Adultos mayores con hipertensión, marcapasos y con 80 años enfrentaron al virus. Otros vacunados tuvieron familiares enfermos en casa y no se contagiaron. Hay un grupo que recibió la tercera dosis sin haber enfrentado a la enfermedad
Hay adultos mayores de más de 80 años y con más de una enfermedad de base que superaron sin problemas el coronavirus. Lo atribuyen a la eficacia de la vacunación.
Yolanda Saavedra y su familia testifican esta situación. Viven en Buena Vista, pese a estar distantes de ciudades pobladas, enfrentaron al coronavirus.
Casi todos en su familia se contagiaron antes de recibir la primera dosis de la vacuna, pero en su hogar la mayor preocupación era protegerla a ella, pues además de tener 80 años, tiene hipertensión, diabetes y problemas cardiacos, lo que la colocó en el primer grupo que accedió a una dosis de vacuna contra el coronavirus.
Al mes de haber recibido el inmunizante se contagió y estuvo dos días en observación en una clínica. Luego la familia recorrió un hospital y otro en busca de espacio para internación de terapia intermedia. En esa búsqueda, llegaron al Japonés y pese a un hisopado con resultado negativo, una prueba Elisa y una tomografía confirmaron la presencia del virus y el daño en los pulmones.
“Nos enteramos que tenía covid-19 y pensamos lo peor, sobre todo por su edad y todos los problemas de salud que tiene”, contó su nieta, Dagyane Áñez.
Recordó que un día su abuela saturaba 85, pero después de una evaluación, los médicos le recomendaron llevarla a casa y tenerla bajo observación médica. “Gracias a Dios mi abuelita salió de todo esto, los doctores nos dijeron que le ayudó mucho la vacuna”, cuenta Dagyane.
Tres meses después del crítico momento, la mujer recibió su segunda dosis contra el coronavirus y la familia considera como una bendición que Yolanda haya sobrevivido al coronavirus.
Compartieron con enfermos
Hay personas que recibieron la vacuna y tuvieron a familiares contagiados, pero no enfermaron. Este es el caso de María Lid Pérez, quien el pasado jueves fue con un grupo de amigas y familiares en busca de la tercera dosis contra el coronavirus.
El caso de María es muy particular. En su vivienda enfermó un familiar de coronavirus y ella salió invicta, pero asegura que eso fue posible porque ya estaba vacunada y también cumplió con las medidas de bioseguridad. “No es decir que uno está vacunada y ya se puede exponer, se tomó todos los cuidados desde que sospechamos que era eso, pero como dicen que el enfermo contagia desde antes…pese a eso, no enfermamos”, resalta.
Nancy Dorado está más convencida aún de que la vacuna la protegió contra el coronavirus. “He tenido enfermos en casa, todos nos protegimos, pero no me contagié. A mi hija que ya estaba solo con una dosis le vino leve y a mi hijo el año pasado, sin vacuna, le dio fuerte”, asegura.
Similar situación atravesó Mamerto Vargas, de 72 años. Él recibió la primera vacuna, pero al mes enfermó su hija. “Ella se aisló rápido y se recuperó sin mayor contratiempo. A mí me ayudó la vacuna para no enfermar”, resalta.
Ana Lino, con 72 años, junto con su esposo Manuel Paniagua, enfermaron de coronavirus este año. La condición en la que se enfrentaron al virus fue distinta. Ella tenía las dos dosis de Sinopharm y él solo una, pero del inmunizante ruso Sputnik V.
Aunque ahora los dos festejan que pasaron sin mayores complicaciones la enfermedad, tuvieron que visitar al médico. “Llegué a la clínica, pero fue leve, solo estuve en sala, no entré a terapia ni ocupé oxígeno”, resaltó Ana.
Su esposo recibió el alta médica a los diez días y ella tuvo que aguardar cuatro días más.
“Pensé que sería grave o que podría llegar a terapia, pero no fue así. Pienso que la vacuna ayudó mucho”, insiste.
No enfermaron
Son del grupo de riesgo, pero a la fecha no han sentido los síntomas del coronavirus. Este es el caso de Rubén de Leva, que celebra el hecho de no haber enfermado con el virus, asegura que ha tomado todos los cuidados necesarios, porque está dentro del grupo de riesgo. “En casa nadie enfermó de coronavirus, tuvimos muchísimo cuidado. Trabajé casi un año por Zoom, haciendo los programas de televisión y radio por esta plataforma”, recordó.
Asegura que recién este año volvió a sus actividades normales.
Mario Nieva Flores, es otro de los que asegura que solo ha tenido resfríos y todos fueron muy leves. “No enfermé de coronavirus, pero sí tuve unos resfríos leves. Pienso que la vacuna me ayudó bastante. Tengo la primera y la segunda dosis y ahora vengo por mi tercera”, dijo el hombre de 74 años, mientras esperaba en el ingreso al punto de vacunación habilitado en la Uagrm.
Similar situación pasó Juan Mariscal, aunque su caso era de mayor riesgo por pertenecer a la tercera edad y por tener la presión alta y diabetes. Con sus 68 años ya tiene sus dos vacunas y espera el refuerzo. “Ahora todos en casa están vacunados, siempre tuvimos igual todos los cuidados de bioseguridad, nadie enfermó, pero pienso que la vacuna ayudó mucho”, enfatizó.
A su vez, Santos Valencia con sus 63 años recibió su tercera dosis el primer día que atendió el centro de la universidad estatal. “No enfermé, todo tranquilo. Otros dicen que uno se vacuna y tiene síntomas, pero es mentira, no pasa nada. Yo todo tranquilo”, resaltó aún emocionado por recibir su tercera dosis, pues apenas se enteró que se habilitó la aplicación dejó sus actividades, buscó sus certificados y fue hasta el centro correspondiente.
Especialista
El infectólogo Juan Saavedra señaló que ninguna vacuna tiene efectividad del 100%, por lo que vacunados y no vacunados deben seguir cumpliendo con las medidas de bioseguridad.
Añadió que la primera dosis no brinda una inmunización completa y, por ello, son más frecuentes los contagios en personas con una sola dosis. Por eso, insiste en que se necesitan completar el esquema de inmunización para tener una mayor protección, especialmente contra las formas graves del coronavirus, para no llegar al servicio de cuidados intensivos.