El exdefensor del Pueblo y activista de los DDHH, Waldo Albarracín, dijo que está fuera del país, porque pagó con creces su labor de defensa de los derechos en la crisis de 2019, porque perdió su casa en manos de presuntos sectores del MAS, que quemaron su domicilio, según comunicó a Página Siete.
Desde algún punto del exterior, el exdefensor del Pueblo habló con Página Siete, hizo un análisis sobre el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y también reveló que en los gobiernos de Jeanine Añez y de Luis Arce seguía recibiendo amenazas. “Tengo que pensar en mi familia”, sentenció.
Albarracín dijo que hasta ahora ha tratado de no participar en activismo por cuidar a su familia, hace un buen tiempo.
Al recordar la quema de su casa comentó: “Al día siguiente de la quema no podíamos ir a la casa porque las personas estaban merodeando. Cuando pudimos ir, mi hijita se puso a buscar su muñeca, nunca la encontró. Esas cosas te generan dolor y frustración, me dejaron en la calle y no escuché ni una sola voz de solidaridad de la gente del MAS. Mientras no existan garantías no volveré, es que la he pasado duro”.
Sobre el informe del GIEI sobre la crisis de noviembre expresó: “El mérito de este informe es que nos dice dónde están los puntos más neurálgicos que dañan nuestra democracia. Lo ideal sería que el Gobierno sea más equilibrado, gobierne para el conjunto de los bolivianos, que el Órgano Judicial administre justicia con imparcialidad, con independencia, liberado de la presión política, pero no hemos llegado a ese nivel de excelencia democrática como país”.
Fuente: lostiempos.com