Aunque el Gobierno nacional destaca los efectos de las medidas económicas aplicadas durante el primer año de gestión de Luis Arce Catacora, analistas observan escasos resultados de dichas medidas en la reactivación económica, pues consideran que el crecimiento del Producto interno Bruto (PIB) es resultado de un efecto rebote tras el desplome de la economía en 2020.
A inicios de octubre, cuando el Banco Mundial (BM) proyectó un crecimiento del PIB boliviano del 5,5 por ciento en 2021, el presidente Luis Arce Catacora afirmó que dicha estimación tiene que ver con los resultados que comienzan a dar las medidas aplicadas durante su gobierno.
En una anterior oportunidad, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, destacó los efectos en la oferta y la demanda de medidas económicas como el Bono Contra el Hambre, el restablecimiento de la inversión pública, el Reintegro al Impuesto al Valor
Agregado (Re-IVA), el Impuesto a las Grandes Fortunas, el aumento adicional y extraordinario de rentas, los créditos SIBolivia, la reprogramación y refinanciamiento de créditos bancarios, la creación del Fondo de Garantía para el Desarrollo de la Industria Nacional (Fogadin), entre otras medidas.
Sin embargo, el economista José Gabriel Espinoza discrepa de la postura oficial al considerar que dichas medidas no tienen un impacto importante en la reactivación de la economía boliviana.
Explicó que en el país no hubo una reactivación económica, pero sí un efecto rebote producto de la apertura de la economía después de aprender el modo de manejar la pandemia tras recibir las dosis respectivas de las vacunas anticovid.
“Como reactivación como tal y salir del proceso de desaceleración en la que venía la economía desde 2014, no ha habido. Eso es algo que lamentablemente el Gobierno intenta negar”, dijo.
Agregó que, en términos de avances económicos, pondera el mantenimiento de la estabilidad cambiaria, aspecto que ha sido seriamente cuestionado porque cada día se deteriora más. “De ahí en adelante, no veo ningún otro logro”, comentó.
Sin efectos esperados.
Aunque el crédito SIBolivia, con un 0,5 por ciento de interés, fue destacado por distintos sectores, Espinoza indicó que esa medida es una fuente de inyección pequeña, razón por la que no tuvo un impacto sustancial en la economía nacional.
Por otro lado, dijo que la cifra en la devolución de los aportes de las AFP está por debajo de los 250 millones de bolivianos. “Por suerte, la gente no ha recurrido a esta medida, que tampoco es una acción que haya implementado el actual Gobierno con recursos propios, ya que es una devolución de recursos de los propios trabajadores”, enfatizó.
Respecto a los efectos del Bono Contra el Hambre, Espinoza indicó que durante la gestión 2020 se entregaron tres bonos y distribuyeron más recursos que en el periodo de Arce.
“Pese a que el Estado tenía acceso a financiamiento externo, el Bono Contra el Hambre ha sido financiado con un crédito de la CAF y el BID, mientras que durante la pandemia (2020) se tuvo que solventar todos los gastos con recursos propios”, añadió.
En ese contexto, Espinoza recalcó que no hubo medidas de apoyo al sector productivo, ya que lo primero que se hizo es eliminar la suspensión de pago de impuestos, ya que actualmente todos deberán tributar como lo hacían antes del inicio de la pandemia en el país.
Reiteró que, en términos de reinyección económica, Bolivia recibió este año 1.100 millones de dólares por concepto de remesas, cifra que quintuplica el esfuerzo que hizo el Gobierno, puesto que el esfuerzo de las familias que viven en el exterior es cinco veces superior a lo que generó el Gobierno para apoyar la reactivación.
CRECIMIENTO ECONÓMICO DE BOLIVIA FUE FAVORECIDO POR EL CONTEXTO EXTERNO
REDACCION CENTRAL
El analista económico Germán Molina explicó que el contexto externo económico fue favorable para Bolivia, puesto que los precios en el sector minero y agropecuario reportan un considerable incremento y, por ende, generan buenos dividendos para el país.
Asimismo, señaló que las remesas de los compatriotas que residen fuera del país se incrementaron, principalmente los recursos que llegan de España y Estados Unidos, lo que generó divisas para Bolivia.
Molina señaló que la principal de la gestión gubernamental del presidente Luis Arce es la “falta de liquidez en el Tesoro General de la Nación, es por esa razón que no puede desembolsar recursos a las instituciones públicas, prueba de aquello es que no está pagando sueldos a las universidades, como Asaana, por citar algunos”.
Por ello, advirtió que, si el Gobierno recurre al Banco central de Bolivia (BCB) para adquirir más créditos, significará que a mediano o largo plazo la tasa de inflación se eleve.
“Es una situación bastante delicada, más aún si tomamos en cuenta el conflicto político que se vive actualmente”, puntualizó.
Con relación al crédito externo, Molina explicó que el Gobierno de Luis Arce Catacora creó fondos de fideicomiso para créditos de reactivación económica para los microempresarios, también un fondo para las empresas públicas, entre otros.
Fuente: lostiempos.com