Diego von Vacano: «Sería un error dar exclusividad a un solo país en proyectos de litio»

El profesor boliviano de la universidad de Texas fue clave para el proyecto piloto que implementará la empresa estadounidense EnergyX en el Salar de Uyuni.

 

Liliana Carrillo V.



 

 

Desde Texas (EEUU), donde reside, el profesor boliviano Diego von Vacano fue clave para posibilitar el contacto entre Teague Egan, director  de la empresa EnergyX y el Gobierno boliviano. El resultado fue la firma de un proyecto que pronto pondrá en marcha la compañía estadounidense para la explotación ecológica del litio del Salar de Uyuni.

Fue una gestión larga, que incluyó desencuentros y viajes fallidos, pero se concretó con la firma  del convenio mediante el cual EnergyX se convirtió en  una de las ocho compañías extranjeras que implementará tecnología de punta para aprovechar los ricos yacimientos de litio que posee el país.

“No es una exageración decir que Bolivia puede salvar al mundo. Estamos en una crisis enorme debido al cambio climático y la única solución eficaz ahora es la transición hacia métodos de almacenamiento de energía que requieren litio. Bolivia tiene la mayor cantidad de litio del mundo, como lo sabemos desde hace mucho tiempo, pero solamente ahora existen las oportunidades reales para transformar a Bolivia en el eje central del medioambiente mundial”, dice Von Vacano a Página Siete.

Nacido en La Paz, Diego von Vacano es doctor en Teoría política graduado en Princeton y con máster en Gestión Pública en Harvard. “Yo soy académico. Lo que más me interesa es la educación. Creo que es la base de todo, para las personas al igual que las sociedades”, recalca.

Es también docente en Universidad de Texas A&M,  asesor de Luis Arce en temas de litio aún antes de que fuera presidente.    “Después de haber pasado más de 10 años en el ámbito puramente académico, ahora estoy feliz de poder aportar con un grano de arena al desarrollo de mi país”, dice.

¿Cómo concilió la actividad académica con su gestión en materia de litio? 

De mis estudios de doctorado, pude concluir que un sistema mixto, donde el Estado y el mercado colaboran, es lo ideal. Hay una palabra para ese sistema, es “socialismo”, y no debería asustar a nadie. No es lo mismo que el comunismo, donde el Estado controla todo y tampoco es el capitalismo salvaje del laissez-faire.

Bolivia ahora por fin tiene un gobierno práctico e inclusivo. Con el presidente Luis Arce se puede desarrollar el sector del litio para que transforme a Bolivia y al mundo. Todos podemos participar en este proceso revolucionario. Como decía Chato Peredo, “Un revolucionario no es extranjero en ninguna parte y es un patriota en todas partes”.

Una de las diferencias de la gestión de Arce es que es mucho más tecnócrata y cosmopolita que las anteriores. Las y los profesionales de YLB están muy bien preparados. Ministros y viceministros en áreas de energía son igualmente capaces. Desde el punto de vista técnico, los salares de Bolivia son recursos tan enormes y ricos que permiten que empresas chinas, rusas, argentinas o de EEUU puedan trabajar al mismo tiempo. Sería un error fatal dar exclusividad a una sola empresa o a un solo país, porque ahí Bolivia perdería su importancia geopolítica.

 Además de EnergyX, ¿cuáles son las otras siete empresas que desarrollarán proyectos piloto en el Salar de Uyuni?

Las ocho empresas que han sido aceptadas para el proceso piloto tienen muy diferentes tecnologías y eso es bueno para probar diferentes maneras de trabajar con la salmuera boliviana. Al final, quizás cuatro o cinco puedan ser elegidas. Muchas son tecnologías relativamente nuevas, por eso es que no hay mucha información sobre los posibles resultados. Pero se debe empezar de una vez, después de 30 años de lamentos (No es necesario comentar sobre opiniones pesimistas recientes de parte de gente que fracasó en gestionar el sector del litio en el pasado, sobre todo durante el período de facto).

¿Cómo se dio el proceso de acercamiento y gestión entre Teague Egan  de EnergyX con el Gobierno boliviano? 

Como catedrático en la Universidad de Texas A&M –que tiene muy buenos programas de ingeniería–, me pregunté hace unos años cuál era su capacidad en litio. Investigando, pude encontrar al doctor Benny Freeman de la Universidad de Texas-Austin.

Él me comentó que tenía una muy buena tecnología para la salmuera boliviana. No requiere agua dulce y el agua circula en un circuito cerrado. Tampoco requiere métodos de evaporación que necesiten mucha energía o electricidad, lo que resulta en menor emisión de gases efecto invernadero (GEI). Para el medioambiente, es una de las mejores soluciones.

Desde el punto de vista académico, me gustó saber que Texas, donde trabajo, tenía una posible solución. El Dr. Freeman me dijo que trabajaba con EnergyX, una nueva empresa de Austin, Texas. Me conectó con su director general, el señor Teague Egan. Le sugerí a Egan que trate de trabajar e invertir en Bolivia.

A pesar de los altos riesgos que tiene Bolivia (políticos, sociales, jurídicos y de logística), Egan, quien es muy determinado, osado e inteligente, se decidió a entrar con todo. Muchas otras empresas (de EEUU, Canadá, y Australia, por ejemplo) con las cuales me contacté no quisieron hacerlo por el alto riesgo país.

La actitud perseverante y el deseo de aprender sobre Bolivia a pesar de saber poco del país es lo que me pareció muy positivo de Egan. Aparte del interés en desarrollar el litio, tiene el deseo de crear programas académicos en EEUU y Bolivia que den más alto perfil al país a nivel mundial, sobre todo en el ámbito energético.

¿Cuáles son las ventajas  de las  tecnologías de EDL (extracción directa de litio) para el país?

Bolivia debe aprovechar su nueva envergadura geopolítica antes de que las ventanas se cierren. Un reciente artículo en la primera plana del New York Times –más allá de cualquier detalle– fundamentalmente pone en vitrina mundial al litio boliviano y eso va a atraer más inversión. Pero el país no tiene sus propias tecnologías. Las tecnologías de EDL (extracción directa de litio) que otros países tienen permiten que Bolivia por fin despegue. Puede hacerlo, sin perder su soberanía ni privatizar el litio.

Para eso, Bolivia no se debe cerrar a ningún país, inclusive a EEUU, donde hay muy buenas universidades y centros tecnológicos. Además, con Biden, la demanda de litio generará un gran mercado estadounidense para Bolivia. Becas, intercambios y convenios pueden ser posibles con universidades norteamericanas. ¿Dónde le gustaría que sus hijos estudiaran, en Miami o Boston o Shanghái o Moscú?

¿Qué perspectivas tiene Bolivia para ser  potencia del litio?

Para el Bicentenario de 2025, espero que Bolivia cuente con la mayor producción de litio de Sudamérica y con dos gigafactories de baterías de litio (una en Potosí y otra en Santa Cruz), que, por cierto, requieren bagazo de caña de azúcar. De esta manera, Arce podrá lograr la mejor industrialización del litio con menor impacto ambiental del mundo en su segundo quinquenio.

El crecimiento económico en las comunidades de Uyuni y la integración de todas las regiones nacionales por fin serán como un grito de liberación después de un siglo y medio de humillación.

HOJA DE VIDA

  • Formación Nacido en Bolivia, Diego von Vacano es  doctor en Teoría política por la universidad de Princeton y máster en Gestión Pública en Harvard.

  • Docencia  Es profesor en la universidad Texas A&M.

  • Asesor   Es del presidente Luis Arce en materia de litio en Bolivia y otros temas.

 

Bolivia tiene la mayor cantidad de litio del mundo, ahora existen las oportunidades reales para transformar al país en el eje central del medio ambiente

Fuente: paginasiete.bo