En su criterio, los ajustes a la obra deben empezar por los cordones que están mal hechos. «No se puede hacer un cordón discontinuo, porque sin querer uno se puede meter. O se hace o no se hace. La altura es ambigua, vehículos 4×4 pasan por encima, los pequeños se quedan trancados. Tiene que ser más alto. Se debe rediseñar el cordón», sugiere.
Fuente: https://asuntoscentrales.com
El director del Centro de Estudios para el Desarrollo Urbano Regional (Cedure), Fernando Prado, y el presidente del Observatorio de Movilidad Urbana de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB), Luis Alberto Castro, conversaron con Asuntos Centrales sobre el BTR y plantean una serie de ajustes desde la modificación de los cordones del primer anillo, hasta ampliar la ruta a los cuatro puntos cardinales de la ciudad y articular con el servicio de transporte sindical para prestar un mejor servicio.
Prado considera que el BTR no es un servicio como tal, porque solo gira en el primer anillo y no resuelve el tema de movilidad, funciona en paralelo con el anterior sistema de transporte y solo provoca caos.
«El problema es que está mal implementado, se inició con lo mínimo, porque no llega a ningún lado, no resuelve el problema del traslado. El BRT es para trasladar grandes masas de gente de lugares periféricos a lugares de trabajo. En nuestro caso para ir del norte al centro y luego al sur. Después al Plan Tres Mil y viceversa. Desde la carretera a Cotoca, al centro y al Piraí. Debe ser una red, un sistema que hay que articular con el sistema existente», expone.
El arquitecto hace recuerda que solo se implementó una fase del BTR, lo que provoca congestión en el centro porque funcionar en paralelo con el servicio antiguo.
«El problema es que esto se tiene que nacer junto con otras acciones, que lamentablemente no se completaron, para que funcione el BRT en el primer anillo ya no tiene que funcionar otras líneas, tuvo que haberse cambiado las líneas de transporte», apunta.
En su criterio, los ajustes a la obra deben empezar por los cordones que están mal hechos. «No se puede hacer un cordón discontinuo, porque sin querer uno se puede meter. O se hace o no se hace. La altura es ambigua, vehículos 4×4 pasan por encima, los pequeños se quedan trancados. Tiene que ser más alto. Se debe rediseñar el cordón», sugiere.
Para Castro no existe control sobre el transporte público del municipio y es una especie de Carnaval. De la actual gestión municipal, destaca que dialogan con expertos y la sociedad antes de realizar obras de gran magnitud. «Este gobierno municipal abrió las puertas, hay análisis de la planificación de la ciudad. Lo más inteligente es discutir los temas con los expertos y los que necesitan del servicio, también debe estar la sociedad. Veo un conflicto en el centro de la ciudad, los vecinos del centro deberían ser escuchados», sugiere.
Lo que rescata del BTR es que se avanzó en el cambio de mentalidad sindical a empresarial con algunas líneas que se adjudicaron algunas rutas «No nos conflictuemos con llamarlo BRT, pero al menos ya hay un sistema de transporte. Lo positivo que podemos decir es la estructura que existe, hay dos sindicatos, que se organizaron con mentalidad empresarial, hay un avance. Se tiene que concesionar, pero ya hay una ley. Todas las otras son ilegales, porque no se adjudicaron”, explica.
Pero también observa los cordones del nuevo sistema de transporte y los carriles de 3,20 metros, cuando deberían ser de 3,50.