Día del guardaparque: recuerdan a más de 15 guerreros silenciosos que murieron defendiendo la vida

Sin importar el clima, por agua o tierra, estos «guardianes de los bosques» deben realizar sus turnos las 24 horas de cada uno de los siete días de la semana.

Brenda Molina 

Un guardaparques del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Serranía del Iñao. FACEBOOK
Un guardaparques del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Serranía del Iñao. FACEBOOK

Fuente: opinion.com.bo



Con lluvia o sol, en el día o noche y los 365 días del año, la difícil labor de los guardaparques contra los incendios, tala de árboles, caza, pesca indiscriminada y hasta loteadores se realiza de forma incansable en todos los bosques y áreas protegidas del país.

«Es, quizás, una de las misiones más silenciosas, pero también una de las más importantes, toda vez que se trata del cuidado y preservación de muchos de los pulmones verdes, que posibilitan la vida y subsistencia de miles de especies de fauna y flora, además de espejos de agua y ríos que, por la mano del hombre, incluso están en peligro de extinción», expresa Alberto Terrazas, exjefe de Protección del Parque Tunari en Cochabamba, quien tuvo que ser trasladado en sus funciones al Parque Nacional Amboró (Santa Cruz) debido a una serie de amenazas que recibía por parte de un grupo de loteadores en Cochabamba.

El presidente de la Asociación Boliviana de Guardaparques y Agentes de Conservación (Abolac), Santos Mamani, recordó este día a los 18 guardaparques fallecidos a nivel nacional desde 1995, en un acto conmemorativo en el que, además, aprovechó la oportunidad para felicitar a sus compañeros e instar a la población a tomar mayor consciencia ambiental y consideración con labores como la de estos protectores de la naturaleza.

Mamani indicó también que hay un guardaparque en Apolobamba, La Paz, que perdió el habla y se encuentra postrado en cama a causa de las labores que realizaba.

Terrazas detalló que el Día del Guardaparques se conmemora cada 8 de noviembre en honor al primer fallecido en 1995, Clemente Cruz, que «perdió la vida al perseguir a los traficantes de madera y pescadores en el río Ichilo. Desde entonces ya perdieron la vida más de 15 guardaparques en defensa de nuestros recursos naturales y el medioambiente. El guardaparques, a pesar de las deficiencias económicas y políticas para la conservación de nuestros recursos naturales, realiza su labor sin importar los días de feriados, paros, bloqueo y pandemia», compartió con la plataforma Tunari sin Fuego.

Subrayó que los guardaparques del país se vieron en la obligación de «convertirse en bomberos» desde hace al menos cuatro años atrás, debido al aumento cada vez más acelerado de estos siniestros que consumen de forma irremediable miles de hectáreas de bosques amazónicos, andinos e interandinos a nivel nacional. Asimismo, también tienen que combatir la pesca indiscriminada, la tala y otros ilícitos.

En los últimos años, el loteamiento de parques y áreas protegidas también representa un conflicto dentro de sus labores, así como la expansión agrícola sin autorización.

Hasta el 2018, los datos indicaban que Bolivia registraba 17.577.200 hectáreas en sus 22 áreas protegidas, vigiladas por 324 guardaparques. En promedio, cada uno estaba a cargo de aproximadamente 54.250 hectáreas.

En el caso del Parque Tunari, el director del Servicio Nacional de Áreas Protegidas en Cochabamba (Sernap), Luder Jiménez, reportó el pasado 25 de octubre que solo hay 10 de estos «guardianes» a cargo de más de 300 mil hectáreas.