Hasta 2025, el Gobierno proyecta implementar dos plantas de biodiésel y diésel sintético, y otras seis industrias orientadas a la sustitución de importaciones. Es una nueva fase de la industrialización que incluye desde química básica hasta la hoja de coca.

La sustitución de importaciones es una de las principales apuestas que el presidente Luis Arce lanzó en su campaña electoral de 2020. Ahora, se halla establecida en el segundo eje estratégico del Plan de Desarrollo Económico Social (PDES) que impulsa su gestión para el próximo quinquenio.

El citado plan busca rescatar y desarrollar capacidades y potencialidades productivas de cada región con la finalidad de satisfacer el mercado interno, evitar que el país sea vulnerable a “choques” externos y coadyuvar en la “reconstrucción económica”, debido a que está orientado a sectores generadores de ingresos y empleos.

En ese marco, el Gobierno proyecta desarrollar la industrialización de diésel renovable (HVO), biodiésel y diésel sintético para la sustitución del 43% de las importaciones del combustible fósil, es decir de diésel oil, con la puesta en marcha de dos plantas que producirán 723,4 millones de litros por año.

Con esa perspectiva y con el objetivo de determinar la viabilidad técnica, económica, legal y medioambiental para la implementación de estos emprendimientos, el Ministerio de Hidrocarburos y Energías lleva adelante los estudios de preingeniería.

Se trata del Programa de Sustitución de Importaciones de Diésel Oil que impulsa los proyectos de Biodiésel FAME y diésel renovable HVO. De acuerdo con información de esta cartera estatal, “la materia prima para la producción de estos combustibles no es únicamente la soya, sino otras plantas como ser la jatropha, el totaí, el cusi y otros, de las cuales se obtienen aceites vegetales de segunda generación que no son aptos para el consumo humano; por lo tanto, no ponen en riesgo la seguridad alimentaria del país. Asimismo, para dicha producción se consideran los aceites usados de cocina y grasas animales”.

En el segundo eje del PDES, denominado “Industrialización con sustitución de importaciones” también se prevé fortalecer la industria farmacéutica para sustituir las compras internacionales, a través de una planta de insumos “quimofarmacéuticos” de primera necesidad.

Esta industria producirá  800 toneladas anuales de insumos, al quinto año de su implementación, para sustituir el 13% de los productos importados.

vidrio. Igual se proyecta una industria nacional de vidrio plano hasta 2025, con una producción de 17.000 toneladas anuales, que sustituirán el 22% de las compras internacionales.

En la lista se incluye una planta industrial de fertilizantes multinutrientes NPK, es decir, que contienen tres nutrientes principales: nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). La producción estimada es de 60.000 toneladas por año, que sustituirá el 38% de las importaciones.

De igual manera figura una industria de aglomerados y multilaminados cuya producción se estima llegará a 40.000 metros cúbicos (m3) en cada gestión.

Destaca entre estos proyectos una planta de química básica para la producción de ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, carbonato de sodio, hidróxido de sodio e hidróxido de calcio. Se calcula que producirá 300.000 toneladas anuales de estas sustancias.

Finalmente, el Gobierno planea poner en marcha una industria de la hoja de coca para mostrar los beneficios medicinales y nutricionales de esta planta a través de productos como crema dental, bebidas y harina.

Sobre las nuevas industrias, el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, explicó a La Razón que todo forma parte de una política que pone en el máximo sitial a la producción interna.

“Uno de los desafíos que nos estamos planteando, a partir del próximo año, es que tenemos que revitalizar la industria nacional”, dijo al citar, como ejemplo, la implementación de la planta de química básica, para la cual en esta gestión se ha invertido Bs 29 millones y se espera contar con los estudios de inversión el próximo año, y las industrias en producción hasta 2023.

“Queremos iniciar la implementación de plantas de química básica, como ácidos sulfúrico y clorhídrico, que son importantes para la industria (…) Al importar estos productos se encarece el producto final de nuestros industriales. Sin embargo, si el Estado tiene estos productos de química básica se apoyará (al sector) para mejorar los costos del producto final y, por tanto, ser competitivos”, destacó la autoridad gubernamental.

Fuente. la-razon.com