Lo MÁS anecdótico del día de la entrega del informe de las conclusiones de la investigación del GIEI-Bolivia, fue la actitud del mandatario masista a nombre del Gobierno boliviano (no le decimos mandatario boliviano, ya que cada vez, va perdiendo más confianza de la mayoría de los bolivianos). Una actitud vergonzosa y fuera de contexto luego de la lectura del texto presentado esa mañana.
Siempre se aconseja a cualquier hombre culto (en este caso, como también a cualquier mujer) que, para tener una buena valoración de cualquier documento, este se lea en extenso en primer lugar, se analice el contexto de una manera objetiva y veraz en segundo lugar, para luego tener el pretexto adecuado para opinar con sabiduría.
Como buen masista, el presidente, lo primero que hizo fue recibir el documento de manera pública (que lo convierte en un documento veraz para el gobierno) e inmediatamente largó una sarta de verborrea dañina y llena de EVADAS, que denotaron una personalidad indigna al cargo que representa.
El presidente lamentó las «ejecuciones sumarias» identificadas en Sacaba. Honramos la memoria de todas las víctimas. Les pedimos perdón y acompañamos el dolor de las familias», expresó Arce, antes de nombrar uno a uno los nombres de las víctimas que perdieron la vida durante los conflictos de 2019. «Memoria, verdad y justicia»
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Fue lo más trascendente de su discurso, como si el informe solo mencionara a las víctimas de Sacaba y no el problema de fondo que BOLIVIA atravesó hasta el año 2019 y que sigue repercutiendo hasta la fecha.
Por si no lo entendió, mandatario masista, intentaré resumírselo un poco para que entre en contexto:
El informe señala que el año 2019, hubo graves violaciones a los derechos humanos de muchos bolivianos. Hubo un conflicto político con violencia y que se calcula que por lo menos 37 personas perdieron la vida en diversas regiones del país. Y que los responsables de esos hechos, fueron agentes del Estado boliviano y personas particulares. Que la Policía y las Fuerzas Armadas, de modo separado o en operativos conjuntos, usaron la fuerza de modo excesivo y desproporcionado, y no previnieron adecuadamente los actos de violencia, dejando desprotegidos a los ciudadanos y ciudadanas. Por su parte, particulares promovieron y protagonizaron actos de violencia y ataques a personas y a bienes públicos y privados. No hay ninguna “confirmación del golpe de Estado”, como aseveró el presidente Arce, y el documento califica a la administración transitoria de Jeanine Añez como “gobierno interino”, en vez del “gobierno de facto” que pretendía el oficialismo.
O sea, acá existe responsabilidad compartida de unos y de otros, caso contrario hubiera sido la reacción de un solo bando sin defensa del otro. ¿Entiende, presidente masista? Por qué le vuelvo a reiterar, un presidente de Bolivia debería entender como buen estadista el contexto del informe.
Siguiendo con la explicación más sencilla para que usted como buen masista que es, pueda entender, el informe señala que las víctimas tienen que obtener reparación de justicia por todos los daños que recibieron. Lo más importante, es que esta justicia tiene que ser impartida para todos y no solo para sus divinos azulinos, porque los demás, también son bolivianos. O sea que la Justicia tiene que dejar de ser de su partido, ¿entendió presidente? ¡JUSTICIA DE TODOS Y PARA TODOS!
En ningún momento se habla de “genocidio” y “lesa humanidad”, como quieren hacer entender sus perros rabiosos que tiene como voceros gubernamentales, sino de “conflicto político violento” y “uso desproporcionado de la fuerza”. Y lo más importante: se remarca la inexistencia de un sistema judicial independiente, sin lo cual sería imposible garantizar el debido proceso en el juzgamiento de los hechos del 2019. Sin dejar de lado una de las conclusiones del GIEI, sobre el “uso excesivo” de la prisión preventiva en Bolivia.
También, para que entienda su pequeña y fantasiosa mente presidente, dice el informe que las manifestaciones de protesta y las acciones directas de bloqueos violentos en los caminos y las ciudades de Bolivia, no ocurrieron de modo inesperado. Estas acciones fueron provocadas por discursos antagónicos de líderes reconocidos y por decisiones políticas y acciones del Gobierno fraudulento de Evo, que pusieron en tensión las reglas de funcionamiento de los mecanismos participativos de la democracia y las instituciones que deben vigilar su cumplimiento. O sea, que las palomitas y las virgencitas masistas, también tuvieron una participación activa en estos hechos.
Señala también, para su ego racial y resentido, que en el marco de la polarización social y política que se profundizaba, en aquel entonces, se apeló al viejo discurso de su jefe masista, la identidad étnica como criterio que señala la pertenencia o no a la sociedad boliviana. Esto originó, que las adhesiones políticas fueron peligrosamente racializadas y, en momentos trascendentes de la vida de Bolivia, pretendieron ser usadas como factor de exclusión de los espacios institucionales. Para que vea, que el adoctrinamiento de odio hacia el oriente boliviano, la clase media y la clase empresarial durante 14 años del Gobierno en el cual se despilfarró el futuro de Bolivia, no tuvo el éxito esperado el 2019.
Siguiendo el resumen, para que usted pueda interpretar los hechos de una manera más inteligente, decirle que el GIEI, hace un análisis relacionado con las transformaciones operadas en Bolivia, durante la gestión de Evo Morales y suya económicamente hablando, y que estas se han visto debilitadas por la pésima administración de Justicia y el abuso de las fuerzas de seguridad. Los ciudadanos no confían en ellas, las perciben hostiles, lejanas a sus realidades e intereses y reproductoras de discriminación.
Hacen notar, aunque usted no lo quiera admitir, que cuando las violaciones de derechos no son seguidas de investigaciones que determinen responsabilidades, se instala la impunidad. El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) observó la existencia de serias deficiencias del Estado boliviano en garantizar y respetar la independencia y autonomía del Poder Judicial y del Ministerio Público, además de debilidades en las capacidades de estas instituciones para garantizar la debida diligencia y el debido proceso en sus actuaciones. ¿Se da cuenta de lo que significa esto para su presidencia? ¡NO HAY JUSTICIA INDEPENDIENTE!
Presidente del MAS y hombre delegado para gobernar Bolivia, el problema no es Sacaba, el problema es que no existe justicia para ninguno de los muertos del Gobierno que estuvo 14 años en el poder, de los muertos de Evo antes de que renuncie y de los muertos de Jeannine Añez. Son 37 muertos recientes y son más de 130 los muertos de la tiranía de Evo Morales. Son miles de millones de dólares perdidos por la corrupción de los dignatarios de Estado, exministros de Evo y de Jeannine (lastimosamente usted es uno de ellos, por haber sido ministro de los cheques del gobierno de Evo).
Bolivia, las Naciones Unidas, la OEA, la Unión Europea y todos los que tienen un poco de cinco dedos de frente como ciudadanos de bien, le reclaman un cambio de actitud, un cambio de mentalidad y un cambio de personalidad. Bolivia necesita de un estadista, no de un bruto masista. Deje de seguir las órdenes de un ignorante, de un odiador, de un mitómano, de un pedófilo y para sintetizar de un ladrón, corrupto y narco.
“Usted es hombre que tiene un título, es hora que a ese título lo haga valer y que no sea al revés”