Caranavi produce café ‘de altura’ y lo exporta a 12 países

Su proceso de producción sigue parámetros internacionales para llegar a los mercados más exigentes

 

 

El café es como la música, tiene notas, su sabor solo lo pueden apreciar quienes saben. Nada mejor que una taza de café caliente para animar, dar fuerza, calor e incluso mejorar el ánimo.

Quien prueba un café no se imagina que en esa taza se esconde un mundo de sabores, de técnicas, de esfuerzo y sacrificio, todo un proceso de producción.

Doña Máxima Aguayo, picota en mano, busca arrancarle a la tierra sus bondades, sembrará un pequeño plantín con algunas hojas que al florecer dará un fruto parecido a una guinda, un grano que transformó su vida hace 15 años. Se trata del café. Lo siembra a más 1600 metros de altura en la comunidad amor de dios, distante a 4o kilómetros de Caranavi. La altura le otorga calidad y lo diferencia de otros granos de café a nivel mundial.

Ignacio Villaverde es un español que decidió cambiar la ciudad por el campo y hacerlo en Bolivia. Enciende un cigarrillo y revisa su plantación de café. Aún está a la espera de que el grano florezca.

Algunos productores de la zona reciben capacitación del personal del programa del Café, dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras.

Ruth Fernández es técnico agrónoma del programa que se
Inició en 2018 para brindar asistencia técnica personalizada a los productores en todas las etapas que culminará con la venta del grano que llega a Europa y Estados Unidos.

La Asociación de Caficultores de Taypiplaya tiene su propia planta de producción y con mucho esfuerzo consiguieron mercados para exportar su café a Japón, Holanda, Estados Unidos y Dinamarca.

La asociación no descuida ningún detalle y cuenta con su propio catador del grano, pues las exigencias del mercado internacional así lo requieren. El catador huele, pesa y tuesta el grano bajo parámetros de un control de calidad.

No solo Caranavi es región productora de café, sino también el grano se extiende a Buena Vista en Santa Cruz, Coroico en La Paz e incluso existen comunidades de Cochabamba que se dedican cada vez más a la caficultura.

Fuente: Unitel