«Yungas de pie»: de los gases al festejo por retoma de Adepcoca

Arnold Alanes, afín al MAS, se retiró en soledad pero más tarde aseguró que el Gobierno respondió a su pedido de construcción de otro mercado de coca en La Paz.

Carlos Quisbert  / La Paz

Al grito de los “¡los Yungas de pie!” y “¡sí,  se pudo!”, ayer miles de cocaleros pasaron de la represión policial con gases lacrimógenos a la algarabía con música y baile, luego de retomar el mercado de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) de manos del grupo del dirigente afín al MAS, Arnold Alanes.



En el día 15 de conflicto, ayer aproximadamente 30.000 productores de coca de los Yungas se concentraron en la calle 10 de Villa El Carmen desde las 7:00. A las 10:30 se llevó a cabo una pequeña reunión y comenzó  la masiva marcha que en un inicio debía detenerse al ingreso de Villa Fátima para realizar una asamblea general.

Paralelamente, en una tarima montada en la Plaza del Maestro de Villa Fátima, Alanes y cerca de 300 personas comenzaban a organizar otra asamblea. Las dos convocatorias se habían hecho desde el  miércoles, luego de que el grupo del Comité de Autodefensa fuera duramente reprimido por la Policía y encapuchados atacaran con dinamita el edificio del hospital de Adepcoca.

Los cocaleros buscaban retomar su mercado desde que la madrugada del 20 de septiembre, el mismo grupo de infiltrados entre la Policía tomaron ese edificio mediante explosiones de dinamita y luego recibieron el apoyo de los efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP). Los hechos dejaron heridos y se denunció el robo de gran cantidad de sacos de coca que estaban en los galpones.

Al mediodía de esa fecha -luego de  una pelea campal entre cocaleros afines al MAS en Chuquiaguillo- con abrazos, los efectivos de la Policía entregaron el mercado de Adepcoca al grupo encabezado por Alanes. De esa manera, se  iniciaron las jornadas de movilización entre productores de los Yungas, que relegaron al otro  presidente de Adepcoca, Armin Lluta, señalado por no proteger su edificio.

Con los ánimos repuestos, el sector organizado por el Comité de Autodefensa, el fin de semana, anunció que las protestas se masificarían y que sólo después de retomar su mercado conformarían un comité electoral para llamar a nuevas elecciones; esto sucederá hoy. La multitudinaria marcha bajó ayer con la consigna de que la Policía debía retirarse y el grupo de Alanes, dejar su mercado.

Cocaleros de las 17 regionales marcharon con sus dirigentes al frente, acompañados de un grupo autóctono, pero  no se hizo la parada anunciada. La cabeza de la marcha bajó directamente hasta Villa Fátima, donde se encontraron con tres cercos de la Policía, cuyos efectivos formaron una barrera con sus escudos.

El intento de pasar a su mercado llegó a los forcejeos y pese a la resistencia de los efectivos, que hicieron uso de agentes químicos, los cocaleros rompieron la barrera humana y los uniformados retrocedieron hasta puertas del mismo mercado.

Minutos antes de que los yungueños llegaran a ese punto, los pocos asistentes a la  asamblea de Alanes comenzaron a retirarse, atemorizados por la masiva marcha que se aproximaba. La alerta fue tal que Alanes, sin hacer uso de la palabra, se bajó de la tarima y caminó hasta el mercado. Sin embargo, no ingresó y se retiró en soledad.

Minutos después comenzaron los disturbios. Durante más de  una hora, una nube de humo y gases lacrimógenos cubrieron la avenida Las Américas, la Plaza del Maestro y las esquinas de acceso al mercado de Adepcoca.

La masiva cantidad de productores de coca respondieron  a la gasificación y avanzaron  lanzando piedras y haciendo detonar dinamita;  los cocaleros arrinconaron a los policías y algunos salieron huyendo ante la agresión de la gente. Según el recuento de la Defensoría y del Comando Departamental de la Policía, hasta las 15:30, 63 efectivos debieron ser resguardados en un domicilio cercano a la calle Arapata.

El último reporte de la Policía  dio cuenta  de 19 policías heridos, la mayoría con lesiones y  golpes en la cabeza. En las imágenes captadas por los medios de comunicación, se observó como uno de los policías recibió puntapiés mientras estaba tendido en el piso y le robaban su equipamiento. El uniformado, ya sin casco, presentaba  sangrado y no podía ponerse de pie.

Otros dos efectivos fueron rescatados por vecinos en sus domicilios. “Este sector de los cocaleros hizo un uso desproporcionado de dinamitas; varios de los efectivos policiales han sufrido daño en su  integridad física, por las esquirlas que provocaron las explosiones”, informó el comandante departamental de la Policía, Augusto Russo.

Una hora después, tal como lo había anunciado Russo, con ayuda de los dirigentes, los 63 policías lograron salir en medio de gritos, algunos golpes y el resguardo de un cordón de cocaleros.

El festejo de los socios de Adepcoca, con música y baile luego de recuperar su mercado.
Foto: Carlos Sánchez /Página Siete

Pero cerca del mercado el panorama era otro:  comenzó el festejo al son de zampoñas  y tambores y la arenga repetida a gritos: “¡los Yungas de pie!”. Varios cocaleros tomaron los balcones e hicieron ondear la tricolor boliviana y las banderas blancas con una hoja de coca estampada en el centro.

“Evo Morales, deje de causar violencia. El ministro (de Gobierno Eduardo) Del Castillo debe renunciar, por incapaz y por proteger a un mentiroso como es Alanes. Nos han disparado con balines  y nos dinamitaron con sus infiltrados y querían matarnos”, sostuvo Fernando Nina, productor de coca de Coripata en medio del festejo.

Otro  mercado
  • Gobierno Luego de ser  echado de Adepcoca, el dirigente Arnold Alanes, afín al MAS,  reapareció en el Ministerio de Desarrollo Rural, y con  un grupo festejó porque el Gobierno aceptó su pedido de comprar y hacer construir un nuevo mercado de coca. “No hay mal que por bien no venga”, dijo.
  • Rechazo Los dirigentes de Cofecay y las 17 regionales rechazaron el anuncio y pidieron que el Gobierno no se entrometa con el cultivo y la comercialización de coca.