Fuente: https://www.opinion.com.bo
“Es un escenario muy triste. Las madres, cuando ya no hay salida, solo buscan proteger a sus crías, se echan sobre ellos para protegerlos lo más que pueden. Dan su vida por sus bebés”, es parte del relato de Anahí Paravicini, voluntaria del equipo de bomberos Quebracho, después de haber batallado contra el fuego durante 12 días en la localidad cruceña de Chochís.
De no haber sido por las lluvias que ayudaron significativamente en la reducción de los numerosos focos de calor, que arrasaron miles de hectáreas de bosque y hogares de numerosos animales de la zona, el equipo de bomberos voluntarios y comunarios continuarían luchando contra las llamas hasta el cansancio.
“No se puede evitar sentir tanta impotencia cuando te topas con los animales que sufren los terribles efectos de los incendios, es su hogar el que se pierde, es toda su vida. Es también cuestión de fortalecer esa parte en nosotros cuando llegamos a una zona de peligro con todas el contingente”, indica desde su experiencia.
El equipo de bomberos voluntarios Quebracho, permaneció en la localidad de Chochís, perteneciente al municipio cruceño de Roboré, un total de 12 días, sin descanso y alimentados por la caridad y gratitud de los comunarios, de los cuales muchos son de escasos recursos, pero “grandes en corazón y solidaridad”.