Bomberos forestales narran el peligro cerca las llamas

En ciertas ocasiones tuvieron que tomar agua de noria y estuvieron expuestos al ataque de animales.

Fuente: eldia.com.bo



Roberto Juchasara Pillco y Benjamín Calle Cruz son dos bomberos forestales que contaron su experiencia de cómo es sofocar las llamas que destruyen los bosques y del peligro que enfrentaron para que el fuego no avance y destruya los recursos del departamento.

Calle con 15 años de trayectoria como Bombero Forestal, contó que la temporada de sequia en estas zonas sumado al fuego hace que las llamas se propaguen las llamas y se tenga que lidiar con temperaturas monte adentro de hasta 50 a 60 grados centígrados.

“Cuando estamos en esta clase de contingencia trabajamos en periodos para poder acercarnos al fuego debido al peligro que significa exponernos directamente. En zonas boscosas y de difícil acceso el trabajo de sofocación se dificulta bastante”, refiere el bombero.

Detalló que una chispa de la copa de un árbol en llamas puede cambiar una estrategia de lucha como el experimentado recientemente, donde hicieron una línea de fuego para evitar el avance de las llamas, pero una chispa atravesó el otro extremo y es cuestión de 15 minutos arrasó 300 metros de vegetación hasta que finalmente fue controlado.

Una de las grandes dificultades durante una operación de sofocación de incendios forestales  es el abastecimiento del agua, normalmente cada bombero suele llevarse entre uno a dos litros de agua o una brigada de 10 personas, un paquete.

“Hemos tenido que pasar ocasiones donde el agua se nos acabo en plena tareas de mitigación de llamas y tomar el agua de las mochilas que son sacadas de noria y destinadas para los animales”, indicó Calle.

Día a día, nos exponemos a toda clase de riesgos cuando estamos monte adentro, como el ser atacados por algún animal, a perdernos en pleno o quizás morir intoxicados por la inhalación de bastante humo, pero nuestra labor nos deja la satisfacción de poder ayudar a las personas, a salvar sus animales, sus casas y la vegetación.

Juchasara de profesión ingeniero forestal, con 14 años de trayectoria relató los momentos difíciles que le toco vivir en los incendios de San Matías que amenazaron con devorar comunidades.

Una de sus mayores dificultades son los cambios bruscos de vientos que echan por tierra estrategias planificadas para mitigar y controlar los incendios. “Hay gente que esta aprovechando estos incendios para chaquear sus terrenos, pero lamentablemente prenden fuego sin medir consecuencias. Uno apaga el fuego en un sector y se inicia en otro”, cuestionó el voluntario.

Reconoció que las situaciones de riesgo para todos quienes se encuentran en primera línea apagando los incendios forestales es latente y coincide con su colega que puede ser víctima del ataque de algún animal, desorientarse o intoxicarse por la carga viral de monóxido de carbono. Ambos bomberos llamaron a la sensibilidad de las personas para ser responsables y no quemar en épocas de viento y temporadas secas porque año tras años el daño ambiental aumenta.