Protesta de activistas en Cochabamba. | Carlos López
Tras conocerse el dictamen de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre la reelección y el informe del Grupo interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), la Iglesia y activistas pidieron ayer la liberación de los presos políticos.
El arzobispo de Santa Cruz, Sergio Gualberti, pidió que se liberen a los encarcelados con procedimientos legales “dudosos” para que puedan defenderse en libertad.
También señaló que el Gobierno debe respetar la libertad de expresión y dar signos de buena voluntad para dejar de lado el discurso de venganza, sembrar miedo o cizaña.
“Es urgente cicatrizar esas heridas, resarcir a las víctimas de todas las partes involucradas, dejando discursos que siembran venganza, miedo y cizaña, garantizando la libertad de expresión y dando signos de buena voluntad, liberando a los que han sido encarcelados con procedimientos legales dudosos para que puedan defenderse en libertad ante la justicia”, sostuvo.
Médicos de La Paz se solidarizaron con la expresidenta Jeanine Áñez, se sumaron a la vigilia en el penal de Miraflores y denunciaron que se está vulnerando su derecho a la salud.
“Se están violentando derechos humanos. La Constitución establece que el derecho a la salud es un derecho inalienable y una persona está siendo sometida a tortura psicológica”, dijo el representante del Sirmes La Paz, Fernando Romero.
En Cochabamba, activistas de las plataformas del 21 de febrero protestaron anoche en la plaza Colón para pedir la liberación de los presos políticos. Los manifestantes se concentraron y corearon: “No fue golpe; fue fraude”.