Que indica la genética sobre la existencia de razas y la identidad de género en la población humana

Genoma Humano

Un genoma es el conjunto completo de ácido desoxirribonucleico (ADN) de un organismo, un compuesto químico que contiene las instrucciones genéticas necesarias para desarrollar y dirigir las actividades de cada organismo. El ADN está formado por dos hebras emparejadas y retorcidas. Cada hebra está formada por cuatro unidades químicas, llamadas bases de nucleótidos. Las bases son adenina (A), timina (T), guanina (G) y citosina (C). Las bases en hebras opuestas se emparejan específicamente; una A siempre se empareja con una T y una C siempre con una G.

El genoma humano contiene aproximadamente 3 mil millones de estos pares de bases, que residen en los 23 pares de cromosomas dentro del núcleo de todas nuestras células. Cada cromosoma contiene de cientos a miles de genes, que llevan las instrucciones para producir proteínas. En septiembre de 2012, después de años de esfuerzo por parte de cientos de investigadores, se publicó la primer secuencia del genoma humano. El Proyecto 1000 Genomas tenía como objetivo producir un catálogo extremadamente detallado de la variación del ADN humano.



Los genomas de más de 2500 personas anónimas de 26 poblaciones de todo el mundo se secuenciaron utilizando tecnologías de secuenciación de última generación. Los trabajos finales del proyecto se publicaron en Nature en 2015.Su trabajo está siendo esencial para determinar, de manera muy precisa, las características y funciones de nuestros 20.687 genes individuales y los 9213 genes que codifican diversos elementos reguladores. Cada uno de los 30.000 genes en el genoma humano puede producir hasta tres proteínas. Así pues, se ha definido que dos humanos cualesquiera son alrededor del 99,9 por ciento iguales a nivel genético

Raza

Una raza es una subdivisión de una especie de la biología que se forma a partir de ciertas características que diferencian a sus individuos de otros. Dichas particularidades se transmiten mediante los genes que se heredan.

Cabe destacar que, en el Congreso Internacional de Botánica que se desarrolló durante 1905, se decretó que el uso del concepto de raza como valor de la taxonomía no es válido. Sin embargo, su utilización aún es muy habitual, especialmente en lo referente a las mascotas. Por ejemplo: “Tengo un perro de raza caniche”, “Siamesa y angora son mis razas felinas preferidas”.

El concepto de raza también suele utilizarse en los seres humanos. Las “razas” humanas suelen diferenciarse a partir de características biológicas visibles como la cantidad de melanina que tienen en la piel (es decir, su color) y ciertos rasgos faciales. Por eso en el lenguaje coloquial se habla de raza blanca, raza negra , raza amarilla y raza de bronce.

De hecho, resulta incorrecto definir fenómenos tan dinámicos como la inmensa variabilidad humana y la historia de la evolución del hombre con un concepto estático y estéril como el de «raza». Para alejarse de la connotación social de la palabra «raza», la ciencia tuvo que modificar su forma de referirse a las poblaciones humanas, y aceptar la existencia de una sola especie: el Homo sapiens.

Las principales teorías comenzaron a resaltar que la Humanidad no tiene razas aisladas debido a la movilidad (emigración e inmigración), la sociabilidad y los procesos de mestizaje. ESTO SE HA DEMOSTRADO DIRECTAMENTE E IRREFUTABLEMENTE al determinarse que todos los humanos son alrededor del 99,9 por ciento iguales a nivel genético.
En conclusión, es hora de poner punto final a esto: NO existen razas humanas y por lo tanto el racismo como tal literalmente no existe; esa actividad social debe llamarse como lo que es, una discriminación.

Los humanos continúan dividiéndose y humillando a aquellos que son diferentes, llegando incluso a ser capaces de matar a causa de ello. La humanidad se jacta de ser superior a los animales por su capacidad de pensar y, sin embargo, y aunque dicha hipótesis cada vez tenga menos basamento, es capaz de destruir todo y a todos aquellos que se opongan a su manera de vivir.

Una de las cosas que caracterizan a la especie humana es el miedo a lo diferente, su rechazo al cambio y a todo aquello que pueda amenazar su estabilidad. Por eso, algunos religiosos denigran a los que no lo son diciendo que «irán al infierno por no creer» e intentando convertir a todos a su ideología, los homófobos arremeten contra los homosexuales y todos aquellos seres que acepten la libertad sexual, y los que agreden a aquellos que son diferentes física y culturalmente. Cuánta razón tuvo Plauto su creador y Hobbes quien popularizó la frase “el hombre es el lobo del hombre” y Einstein cuando dijo “es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio “.

Los políticos, líderes de gobiernos y analfabetos funcionales pseudodictatorcillos que pregonan ser “indígenas y originarios”, usan/abusan el adjetivo “racista” como excusa para defender sus conductas corruptas, inmorales (e.g.pedofilia) y antidemocráticas cuando se les echa en cara esas conductas; se les debe de una vez por todas hacer entender que raza y por lo tanto racismo como tal, literalmente no existe en los Homo sapiens. ¡Basta ya de acusar a alguien de racista cuando se quiere llamar la atención a una actitud de discriminación!

Que se trate de restos de un poderoso rey de la época medieval, de un esclavo egipcio, de un importante personaje del mundo del espectáculo o de los negocios, la verdad universal que gritan los huesos es que somos humanos. Debajo de nuestra piel, somos todos iguales. Aprendamos lo que la ciencia, en particular la genética, nos ha enseñado y demostrado.

Sexo, género, e identidad de género.

La descripción detallada del genoma humano trae a la luz otros dos hechos irrefutables:

Sólo existen dos sexos/géneros en el Homo sapiens, el femenino y el masculino; cada cual dictado por los cientos de genes que se encuentran en el cromosoma sexual femenino y en el cromosoma sexual masculino, respectivamente. Los genes dictan el genotipo y el fenotipo (las características sexuales de la mujer y el hombre). Por lo tanto, la creciente y muy activa asignación de” identidad de géneros” (travestis, hombres en cuerpos de mujeres, mujeres en cuerpos de hombres, transgéneros, Homo sapiens de género no identificado, etc, etc) son actitudes, preferencias o políticas de género (es decir que es el género/sexo que cada persona siente/prefiere, independientemente de que haya nacido hombre o mujer), pero NO SON IDENTIDADES de género.

Así mismo, es importante indicar que no existen genes para la homosexualidad por lo que no se nace ni se hereda el ser homosexual.

El elitismo, el clasismo, el especismo y el sexismo, son de los males más atroces que viven nuestras sociedades. El definir claramente, comprender y asimilar los conceptos expuestos en este artículo tienen como meta ayudar a los Homo sapiens a despojar o mínimamente reducir esos males.

Ronald Palacios Castrillo, M.D.,Ph.D.Médico Doctorado en Genética Molecular y en Inmunología.