Padres ven que sus hijos «dejaron de aprender» en tiempos de pandemia

Tras la suspensión de las clases presenciales por la pandemia de Covid-19, la “Encuesta Datacción 2021”, realizada por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), muestra que uno de los grandes impactos en la educación es que “los niños han dejado de aprender” con las nuevas modalidades de estudio, desde la perspectiva de los padres de familia.

En tanto, otro porcentaje ve que el encierro generó “más trabajo” a los padres y que los gastos en educación “bajaron”.



La Encuesta Ceres-Datacción ha sido apoyada por el Proyecto Diálogo y Apoyo Colaborativo de la Cooperación para el Desarrollo de la Embajada de Suiza en Bolivia, implementado por Solidar Suiza.

Un total de 1.199 padres y madres mayores de 18 años (555 mujeres y 644 hombres) que tienen entre uno y ocho niños o adolescentes en edad escolar en su hogar fueron encuestados en los nueve departamentos del país.

El 51,7 por ciento de los hijos de las personas encuestadas están inscritos en una escuela o colegio fiscal. El 8,7 por ciento tiene hijos inscritos en unidades educativas privadas y el 5,9 por ciento, en colegios de convenio. La mayoría de los estudiantes asisten a clases virtuales o a distancia representando un 32,3 por ciento. El 19,4 por ciento pasa clases semipresenciales y el 14,1 por ciento continúa con la educación presencial. (Ver infografía)

Desde el inicio de la pandemia, el 25,2 por ciento de los encuestados señaló que el gasto en educación “ha bajado”. En tanto, de acuerdo a los quintiles de riqueza, se observa que la población más pobre considera que el gasto en educación “aumentó mucho”.

Sin embargo, el dato que llama la atención es que un 50,2 por ciento de los padres de familia cree que “lo peor de que hayan suspendido las clases presenciales” es que “los niños han dejado de aprender”. Un tercio de los padres considera que “tienen más trabajo” y un reducido porcentaje (6,2 por ciento) opina que sus hijos “ya no tienen amigos”.

Estos datos reflejan parte de la situación, desde la perspectiva de los padres, sobre la situación de la educación tras las medidas educativas tomadas desde 2020 por la pandemia.

“NO CONSIDERAN LA AFECTACIÓN DE QUE HAYAN DEJADO DE SOCIALIZAR”

PEDRO BADRáN Analista

Ésta es la percepción que tienen los papás encuestados, no fue realizada precisamente a los estudiantes. En una de las preguntas que se les dice “¿cómo cree que usted que ha afectado la pandemia a la educación de sus hijos?”, la mayoría sin mayor distinción de género y de estrato indica que los chicos han dejado de aprender.

Pienso que la percepción de los papás es que antes pensaban que los chicos estaban aprendiendo.

Sabemos perfectamente, porque ha habido muchos estudios previos a éste, que nuestro sistema educativo no era precisamente el mejor; más allá de las reformas que ha tenido, tenemos la incógnita de saber qué tan bueno es nuestro sistema educativo porque no ha sido evaluado por ninguna prueba clasificatoria a nivel internacional. Entonces, nos estamos volviendo como juez y parte en ese sentido. Va más que todo a una percepción de los padres en la que todos íbamos al colegio y el que no iba no aprendía. Los padres todavía están muy recelosos de cómo los chicos utilizan los dispositivos electrónicos.

Esta pregunta tenía otras opciones, entre ellas “han dejado de tener amigos”. Pensé que iba a haber un mayor porcentaje de respuesta que eso iba a ser un poco más grave que incluso el mismo aprendizaje. Sin embargo, las respuestas se han acoplado a que los chicos han dejado de aprender y que ese encierro y cambio en la modalidad educativa le ha generado más trabajo a los papás.

Entonces, veo una sociedad en que los padres no consideran importante la afectación en sus hijos de que hayan dejado de socializar y verse con los amigos, lo cual es parte fundamental para el desarrollo mental y social, desde los párvulos hasta los adolescentes.

De hecho, uno de los factores más importantes de que los chicos vayan al colegio y no se contraten tutores privados es que puedan socializar e interactuar con otros iguales a ellos.

Yo me estoy apoyando un poco en lo que sabe Cecilia Jaldín, psicóloga parvularia, quien indica que, en este momento, los más perjudicados con todo este parón educativo son los de edad preescolar. Se ha generado un retraso en todos los menores de 5 años para iniciar su proceso de socialización y se eso se verá reflejado en demoras para que empiecen a hablar, por ejemplo, porque todo empieza con la socialización.

Pero el dato que más me ha llamado la atención de los datos que tiene el Ceres es cuando se les pregunta si tienen a los niños inscritos en colegios privados, de convenio o fiscal. Incluso en el estrato más alto del quintil, el 57 por ciento dice tener a los chicos en colegio fiscal. Esto tiene dos explicaciones: es probable que entre la primera cuarentena rígida y el presenta hayan sacado e inscrito a sus hijos en colegio fiscal y la otra explicación podría ser que no hay un interés muy grande en invertir en la educación primaria de los hijos. Es un dato sobre el cual hay que profundizar la investigación.

Los datos que nos da Ceres no nos dan certeza, nos genera más dudas porque sigue siendo un tema para investigar. ¿Los chicos estaban aprendiendo antes? ¿Estaban preparados nuestros maestros para transitar a la educación digital?

Fuente: lostiempos.com