Pueblo Tsimane denuncia el olvido y la discriminación del Gobierno boliviano

Los indígenas tsimanes con apoyo de Fundación Tierra y otras instituciones presentará un Informe Alternativo a un Comité de la ONU sobre la discriminación racial de la que son víctimas.

6b0ef08a-68d8-4cbf-a26b-a4870d766989Los indígenas tsimanes exigen la atención a sus derechos en la presentación del Informe. Foto: ANF

Fuente: ANF



El pueblo indígena Tsimane’ denunció que es víctima del olvido y la discriminación del Gobierno nacional; pidió que la comunidad internacional escuche sus demandas que están reflejadas en el Informe Alternativo al Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) que evaluará al Estado boliviano el cumplimiento de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial.

El pueblo tsimane’ es de existencia precolonial y se encuentra disperso entre las provincias Moxos, Ballivián y Yacuma del departamento del Beni y las provincias de Sud Yungas e Ixiamas en el departamento de La Paz, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) la población autoidentificada tsimane’ es de 14.902 personas.

El objetivo de presentar un Informe Alternativo al CERD es visibilizar la situación de discriminación y violencia que afecta a las comunidades indígenas tsimanes, esperando que sirva como herramienta para impulsar la atención del Estado y el cambio de políticas públicas que les afectan.

En la presentación de dicho informe que se realizó este miércoles en la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia los representantes de los tsimanes denunciaron que son uno de los 36 pueblos indígenas reconocidos por el Estado “más olvidados”, cuya existencia cada vez está en mayor riesgo, señaló Clemente Caimani, tsimán de Pilón-Lajas.

La vicepresidenta del Consejo Regional Tsimane Mosetén en Pilón-Lajas, Magaly Tipuni, acotó que es el caso de su Tierra Comunitaria de Origen (TCO) “estamos olvidados, por eso alzamos la voz para que nos tomen en cuenta nacional e internacionalmente”, sostuvo.

El olvido se traduce en la discriminación y la vulneración sistemática de sus derechos constitucionalizados. “Es el pueblo más vulnerado en sus derechos”, al argumentar que los derechos fundamentales más básicos no se cumplen, como la educación y salud, acotó Severino Matenes de la Subcentral TIPNIS.

En el informe se realiza una descripción de los problemas que enfrenta las poblaciones en comunidades tsimanes, principalmente en el tema de tierra territorio, porque son despojados y obligados a abandonar sus tierras producto de la presión de otros sectores socioeconómicos que terminan obteniendo los títulos de propiedad a diferencia de las comunidades tsimanes.

Uno de esos problemas es la no titulación de sus tierras, es el caso de 12 comunidades del sector Yucumo, ubicadas entre el Territorio Indígena Tsimane’ y la Reserva de Biósfera y Territorio Indígena de Pilón-Lajas.

El 2010 sus tierras fueron declaradas tierras fiscales, estas comunidades no fueron tomadas en cuenta cuando el Instituto Nacional de Reforma Agraria realizó el saneamiento de tierras. “Reconoció derechos propietarios a todos quienes demostraron una posesión o tenencia legal de la tierra”.

Tras declarar tierras fiscales el INRA procedió a entregarlas en dotación a otros sectores sociales, “en una clara muestra de discriminación racial”. Incluso algunas comunidades que fueron desplazadas, esa institución se comprometió a reubicarlas, pero nunca cumplió la promesa.

Rosendo Merena representante del sector Yucumo manifestó que enfrentan “muchos problemas”, principalmente porque las comunidades no tienen títulos de propiedad, por lo tanto, están expuesto al “avasallamiento” de los “interculturales”, personas ajenas a sus territorios.

“Nos sentimos discriminados, como rechazados, como si no fuéramos parte de Bolivia. Ahora es un Estado Plurinacional donde nos deberían tomar en cuenta, pero eso no se hace”, insistió Tipuni.

Alcides Vadillo de la Fundación Tierra, que junto a otras organizaciones e instituciones apoyaron en la elaboración del informe, sustentó que en un informe de discriminación es importante las características que tiene el pueblo tsimane’, en ese caso dedicado a la recolección y a la caza, es decir, que la forma que tienen para sobrevivir son comunidades bastante pequeñas y con mucha movilidad.

Entonces, “cuando el Estado Plurinacional llegó a las comunidades encontró las pequeñas comunidades de seis o siete familias que para el Estado y para el INRA no son comunidades, porque son grupitos aislados en el monte”, acotó.

Explica que para las instituciones del Estado los indígenas no cumplen una función económica social en sus pequeñas tierras, porque además las familias que viven en ellas son pocas, en consecuencia, el “Estado está negando su existencia”.

Cree que de 1990 a 1992 se reconocieron TCO y reservas, pero de ese tiempo a la actualidad “no se ha avanzado nada en el reconocimiento de derechos territoriales”. Una de las consecuencias de que no tengan títulos es que permanentemente son “asediadas y saqueados sus recursos naturales”.

Tipuni lamentó que los derechos solo sean respetados en los papeles, pero que el pueblo tsiman’ enfrenta otro tipo de discriminación en el acceso a la salud, a la educación y en otros ámbitos.

Clemente Caimani sostienen que en las comunidades tsimanes no hay una presencia estatal, que si no fuera el apoyo de las organizaciones no gubernamentales o de las parroquias su situación sería más crítica, “pero mediante el Estado no hay nada”.

En el Informe Alternativo también se describe el problema de acceso a la justicia estatal y la falta de reconocimiento de sus propios sistemas normativos. Las dificultades que enfrenta la población son numerosas desde las distancias, el idioma, no hay fiscales, jueces o policías tsimanes que entiendan su cultura.

“Estos mecanismos de discriminación se vuelven atroces cuando los denunciados son pobladores tsimane’, porque son detenidos, arrancados de sus comunidades, trasladados a las ciudades, se les toma declaraciones sin traductores, sin apoyo legal efectivo y sin posibilidades de una defensa real”, se lee en el documento.

Por otra parte, se detalla las condiciones de seguridad personal y la ausencia de la protección del Estado, especialmente cuando se autorizan asentamientos en sus territorios; detalla los problemas en el ejercicio de sus derechos políticos y civiles; de sus derechos económicos, sociales y culturales; la falta de acceso a la salud y a la educación.

La realización del informe demandó al menos cuatro meses, durante ese tiempo se realizaron talleres presenciales y virtuales con las dirigencias de las comunidades con población tsimane’, incluso indígenas de las comunidades quienes contaron sus experiencias y los problemas que enfrentan.

“Nos hemos concentrado con las dirigencias para recabar la información sobre cómo se da la discriminación”, dijo Caimani, al detallar que muchos tuvieron que hacer esfuerzos de viajar en canoa, a pie, en lluvia o bajo cualquier circunstancia solo con el objetivo de apoyar que se realice el informe.

El CERD de la Organización de Naciones Unidas evaluará al Estado boliviano el cumplimiento de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial. El Estado representado por el Gobierno presentará un informe oficial sobre discriminación racial; sin embargo, la sociedad civil también puede presentar informes alternativos.

Severino Matenes cree que la presentación del informe se constituye en un hecho “histórico”, porque le pueblo tsimane’ se hará escuchar a nivel internacional, ya que en el país no toma en cuenta su existencia.

“Los informes que presenta el Estado boliviano son como si todo estuviera bien, pero en la realidad hay tantas cosas que están fallando”, sostuvo el indígena.