Desde liderazgos inexpertos hasta un atrincheramiento previo que posterga un posible diálogo, pasando por problemas de cohesión en las bancadas. Son algunos de los puntos que los analistas políticos subrayan en la legislatura 2020-2021.
El próximo 3 de noviembre, la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) cumple un año de gestión. Para evaluar esta primera legislatura después de un accidentado periodo de crisis electorales y cambios de gobiernos, eju.tv consultó la opinión de dos reconocidos politólogos, José Rafael Vilar y Luis Andia.
Inexperiencia
“La ALP que surge en octubre de 2020 viene con caracteres distintivos. Casi ninguno de los asambleístas de las tres fuerzas representadas tiene experiencia anterior. Esto se entiende hasta en la experiencia política, escasa en la mayoría. Ningún asambleísta repite de la anterior ALP”, remarcó Vilar.
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Imposición de leyes
El cientista político dijo que, al haberse eliminado el requisito de 2/3 para varias decisiones importantes, “se afecta principalmente a la capacidad de bloqueo de la oposición. Sin necesidad de rodillo la bancada masista ha aprobado muchas leyes, en gran parte coactivas o represivas”.
“Las bancadas opositoras han sido obviadas en algunas de ellas, ya sea por el trabajo de comisión donde no participaron o por el Pleno. De algunas, varios asambleístas versionaron que no se enteraron”, acotó.
Falta de cohesión y poca fiscalización
Vilar fue crítico sobre el desempeño de las bancadas opositoras, que “no están cohesionadas dentro de ellas ni entre sí y se notan los intentos de varios parlamentarios de destacarse, incluso sobrepasando la línea de bancada. Las bancadas opositoras han fiscalizado poco o nada, dedicándose principalmente a reaccionar frente al oficialismo, en la ALP o ante el gobierno central, o en el peor de los casos a enfrentarse entre sí, hasta el nivel de las declaraciones de la senadora Barrientos”.
Sin embargo, también apuntó a la existencia de divergencias en la bancada masista, que “no es homogénea bajo el discurso pro-Evo, aunque mantiene una disciplina de voto vertical. Está organizada bajo la consigna fue golpe”.
“Estamos saliendo de una crisis profunda”
Por su parte, Luis Andia dijo que estamos saliendo de una crisis política profunda y consideró que el análisis sobre el desempeño de la ALP debería hacerse en ese marco.
“Que se hayan anulado unas elecciones y entre medio haya renunciado un presidente: no se puede hablar en términos de política de una crisis más profunda por la que pueda pasar un país. Luego ha habido un gobierno transitorio con muchas dificultades y en medio de una pandemia pudo llegarse a una nueva elección e institucionalizar, darle nuevamente legitimidad a las autoridades políticas de nuestro país”, recordó.
Andia opinó que después de eso “la crisis viene en descenso. Si bien ha ganado nuevamente el MAS y se le quieren transferir las mismas críticas, ya no tienen la misma fuerza, porque no estamos hablando del mismo presidente. También es su primera gestión y no es alguien que se quiera quedar con artimañas jurídicas”.
“En un contexto de ascenso de crisis se daba de manera natural una polarización en el país, que acabó en grandes movilizaciones de uno y otro lado y en hechos de violencia. En este nuevo contexto, no tenemos en el horizonte corto una crisis de la naturaleza que vimos. Sin duda van a haber movilizaciones, descontentos sectoriales y regionales, exigencias al gobierno, pero dentro de un proceso de normalización o de distensionamiento de lo político”, señaló.
“La ALP debe buscar acercamientos”
El analista consideró que la polarización debería empezar a bajar y uno de los lugares donde esto debe darse es en la ALP: “Es el lugar institucional del Estado republicano moderno por excelencia donde se deben discutir y presentar posiciones, para luego aproximar ideas comunes, para empezar, en las diferencias, a conseguir algunos acercamientos y consensos para poder avanzar, en momentos en que necesitamos urgentemente, por lo menos en el campo económico y sanitario, aunar fuerzas para el país, dejando un poco de lado los intereses político-electorales”.
“Se repite la polarización”
“Esta debería ser la tendencia, pero no está ocurriendo. Está haciendo falta un poco de experiencia, capacidad y liderazgo político de ambas partes. Lo que está ocurriendo es que de memoria se está repitiendo la polarización en el país, repitiendo discursos y acciones, tanto del oficialismo como de la oposición. La explicación más dura es que no hay un programa o una idea de hacia dónde se quiere ir en términos políticos e incluso de gestión, porque para poder desarrollar gestión se necesita el escenario de pacificaciones y de algunos acuerdos. Como la mayoría son líderes que recién han ingresado al ruedo político, eso está retrasando el asumir posiciones que corresponderían en este contexto”, indicó, coincidiendo con el criterio de Vilar sobre la inexperiencia de los nuevos liderazgos.
Atrincherándose antes del diálogo
El politólogo señaló que otra explicación es que “se conoce que se debe ir en esa dirección, pero cuando uno va a tener estos acercamientos lo hace con su propia correlación de fuerzas. Para tener impacto puede suceder que los polos políticos están fortaleciendo primero sus bases, actuando primero para sus bases, para luego con una fuerza consolidada socialmente poder iniciar ese segundo paso que ineludiblemente vamos a tener que dar, para poder avanzar seriamente en nuestro país”.
“Por ejemplo, el gobierno nacional hoy día podría estar intentado un acercamiento con otros sectores y regiones, pero parece que más le está hablando a su gente, que le exige procesos y acciones contra el anterior gobierno o por cosas que hubieron en la movilización. Parece que más se está actuando en función de consolidar esas bases”, opinó.
Andia observó que lo mismo ocurre con el otro polo: “Creemos y el gobernador Camacho han salido con un discurso muy calcado al del periodo en el que se hizo popular, de ser el hombre que no retrocede, valiente, que no tiene miedo de ir a La Paz y que nunca se va a ir de Bolivia, discurso claramente dirigido a sus bases, no al resto del país, a los independientes ni al centro político”.
“Todavía tenemos el ruido de la crisis”
“Están primero atrincherándose mejor, con un criterio de posteriormente poder avanzar. Eso se ha reproducido en una Asamblea polarizada, cada uno dando discursos para adentro. El oficialismo dando señales de que está trabajando para el campo popular y la oposición denunciando mediáticamente con declaraciones fuertes. Es lo que se hizo en anteriores gestiones: una guerra de desgaste lento, una guerra de posiciones polarizada. Esto es lo que no nos permite todavía salir de lo que nos dejó esta profunda crisis. Todavía tenemos el ruido de la crisis y no avanzamos hacia el siguiente paso”, enfatizó.
Edición y entrevistas: Emilio Martínez
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