Crisis mató al Ave María, colegio de 57 años que nació para ayudar


Este centro se fundó en 1964 en el populoso barrio de Caiconi, hoy Villa Fátima. La administración no soportó más el déficit y los problemas económicos.

Fuente: Página Siete

El colegio boliviano-alemán Ave María abrió sus puertas a los estudiantes en 1964 con el objetivo de ayudar a niños y mujeres en situación de riesgo. Este trabajo solidario recibió ayuda económica de personas e instituciones de Alemania y Europa, pero la colaboración se  cortó en 2007.



Por más de una década, este establecimiento  intentó cubrir los huecos en su presupuesto, enfrentó problemas legales y la molestia de varios padres. Al no  encontrar una salida, el colegio  cerró sus puertas.

“El año  2022 no se podrá recibir inscripciones en ninguno de los cursos y niveles por el cierre de la unidad educativa”, se lee en un comunicado que se publicó ayer  en la puerta del colegio.  Este documento causó  la sorpresa de los padres y los estudiantes.

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“Nos alarmó la noticia”,  contó Matilde C., una mamá que tiene dos niños en el establecimiento. “Mis hijos no conocen más colegio que el Ave María y ahora estamos obligados a buscar otro centro. Es muy tarde para eso. Muchos establecimientos (privados) cierran sus listas en julio y agosto. No tendremos tiempo para encontrar otra alternativa”, dijo.

Para evitar mayores perjuicios, el colegio anunció que  hasta  fin de año  se “dará continuidad académica” con la devolución de toda documentación, la entrega de libretas escolares y los  títulos de bachiller para los estudiantes.

El establecimiento se emplazó –hace 57 años– en el barrio de Alto Caiconi, hoy Villa Fátima. Al inicio de la década de 1970, esta  institución albergaba a niñas huérfanas. Luego, el colegio arrancó  con  kínder, primero y segundo básico sin importar las creencias religiosas de las familias de los estudiantes,  aseguró la madre Christine Gruber. Ella dedicó más de 30 años de su vida religiosa al servicio de la comunidad.

Según una investigación de Martín Mercado,  entre 1997 y 2007 el colegio recibía ayuda de los benefactores europeos y, gracias a ello, se pudo congelar el monto de las pensiones en  160 bolivianos. Pero, la crisis global afectó a los ciudadanos de la Unión Europea, quienes recortaron o suspendieron la ayuda.

Los profesores y  otros funcionarios  aceptaron la reducción de los suelos para evitar un fuerte incremento de las pensiones. Así buscaron evitar perjuicios a las familias de los estudiantes.

En 2017, cuando el salario mínimo ascendía a 2.000 bolivianos, el colegio cobraba 338 bolivianos de pensiones.   Además, un gran porcentaje de los estudiantes gozaba de beca, ya sea por excelencia académica, por tener hermanos en el colegio o por estar en situación precaria, según el artículo.

Desde 2014, se realizó una campaña de información sobre el déficit que sufría el colegio. Se acordó, con la aprobación del 98% de los padres de familia, la nivelación racional y justa que evitaría su cierre.

El restante 2% rechazó no sólo esta nivelación de las pensiones, sino también la revisión de cada caso para la elaboración de un plan de pagos,  dijo  la directora Gruber, en enero de 2018, en una entrevista con  Página Siete.

En 2018, la dirección solicitó a los padres subir las pensiones de 338 bolivianos a 750 bolivianos y se desataron las protestas de algunos de los progenitores. Denunciaron que había una “mala administración” y organizaron manifestaciones en el frontis del Ministerio de Educación.

En 2019,  esta cartera de Estado multó al colegio luego de recibir denuncias de discriminación. Algunos padres se quejaron porque sus  hijos no ingresaron el primer día de clases por supuestas deudas.

Luego, el Gobierno inició un proceso en la vía judicial  contra este establecimiento por  el delito de impedir el derecho a la educación.

Los padres que no cumplieron con el incremento de 2018 llevaron a juicio al colegio. En octubre de 2019,   el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) resolvió a favor de los padres, por lo que  sólo debían pagar el incremento del 4%. Llegó luego la pandemia del coronavirus y  el colegio sufrió una nueva reducción en el costo de las pensiones, lo que agravó la situación hasta derivar en el cierre del colegio.