El 16 de noviembre de 2022 ha sido establecido como el día del empadronamiento que actualizará la cifra de la población boliviana. Hace diez años se realizó el último Censo de Población y Vivienda.
Fuente: https://asuntoscentrales.com
Desde entonces se calcula cuantos bolivianos residimos en el territorio nacional solo por proyecciones. Corresponde entonces tener las cifras actualizadas para planificar el desarrollo del país y definir políticas de atención más equitativas. El Censo tiene una serie de acciones previas y posteriores al empadronamiento.
No es fácil y requiere de un rigor y de un gran profesionalismo para contar con información que evite caminar a ciegas en el futuro.
Para llegar a la definición de la fecha del Censo hubo previos desencuentros por las vacilaciones del Gobierno sobre el año de realización, ya que puede haber complicaciones políticas por las demandas regionales que produzcan los nuevos datos. Santa Cruz y los municipios que más crecieron en población son los más interesados en que el empadronamiento se realice sin postergaciones, ya que de las cifras depende la asignación de recursos y de una representación política justa.
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Por el Censo será inevitable que en 2023 se tenga que debatir el pacto fiscal, una nueva distribución de recursos para las regiones y una asignación distinta de la representación parlamentaria.
Es obvio que, por ejemplo, Santa Cruz tendrá que recibir más dinero y más curules, lo que planteará al Gobierno el serio problema de a qué región le quitan lo que le corresponde legalmente al departamento cruceño. Debe prepararse la institucionalidad local con tiempo suficiente para vigilar el proceso, de manera de evitar manipulaciones de las cifras, pero también para demandar con firmeza lo que le asigna el derecho.
Además del Censo, el país iniciará el 2022 con varios asuntos pendientes. El primero es la continuidad inminente de los juicios, con posibles detenciones ultrasensibles, ya que el Gobierno está condicionado a terminar lo que empezó con el llamado caso “golpe de Estado”. Este y, máximo, el próximo año le quedan para sentenciar a la expresidenta Jeanine Añez y a la veintena de detenidos por los hechos de 2019-2020.
El propio MAS adelantó, mediante su vicepresidente, que deben seguir cayendo uno a uno los opositores Luis Fernando Camacho, Rómulo Calvo, Carlos Mesa, Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga. Los quieren presos a todos y apuntan a desmantelar la resistencia civil. No será fácil, considerando que la calle sigue caliente.
En la política cruceña está en desarrollo la resolución del caso del megarrobo con los “ítems fantasmas municipales”, que puede marcar un punto de inflexión.
En el primer trimestre de 2022 se espera apurar el demorado hito de la reforma judicial y Bolivia tendrá que lidiar con las variantes de la pandemia y con la lenta recuperación económica.
En la región sudamericana, dos elecciones serán clave para la redefinición del mapa político: la de Colombia y la de Brasil.
Por último, uno de los grandes hitos del planeta fútbol será a fin de año la celebración del Mundial de Qatar. Ya están clasificados Brasil y Argentina. Bolivia aun mantiene su sueño de clasificar.