Bolivia frente a la crisis logística: desafíos y oportunidades

Tres expertos analizan el tema y sugieren posibles vías de acción, desde negociar acuerdos de libre comercio con países vecinos hasta agilizar la “tramitología” de exportación, pasando por mejorar las conexiones ferroviarias y fluviales.

El retraso mundial en el transporte marítimo de contenedores afecta al país, que también debe lidiar con sus propios problemas logísticos. Desde eju.tv entrevistamos al economista Mauricio Ríos García; al ex presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (CANEB), Wilfredo Rojo; y al gerente técnico de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (CADEX), Rafael Riva.



“La crisis fue creada por los gobiernos intervencionistas”

Ríos García opinó que la crisis logística es una derivación de la política de confinamientos adoptada frente a la pandemia por “gobiernos intervencionistas”, a pesar de que “fue abundantemente demostrado que las cuarentenas masivas y forzosas no sirven para detener el avance del virus”.

“No sólo que no les basta con haber intervenido en la economía como nunca antes en la historia, sino que además pretenden decirle al sector privado cómo deben hacer las cosas para recuperarse”, dijo, al momento de cuestionar las medidas anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para atacar los cuellos de botella en el transporte de carga mundial.

“Las medidas de Biden, por muy buenas que puedan ser sus intenciones, no terminan con el problema, pues si algo ha quedado claro en los últimos dos años es que la planificación central de la economía siempre termina en desastres. Lo que Biden tiene que hacer es liberalizar la economía lo más posible, para que sean los empresarios, el mercado, el que encuentre el mejor camino posible hacia la recuperación. ¿Qué sabe Biden sobre empresas? Nada, absolutamente nada. ¡Biden ha sido congresista durante 50 años!”, remarcó.

Sobre la situación de Bolivia, el economista señaló que el escenario para la recuperación “es muy complicado”, porque “lo que la impide supera con mucho el pésimo estado que tienen las carreteras nacionales. Necesitamos fortalecer las instituciones, el Estado de Derecho, proteger los derechos individuales de propiedad privada, mejorar el ambiente para la inversión privada, recortar el gasto público de manera decidida”.

Ríos García recomendó “para el mediano plazo, la firma de la mayor cantidad de acuerdos comerciales que fuera posible, empezando por Chile. Sin privilegiar grupos empresariales, sino con un principio de libre competencia. Luego, con una mirada de más largo plazo, se puede pensar no sólo en la privatización de la Administradora Boliviana de Carreteras, sino también en que las propias carreteras fueran privadas. Si Bolivia tiene pésimas carreteras es debido fundamentalmente al botín político y de corrupción en que han convertido a la ABC”.

“El interlocutor con los puertos chilenos debe ser el sector privado”

Por su parte, Wilfredo Rojo indicó que la crisis logística se ha generado “por la cuarentena que cumplen los barcos al llegar a los puertos”, que estaría provocando un retraso de 30 a 34 días en la circulación de los contenedores.

“Esto también lleva a disparar los precios, porque mantener un buque con marineros y capitanes haciendo cuarentena cuesta plata”, señaló.

El ex presidente de los exportadores bolivianos dijo que a nivel nacional “hay cuellos de botella con los puertos chilenos y en la Hidrovía Paraguay-Paraná están totalmente encallados, por las aguas más bajas en casi 30 años. Se trató de vender la idea de Ilo, pero es un puerto que no funciona, es muy pequeño tanto para la exportación como para la importación”.

Sobre los aumentos de precios en el mercado interno, debidos al problema logístico, dijo que esto ya ha comenzado a verse en un encarecimiento de los implementos para el sector agrícola y también en el comercio automotriz, donde las movilidades deben encargarse con seis meses de anticipación.

“Habría que dinamizar más el comercio intrarregional, sudamericano. Es una oportunidad, sobre todo con la CAN y el Mercosur. Sería más fácil si tuviéramos la ferrovía con Argentina bien habilitada. Hay que pensar en soluciones con medidas estructurales, como Puerto Busch, o desarrollar proyectos en conjunto con el gobierno de Brasil. Hay estudios para salir por Rondonia al Amazonas y desde ahí llegar a Europa y Estados Unidos”, comentó.

Rojo agregó que, respecto al acceso a los puertos chilenos, “el interlocutor válido debe ser el empresario privado, porque la ASP-B (Administración de Servicios Portuarios-Bolivia) entorpece las relaciones con Chile y encarece el costo logístico de las exportaciones e importaciones. La operación debería hacerla una institución privada, con supervisión de la parte pública para revisar que el tratado de 1904 se cumpla”.

“Simplificar la logística documental”

Para Rafael Riva, la situación logística mundial es “una tormenta perfecta”, con un transporte marítimo de líneas regulares que ha incrementado sus fletes hasta en un 500%.

“Existen demoras en los puertos, tanto para cargar como para descargar, y los contenedores no pueden ser retirados a un ritmo que pueda mejorar la rotación de las unidades”, señaló.

El gerente técnico de la CADEX dijo que a nivel nacional también se sufren problemas por el descenso histórico del nivel de agua en la Hidrovía, mientras que “los pasos de frontera se han visto complicados por cuestiones sanitarias y restricciones que imponen los países vecinos, situación que demora el cruce, en algunos casos hasta 3 días”.

Riva indicó que en medio de esta crisis hay oportunidades para Bolivia como exportador de alimentos: “Hay que potenciar la productividad y diversificar los mercados de exportación, no sólo en los países de ultramar, sino con los países vecinos”.

“Para esto hay la necesidad de mejorar la logística documental, simplificando y digitalizando los trámites. Esto tendría un impacto importante en las empresas. La creación de una Ventanilla Única de Comercio Exterior es un proyecto que esperamos se pueda concretar en el plazo más corto posible”, enfatizó.

Edición y entrevistas: Emilio Martínez