Los expresidentes Carlos Mesa y Evo Morales, en las últimas horas, nuevamente cruzaron acusaciones a través de sus redes sociales, después de que una comisión legislativa aprobó el juicio de responsabilidades por el caso Quiborax.

Mesa, mediante un mensaje publicado este viernes en su cuenta en Twitter, llamó “dictador fugado” a Morales porque considera que él “ordenó a sus parlamentarios” aprobar el juicio de responsabilidades en su contra.

“Evo Morales, el dictador fugado, apañó el infame negociado de Quiborax que, por incapacidad y/o corrupción de su gobierno le costó al país $us 42 millones.  Por eso ordenó a sus parlamentarios que me inicien juicio para ocultar esta traición a la Patria que algún día pagará”, escribió Mesa.

Mientras, el jueves, Morales consideró que Mesa está “asustado” por la aprobación del juicio en su contra y le llamó “historiador golpista”.

“Desesperado y asustado, Carlos Mesa, el historiador golpista, inventa cada día una nueva falsedad para conseguir impunidad. Al acusar a exautoridades y al hermano @LuchoXBolivia, admite y confiesa la existencia del daño económico que él provocó en su gobierno con el caso Quiborax”, afirmó Morales en la misma red social.

El miércoles, la Comisión Mixta de Justicia Plural, Ministerio Público y Defensa Legal del Estado de la Asamblea Legislativa aprobó el juicio de responsabilidades contra Mesa por los delitos de resoluciones contrarias a la constitución y las leyes, incumplimiento de deberes y conducta antieconómica, en el marco del caso Quiborax.

En 2004, durante el gobierno de Mesa, se determinó revertir las concesiones mineras que tenía Quiborax en el salar de Uyuni. Tras ese hecho la empresa chilena acudió ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) y Bolivia perdió el proceso, y llegó a pagar en 2018, durante el gobierno de Morales, $us 42,6 millones de indemnización.

Por ello, Mesa considera que con el juicio en su contra en realidad solo se busca “blanquear” a los responsables del gobierno de Morales.

“Bolivia aceptó pagar $us 42 millones a esos ‘piratas’ mediante un acuerdo donde están el exprocurador Héctor Arce, el exprocurador Pablo Menacho, el exministro de Minería César Navarro. Y quién es el cajero que autorizó el desembolso (de ese dinero) en favor de la empresa pirata chilena, nada más y nada menos que el entonces ministro (de Economía) Luis Arce, hoy presidente de Bolivia”, dijo Mesa el jueves en una conferencia de prensa.

Por tanto, Mesa, en su descargo, remarcó que él lo único que hizo fue “nacionalizar el salar de Uyuni declarando completamente tierra fiscal su costra salina y anular una concesión ilegal de la empresa Quiborax”.

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