La Isla del Sol, lugar para recargarse energía con antiguos vestigios sagrados del imperio Inca


Las costumbres y tradicionales del lugar datan del origen Inca. La convivencia ciudadana rige por los tres códigos de la moral de esta cultura.



Fuente: Unitel

Nicolás Cisneros

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

La Isla del Sol es uno de los puntos imprescindibles que se debe visitar cuando una persona va hasta Copacabana, este hermoso municipio en la ciudad de La Paz.

Navegar sobre el lago Titicaca y ver sobre los cerros los antiguos vestigios de las islas sagradas del imperio Inca, es una de las aventuras que no deben faltar durante el paso por el lugar.

“Se siente la energía, pasan cosas inexplicables, ver luces de noche, ver en el lago cosas que se mueven, ver fuego que arde en algún lugar, de repente aparece y luego se pierde”, cuenta Javier Mendoza, comunario de la Isla del Sol.

Según la leyenda, del lago salieron Manco Kapac y Mama Uqllu para fundar el imperio Inca, la Isla del Sol encierra un misticismo y es una fuente energética conocida a nivel mundial, que hasta dicen que es visitada por seres extraterrestres.

“Nuestras dos montañas más altas, centros ceremoniales, se ve todo el alrededor de la isla se puede ver los picos más altos de la cordillera, tanto de Bolivia como las montañas del Perú”, indicó el comunario Norberto Callisaya.

Apenas pisas el muelle principal encuentras las gradas del Inca, un poco más adelante, subiendo más de 200 escalones de piedra llegas a la Fuente de la Juventud, el agua que fluye de estas cascadas da vida a la comunidad, su origen aún es un misterio.

“Nuestros abuelos, bisabuelos, implementaban la historia diciendo que el agua es proveniente de Cusco, pero aún no tenemos en concreto si es de allá o de la misma isla. Pero en la cima de la montaña no tenemos lagos, no tenemos humedad, ni vertiente”, relató Álvaro Mamani, guía de la Isla.

En el lugar, aún la convivencia ciudadana rige por los tres códigos de la moral Inca: Ama Sua (No seas ladrón), Ama Llulla (No seas mentiroso) y Ama Quella (No seas flojo).

Antes de la pandemia, este lugar era visitado por miles de personas, hoy el turismo escasea, los hoteles se encuentran vacíos, y la economía de quienes viven en la isla se ve afectada.

La población espera con los brazos abiertos a los turistas nacionales e internacionales.