Afganistán: Las restricciones contra las mujeres obligan a cerrar la universidad de Bamiyán


Cuatro meses después de la caída de Kabul, la angustia de las mujeres afganas continúa, impedidas de trabajar, reducidas al silencio, condenadas a llevar el burka. Las universidades públicas siguen sin reabrir desde el cambio de régimen, paralizadas por las nuevas normas discriminatorias que rigen el país

Con nuestros corresponsales especiales en Bamiyán, Vincent Souriau y Boris Vichith

Imagen de ilustración. Cuatro meses después de la caída de Kabul, la angustia de las mujeres afganas continúa, impedidas de trabajar, reducidas al silencio, condenadas a llevar el burka. Las universidades públicas siguen sin reabrir desde el cambio de régimen, paralizadas por las nuevas normas discriminatorias que rigen el país. Los Angeles Times via Getty Imag – Marcus Yam




 

En tiempos normales, la Universidad de Bamiyán, la mayor universidad pública del centro de Afganistán, cuenta con más de 7.000 estudiantes en 34 disciplinas diferentes. Pero desde el 15 de agosto, sus puertas están cerradas debido a la segregación de género impuesta por los talibanes.

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«El procedimiento establece que si hay más de 15 alumnas por clase, deben crearse clases separadas. En nuestro caso, esto significa duplicar el número total de clases en la universidad. Propusimos instalar parapetos de madera en las aulas, pero no funcionó. La necesaria duplicación del número de clases y de profesores hace que no tengamos ni los locales ni los medios para hacerlo, y no podremos reabrir al comienzo del nuevo curso», se lamenta Mohammad Reza Ibrahim, vicerrector encargado de la vida estudiantil.

La otra inquietud de la comunidad universitaria es la reorganización de los planes de estudio, ya que los talibanes han anunciado que quieren dar un tinte más religioso a los programas de los estudiantes. Antes del cambio de régimen, esta joven de 27 años estaba a punto de terminar su carrera: «Quieren suprimir al menos dos asignaturas: inglés y estudios culturales, y sustituirlas por estudios pastunes e islámicos. Estoy desesperada porque la literatura inglesa era mi asignatura… He estudiado como una loca, todo para nada”.

Los talibanes prometen que las universidades públicas reabrirán en marzo. Por lo pronto, parece algo imposible.

Fuente:Radio Francia Internacional