AMLO: Evo y el MAS no debieron insistir tantas veces en la reelección

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sostiene en su libro A la mitad del camino que un dirigente no debe, en ninguna circunstancia, profesar demasiado apego al poder.

Fuente: Página Siete

Pablo Peralta M.



Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente de México, sostiene que el exmandatario Evo Morales y el Movimiento Al Socialismo (MAS) no debieron insistir tantas veces en la reelección. Aquella postura es expresada por el jefe de Estado del país norteamericano en A la mitad del camino, libro que publicó en septiembre.

“Evo  como los dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS)  cometieron errores, pues no debieron insistir tantas veces en la reelección; un dirigente no debe, en ninguna circunstancia, profesar demasiado apego al poder”, asegura el presidente de México en su libro.

En 2017, el MAS interpuso un recurso ante el Tribunal Constitucional Plurinacional con el fin de habilitar a Morales para las elecciones de 2019. Esa institución dio luz verde para que el entonces mandatario se presentara a esos comicios, pese a que, en el referendo del 21 de febrero de 2016, la mayoría dijo “No” a la reelección.

En su libro, AMLO agrega que la insistencia en la reelección “no borra lo mucho que hizo el Gobierno de Evo por su pueblo ni justifica el golpe de Estado”.

El mandatario de México también rememora que cuando fungía como oposición, la actitud de Morales no fue cercana, como la de casi todos los gobernantes izquierdistas de la región. En ese marco, señala que su política exterior no está motivada por ideologías, sino por principios de justicia, igualdad, libertad, democracia, soberanía y fraternidad.

“Cuando fuimos oposición en México, la actitud de Evo, como la de casi todos los gobernantes de izquierda en América Latina, no fue precisamente cercana. Existía todavía entonces en nuestra América cierta devoción por el Partido Revolucionario Institucional”, agrega.

La salida de Morales

Morales dimitió el 10 de noviembre de 2019, el mismo día en que se difundió el informe preliminar de la auditoría de la Organización de Estados Americanos   a los comicios fallidos del 20 de octubre de ese mismo año.

Entre el 11 y el 12 de noviembre se establecieron mesas de diálogo en la UCB, facilitadas por Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) y los embajadores de España y de la Unión Europea. A las citas asistieron tanto representantes del MAS   como de la oposición.

El 11 de noviembre de 2019 se instalaron dos mesas de diálogo, una en la mañana y otra en la tarde.  La CEB indica que “el único orden del día” que se permitió abordar por parte de las representantes del MAS fue garantizar la salida segura de Morales a México, según la “Memoria de los hechos del proceso de pacificación en Bolivia octubre 2019-enero 2020” de la CEB.

“El diálogo era casi imposible, debido a las constantes salidas de la senadora Adriana Salvatierra de la sala de reuniones, para atender o hacer llamadas telefónicas. En todo momento exigió que el grupo asegurase la salida de Evo Morales, y después, se continuaría la reunión”, se lee en la memoria.

Ese mismo día, el 11 de noviembre de 2019, Morales salió del país en la aeronave enviada desde México. Así comenzó su exilio de un año. Estuvo un mes en territorio mexicano y el tiempo restante en Argentina. Retornó en noviembre de 2020, después del triunfo de Luis Arce.

La misión Bolivia 

En su libro, AMLO cuenta que el 10 de noviembre de 2019 se encontraba de gira en Bacalar, Quintana Roo, cuando se enteró de la renuncia de Morales, y encomendó a su canciller Marcelo Ebrard buscar hablar con él y los dirigentes de Bolivia para ofrecerles asilo. También le instruyó comunicarse con el general secretario de la Defensa Nacional, Luis Sandoval, “para preparar la misión del traslado aéreo” a México.

Evo Morales cuando llegó a México asilado, después de renunciar, en noviembre de  2019. Foto:  AFP

 

AMLO reproduce en su libro la relatoría realizada por la Secretaría de la Defensa sobre la misión.  Según ese texto, el piloto al mando de la aeronave enviada a Bolivia y también responsable de la misión fue el general de grupo piloto aviador diplomado de Estado Mayor Aéreo Miguel Eduardo Hernández Velázquez, de quien se describe que está “habituado a efectuar vuelos prolongados sobre el mar y cruces del Atlántico del Norte y del Pacífico”.

Otra persona que viajó en la aeronave fue Froylán Gámez Gamboa, asignado a la Dirección de Asuntos Especiales de la Subsecretaría para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores, quien formó parte del equipo para “apoyar a la tripulación en la realización de las gestiones y coordinaciones diplomáticas que fueran requeridas”.

La relatoría que reproduce AMLO da cuenta que, para evitar demoras, se apostó por planificar una ruta de vuelo que no requiriera atravesar el espacio aéreo de ningún país, sino que se dirigiera, volando sobre aguas internacionales, en mar abierto, hasta llegar a Perú, único país que sería necesario sobrevolar para llegar a Chimoré (Cochabamba).

Cuando la aeronave llegó al aeropuerto de Lima, el 11 de noviembre de 2019, cargó combustible, pero en el momento en que arribó al límite del espacio aéreo peruano con el de Bolivia, el Centro de Control de Tráfico Aéreo boliviano  comunicó que el ingreso al espacio aéreo estaba denegado. La nave regresó a Lima y luego obtuvo la autorización requerida para volar al aeropuerto de Chimoré.

Ya en suelo boliviano, y estacionada la nave en la plataforma de servicio, el piloto fue a buscar a Morales. Tardó 45 minutos en ubicarlo. El exmandatario se encontraba en el edificio de la terminal del aeropuerto, junto al vicepresidente renunciante Álvaro García Linera y la ministra Gabriela Montaño.

En la relatoría se indica que estando a la cabeza de la pista y a punto de despegar, la torre de control les comunicó que la aeronave carecía de la autorización para ingresar al espacio aéreo peruano, “indicándoles que deberían regresar a la plataforma por instrucciones del personal militar que se encontraba en el aeropuerto”.

Cuando fue ejecutada la instrucción, el piloto bajó y buscó señal para comunicarse con el jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional de México, así como con el propio secretario del ramo. Fue después de aquello que, según la relatoría citada, se produjeron dos momentos de tensión.

El primero, cuando tres personas de uniforme se acercaron al piloto y uno de ellos le ordenó levantar los brazos y los otros dos lo golpearon y le dijeron que “bajarían a Evo Morales de su avión”.

El segundo, después del primer encuentro, cuando se aproximaron a la aeronave entre seis y ocho individuos, “algunos portando el uniforme del Ejército boliviano y otros vistiendo de civil, quienes portaban armas cortas y largas”,  e insistieron en ingresar a la aeronave “para extraer a las tres personas de nacionalidad boliviana que se encontraban a bordo”. Ante lo cual, el piloto les expresó que conforme al derecho internacional, toda aeronave al ostentar una identificación de la FAM y la bandera mexicana, “debería ser considerada como territorio mexicano”. Los miembros del grupo no insistieron.

Al final, la relatoría indica que cuando el piloto abordó el avión, les autorizaron el espacio aéreo de Paraguay.  Sin embargo, cuando ascendía,  el piloto observó una estela luminosa.

“Habiendo iniciado el rodaje a las 20:55 horas (tiempo local de México), despegaron a las 21:01 (tiempo local de México),   durante el ascenso inicial el piloto alcanzó a observar desde el lado izquierdo de la cabina de mando y cuando casi alcanzaba 1.500 pies sobre el terreno una estela luminosa, similar a la característica de un cohete (…) estimando el piloto que, en caso de tratarse de un proyectil, el punto desde donde fue lanzado podría estar ubicado en las inmediaciones del aeropuerto de Cochabamba, por lo que efectuó un viraje ceñido hacia el lado contrario de la trayectoria del proyectil (lado derecho) incrementando el régimen de ascenso para evitar el impacto”, señala la relatoría reproducida.

 Morales llegó a México el 12 de noviembre de 2019.

“Evo como los dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS) cometieron errores, pues no debieron insistir tantas veces en la reelección”.
“…Desde luego, eso no borra lo mucho que hizo el Gobierno de Evo por su pueblo ni justifica el golpe de Estado”.