Anuario ANF: Bolivia en 2022, ¿una bomba de relojería?

En el conversatorio organizado por ANF se hizo un análisis de lo que ha representado el 2021 en términos de gestión económica y del discurso político que sostiene la polarización en el país para luego realizar un prospectiva de cuáles podrían ser los escenarios en los primeros meses del 2022.

man

Fuente: ANF



El acaparamiento del poder por parte del oficialismo, la crisis institucional, la persecución judicial contra la oposición, el amedrentamiento a la prensa, la pandemia de Covid-19, los problemas económicos y la discriminación social configuran al país como “una bomba de relojería”, que lleva a preguntarse si será detonada por los políticos con el discurso de la polarización, según analistas convocados por la Agencia de Noticias Fides (ANF) para evaluar el 2021 y las expectativas para el 2022.

El abogado Carlos Hugo Molina, el intelectual indianista Pedro Portugal, la politóloga y socióloga María Teresa Zegada y la socióloga y antropóloga Gabriela Canedo conversaron bajo la moderación del director de ANF, Sergio Montes SJ en la última reunión del año del grupo de reflexión que ayuda a este medio a profundizar el análisis de los problemas y las posibles salidas.

¿Y cómo desactivamos esta bomba de relojería? Estamos frente a una bomba de tiempo, muy compleja, cualquiera de los alambres puede generar la explosión”, advirtió Molina al iniciar la polémica con el señalamiento de esos factores graves en un contexto de “campo minado”, dijo.

Subrayó que la “judicialización no permite respirar” porque el Gobierno usa el Ministerio Público, jueces y “todo el aparato de violencia legal” para la persecución de los contrarios y la economía tendrá en 2022 un escenario “muy complicado” porque el presupuesto del Estado es de “ejecución imposible por falta recursos” y la inversión irá a empresas públicas deficitarias.

En su criterio, la pelea política escala a niveles peligrosos con la creación de “guetos” donde no es posible moverse -a propósito de los bloqueos que sufrieron el gobernador cruceño, Fernando Camacho, y luego el expresidente Evo Morales en sus respectivos viajes a Potosí y Santa Cruz-.

También cuestionó que la marcha indígena en Santa Cruz haya “muerto sin pena, ni gloria” debido a una falta de reacción entre los contrarios al Gobierno y dijo que lo mismo sucede con las violaciones de los Derechos Humanos y jurídicos de la expresidenta Jeanine Añez y la detención del exlíder cívico potosino Marco Antonio Pumari.

“Si seguimos con esta misma lógica acá puede pasar cualquier cosa”, advirtió Molina.

La analista política María Teresa Zegada advirtió del avance del Gobierno para “tomar el control no solamente de las situaciones conflictivas, sino de los Órganos de poder y de instancias subnacionales”, de su insistencia en un discurso polarizador y de prácticas amedrentadoras contra quienes consideren “una amenaza al poder”, incluidos los medios de comunicación.

“Esto de la bomba de relojería se torna aún más peligrosa por este ímpetu”, agregó para luego citar encuestas que señalan que el discurso polarizador es importante para actores políticos y no tanto para la población, y alertar sobre baja confiabilidad en la Asamblea Legislativa, los partidos políticos y los Órganos Judicial y Electoral, lo que podría llevar a más confrontación porque las personas no creen en las instituciones democráticas tal como están ahora.

Además, según Zegada, hay un escenario “que pende con alfileres” para el 2022 y a eso habría que añadir “los agujeros negros” como el narcotráfico, el contrabando y la aparición de grupos armados en los conflictos de tierra, cuyo “potencial disgregador” aún se desconoce.

“Ha sido un año de ajuste de cuentas”

Canedo sostuvo que al Movimiento al Socialismo (MAS) no le queda “más que robustecerse”, polarizar y perseguir a la oposición como en los casos de Añez y Pumari, porque el presidente Luis Arce, según dijo, no tendría “un norte” para solucionar los problemas de salud, educación y economía.

“Ha sido un año de ajuste de cuentas en el que no se han atendido los temas prioritarios”, sostuvo.

Asimismo, expuso que uno de los peligros de no atender las demandas legitimas de la sociedad civil es que parte de la misma se vuelque al contrabando, las ocupaciones mineras o la formación de grupos armados por tierras, como ha venido ocurriendo entre las mismas bases del MAS, “con un fuerte componente de violencia”, sin la mediación de institución estatal alguna.

De su parte, Portugal dijo que el 2021 fue un año “muy confuso, muy oscuro” para el análisis de sus características, si bien consideró posible que, como ocurrió en Venezuela, las protestas contra el Gobierno para exigir respeto a la democracia pasen de ser masivas a diluirse paulatinamente hasta convertirse en una “anormalidad cotidiana”.

Coincidió en que no está clara la meta del MAS con Luis Arce y se preguntó si realmente quieren convertir a Bolivia “en un país socialista”; además criticó la “ineficacia” de los opositores en general y apuntó que la oposición cruceña en concreto es fuerte, pero “parece centrada en la defensa de su originalidad”, da la impresión de que no desea “tener un destino nacional” y el peso económico de esa región “no está en la medida de su capacidad política”, que es menor.

“Hay demasiado énfasis en sus particularismos. Es como vivir en un jardín que debe prosperar, pero que nadie lo toque”, sostuvo Portugal, si bien aclaró que no lo dice en sentido peyorativo.

Asimismo, pronosticó que el 2022 será definitivo porque puede desencadenar dos vías: “o el MAS lenta y paulatinamente se va a empoderar al estilo venezolano… o va a haber un estallido de violencia”, que es igual, según dijo, a la idea de Molina de una “bomba de tiempo” por lo que ve el horizonte con “pesimismo” porque no se ha generado una dirección alternativa al oficialismo.

Subrayó que la oposición es inoperante en el factor decisivo “que es la cantidad y la capacidad de movilización, que sigue en el altiplano, en El Alto y en las zonas quechuas y aymaras”.

A tu turno, Molina replicó que no era cierto que Santa Cruz estaba encerrada en su jardín y defendió que el cruceño es el “único modelo” económico y productivo que genera excedente, con todas las críticas que se puedan hacer, y la migración desde el resto del país no es por razones ideológicas, sino por expectativas para mejorar en algo la vida de los migrantes.

Zegada llamó la atención sobre el hecho de que la confrontación entre sectores críticos termina siendo funcional al proyecto oficialista del MAS y Canedo sostuvo que la polarización se mantendrá porque no hay una alternativa en la oposición para enfrentar al “poder contundente” del partido gobernante en las organizaciones sociales y de base.

Tras el conversatorio, el director de ANF concluyó que de momento todo apunta a que el 2022 “las cosas se pondrán más duras” y alertó que no se ve una alternativa ni en reflexiones grupales o personales, ni desde actores políticos o sociales, pero abogó por la búsqueda de factores comunes que ayuden a no avivar la polarización y una representación política que permita construir unidad ante el dominio y hegemonía que pretende ejercer el oficialismo para tener todo controlado desde el poder.

//JA//smr