Estos jabones pueden salvar una gran cantidad de agua de la contaminación

Valentina Productos Naturales, es finalista del concurso Emprende Ideas en Pandemia de la Fundación Samuel Doria Medina Arana.

Evelia Ortiz pasaba por una mala racha. Se había divorciado y, al mismo tiempo, se había quedado sin trabajo. Había tenido volver a vivir con su papá, porque no tenía cómo mantener a sus hijos. Aunque él pagaba la comida y el techo, ella debía enfrentar sola otros gastos imprescindibles. Como quería ahorrar lo más posible, aprovechó su conocimiento informático para producir jabón líquido por sí misma.



Luego las cosas mejoraron. Ella comenzó a dar clases de computación, pero siguió investigando en Internet y aprendió a hacer jabón en barra. “La fórmula me pareció muy fácil, así que empecé a hacerlo y ahorré dinero”, recuerda.  Al principio se quemó con la soda caustica, que es un ingrediente de todo jabón; alguna vez también preparó mal la “receta” y no logró fabricar lo que buscaba, pero al cabo aprendió y se volvió una experta.

Estaba en ese proceso, experimentando,  cuando un amigo le contó que había un taller de emprendimiento de la Alcaldía de Tarija, la ciudad donde ella vive. Debía dar una idea y formar un grupo con quienes desearan impulsarla, y luego cursar un taller de un año. Allí se conoció con sus actuales compañeros, con los cuales ganó el primer lugar entre todas las propuestas que allí de presentaron. Ahora, su emprendimiento, Valentina Productos Naturales, es finalista del concurso Emprende Ideas en Pandemia de la Fundación Samuel Doria Medina Arana.

Esta idea consiste en reciclar los aceites vegetales que se emplean en la fritura de carnes y otros alimentos para hacer jabón. La fórmula para realizar esta transformación está en Internet, pero el grupo debió mejorarla para producir un jabón de calidad suficiente como para ser comercializado.

El grupo de Evelia averiguó que los snacks y restaurantes de pollo frito de Tarija consumen de 80 a 100 litros de aceite por semana, los cuales se almacenan cuando ya no sirven, en el mejor de los casos, cuando los establecimientos tratan de no contaminar, y en otros son echados por el inodoro.

Gracias a la incubadora municipal de empresas en la que estaban inscriptos, estos emprendedores hicieron un estudio para determinar dónde podía recolectar o comprar el aceite. Lo hicieron con tanto éxito que hoy tienen un depósito lleno. Materia prima no les faltará.

Tuvieron más problemas para encontrar la soda caustica durante los primeros meses de la pandemia. Otros ingredientes que se requieren para producir jabón líquido son el aceite de coco y hierbas, como el té verde, que ayudan al cuidado de la piel. Por eso el jabón líquido es más caro. “Una tiene que sentir que se estuviera poniendo una crema y un desinfectante”, explica Evelia. Valentina Productos Naturales trabaja con este producto y también con el jabón en barra, que es más económico.

Esta es la mercancía más buscada por los clientes, los cuales apoyan el concepto ecoamigable de la empresa: reciclar para que el aceite usado no contamine el agua y la tierra (y no por un corto periodo de tiempo: los aceites usados pueden envenenar cientos de miles de litros de agua por muchos años).

Los integrantes de este grupo de emprendedores son “multiuso”. Su empuje se expresa en las múltiples tareas que llenan sus vidas: Evelia es madre, trabaja y al mismo tiempo emprende; sus compañeros, más jóvenes, estudian, trabajan para sobrevivir, emprenden este proyecto y además son voluntarios ecologistas en distintas causas tarijeñas.  Evelia está muy orgullosa de este sacrificio, que se basa en la esperanza de lograr mejores días para ellos, sus familias y su región.

Hasta ahora han tenido un mercado generado por la incubadora municipal, que organiza su participación en ferias. Lo bueno de este sistema es que les ha resultado gratis; lo malo, que solo han podido vender en determinados momentos y no de manera continua.

Si Evelia y sus compañeros ganaran el concurso de la Fundación Doria Medina, usarían el premio para comprar maquinaria que les permitiese acelerar el proceso productivo. Quieren una máquina para procesar 500 litros de jabón y una picadora de jabones que evite el moroso trabajo manual de cortado. “Con estas maquinas podríamos producir 1.000 jabones en un día”, se ilusiona Evelia. En este momento, en cambio, no tienen capacidad de responder a pedidos grandes.

Los interesados en contactar este emprendimiento lo pueden hacer en la página web Valentina Productos Naturales.