Rodríguez Veltzé: Bolivia debe honrar su condición de país “no alineado”

«Es preciso recuperar buenas y productivas relaciones con todas las naciones del mundo y sostener la importancia del multilateralismo. La cercanía o alejamiento con algunos Estados o potencias enfrentadas y con argumentos únicamente ideológicos desmerece nuestra  identidad de país soberano, digno y no alineado», dio el expresidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez.

 

  • El expresidente, Eduardo Rodríguez Veltzé. | Hernán Andia

 

Fuente: Los Tiempos
Nelson Peredo

 



El expresidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez Veltzé, dijo que Bolivia debe honrar su condición de país “no alineado” en el ámbito internacional, sostener buenas relaciones con todos los países del mundo y mantener la importancia del multilateralismo.

El exjefe de Estado habló con Los Tiempos de la política internacional del país, el tema de la demanda marítima y el caso del Silala.

1.- Bolivia cambió radicalmente su política internacional con respecto al Gobierno transitorio de Jeanine Áñez. ¿Hace bien el Gobierno en alinearse con los gobiernos de izquierda?

El gobierno transitorio adoptó una serie de determinaciones en materia de relaciones exteriores que no reflejaban una política exterior propiamente dicha, mas bien fueron actuaciones reactivas  contra el  MAS  como el desmantelamiento y reemplazo de todo el cuerpo diplomático y consular del Estado,  la adhesión al Grupo de Lima o a las candidaturas de conveniencia como la que se brindó al candidato de Trump a la Presidencia del BID,  que correspondía a Latinoamérica. El Gobierno de Luis Arce ha retomado algunas líneas del anterior gobierno del MAS como la simpatía con países de gobiernos de izquierda, pero aún no se conoce un instrumento renovado de política exterior cuya formulación es atribución constitucional del Presidente y del Vicepresidente del Estado.

2.- ¿Le hace bien al país mantener cercanía con países como Rusia, China o Venezuela y alejarse de otros como EEUU e Israel?

Considero que Bolivia debe honrar su condición de país “no alineado” en el mejor sentido práctico del término y sus perspectivas en el actual escenario internacional. Es preciso recuperar buenas y productivas relaciones con todas las naciones del mundo y sostener la importancia del multilateralismo. La cercanía o alejamiento con algunos estados o potencias enfrentadas y con argumentos únicamente ideológicos desmerece nuestra  identidad de país soberano, digno y no alineado. Limita las oportunidades de intercambio  y no se enfoca en las nuevas condiciones del orden internacional surgido a partir de la pandemia. La solidaridad y el intercambio equitativo de recursos para la pandemia, el respeto por los derechos humanos y la democracia,  la atención a los desafíos del cambio climático, la paz y seguridad son postulados que deben expresarse de manera prioritaria en la conducción diplomática.

3.- ¿Qué debería reenfocar el Estado en su política internacional?

Me remito a la respuesta anterior

4.- A tres años ya del fallo de la CIJ sobre la demanda marítima boliviana, ¿cómo podría reenfocarse este tema tan vital para el país?

Desde entonces hay despreocupación por tan importante asunto. Habrá que comenzar por promover un entendimiento cabal de los alcances del fallo y las opiniones que forman parte del mismo y proyectar una política de seguimiento. Si bien la CIJ desestimó la pretensión judicial de Bolivia sobre la obligación de Chile de negociar un acceso soberano al Océano Pacífico, la misma Corte reconoce de manera explícita que el tema de la mediterraneidad boliviana subsiste y devuelve a los países la iniciativa de buscar soluciones a través de negociaciones significativa en el marco de la buena vecindad. Esta precisión no es menor, marca una línea sobre la que Bolivia y Chile  pueden recuperar acercamientos diplomáticos.

Paralelamente, Bolivia debe prestar atención al proceso que Chile inició en la misma Corte sobre las aguas del Silala. Desde mi retorno de la misión en La Haya sostuve que por la naturaleza del diferendo, el gobierno podría transparentar tanto los estudios científicos producidos como los alcances del derecho internacional aplicable y el curso de las actuaciones ante la CIJ,  más aun si Bolivia comparte recursos hídricos transfronterizos con todos sus vecinos. Las soluciones acordadas en todos los temas y con todos los vecinos pueden siempre resultar más legítimas y prácticas que los prolongados, onerosos e impredecibles procesos judiciales.