Gobierno reactiva la Planta de Urea y presidente Arce ya piensa en una segunda fábrica

El Gobierno boliviano indicó que se registra un daño económico de 450 millones de dólares como efecto de su paralización durante 22 meses

El Gobierno nacional reactivó este lunes las operaciones de la Planta de Urea y Amoniaco (PAU) de Bulo Bulo. El presidente Luis Arce, dijo que es el símbolo del “proceso de cambio” al que se le produjo un daño económico de $us 450 millones; sin embargo apuntó que apoyará a la producción agropecuaria nacional, por lo que ya piensa en una segunda planta.

Acompañado de diferentes autoridades y del líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, calificó este día de “histórico”, porque las operaciones de la planta que se ubica en el municipio cochabambino de Entre Ríos, se reactivan después de 22 meses.

“Esta planta que hicimos en nuestro gobierno a la cabeza del hermano Evo Morales es un símbolo no solo del proceso de cambio, sino de que es posible industrializar al país en base a nuestros recursos naturales”, dijo en el acto protocolar de reapertura.

Asimismo, refutó la aseveración del gobierno transitorio que la planta estaba vinculada a la producción de sustancias no controladas, y que por eso se la emplazó en el trópico de Cochabamba y posteriormente se decidió cerrarla.

El Presidente dijo que ya se veía venir un daño económico al Estado, que hoy se cuantifica a $us 450 millones, y que de no haberse paralizado esta planta ya se habría comenzado a construir una segunda, aunque no precisó el lugar; no obstante, afirmó que tendrá un costo de $us 900 millones.

“El pueblo boliviano no se equivocó porque hoy estamos corrigiendo estos errores, pero que tienen un enorme costo económico para el Estado. 450 millones de dólares de daño no es una venganza política, que no se nos vengan quejar”,  manifestó el mandatario al pedir que se dé con los responsables del perjuicio económico que cuantifican.

Del mismo modo, indicó que la reactivación favorecerá a la productores agropecuarios que estaban cancelando $us 833 por tonelada de urea cuando la que se produce en Bolivia cuesta $us 400.

“Más del doble estaba pagando el agro boliviano por una urea importada (…) ese daño de importar cuando se puede producir internamente no está en los $us 450 millones que hablaba”, apuntó más adelante.