie”, señaló ayer en la procesión de la entrada. Aseguró que la entrada busca reactivar la economía de su ciudad.
Luego del ingreso del último grupo, a las 16:00, personal de limpieza realizó la fumigación del sector. En la noche, muchas personas se quedaron para consumir alcohol en la calle.