Hay nuevas señales de tensión en el oficialismo



Fuente: El Deber
Mauricio Quiroz Terán

 

 

Tras el congreso orgánico del Movimiento Al Socialismo (MAS), que definió un pleno respaldo al gobierno del presidente Luis Arce, las tensiones volvieron al interior del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS). Esta vez, además de la corriente renovadora que suele incomodar al núcleo del partido donde está Evo Morales, también se notaron fricciones entre organizaciones urbanas y rurales.

A esto se suma la reaparición del diputado Rolando Cuéllar (MAS), un seguidor confeso de David Choquehuanca, el vicepresidente que representa el ángulo más conciliador del partido gobernante.

Cuéllar cuestionó al entorno de Evo Morales y luego insistió en la renovación interna. “Es tiempo de evaluar lo que hizo el exministro Carlos Romero en 2019 para evitar el golpe”, afirmó y acusó al exministro Juan Ramón Quintana de “negligente” ante los sucesos de ese año y que ahora son parte de varios procesos legales.

Esta posición surgió el viernes cuando las posturas de Choquehuanca y Morales, expresadas el 3 de septiembre en la inauguración del congreso de mujeres interculturales de Bolivia, estuvieron marcadas por alusiones de la crisis de 2019.

El politólogo Marcelo Arequipa cree que estas nuevas tensiones no implican que existan dos proyectos políticos al interior del partido. “Veo a un Evo que ha podido modificar el estatuto de acuerdo con su propuesta, y a un David metido en otra agenda”.

Arequipa también cree que existen tensiones derivadas de una polarización social, entre lo urbano y rural. “El MAS cambia el estatuto y le da prioridad al Pacto de Unidad, que son más organizaciones del área rural, y Evo, para intentar unificar constituye el Estado Mayor del Pueblo con organizaciones urbanas”, apuntó el especialista.

En este escenario, el MAS prepara para los próximos días una estrategia “de unidad” para denunciar una supuesta desestabilización contra Luis Arce con las demandas de otros sectores sociales como las que expresan los indígenas de las tierras bajas.

“En Bolivia hay una conspiración. Hay una intención de hacerle creer al pueblo que el gobierno de Arce es malo. Nada es casualidad, ni la marcha de los indígenas ni el pronunciamiento de organismos internacionales. Eso en los siguientes días vamos a poder comprobar. Es la estrategia de la derecha y eso ha pasado en Ecuador y en Brasil”, afirmó el diputado Renán Cabezas.

El jefe de bancada de Creemos en la Cámara de Diputados, Erwin Bazán, aseguró que “en estos momentos el sistema democrático está en riesgo” debido al proyecto hegemónico del MAS que está afectado el estado de derecho con los juicios de responsabilidades y la persecución judicial contra los opositores.

Morales, quien estuvo en Cuba, prevé evaluar este escenario político con la cúpula del MAS.