Jorge H. Quispe C.  / La Paz

Una nueva batalla campal se registró el sábado en un congreso del Movimiento Al Socialismo (MAS), esta vez en el municipio nortepotosino de Sacaca, donde seguidores del gobernador Jhonny Mamani, a quien llaman “Poncho blanco”, se enfrentaron a otro grupo opositor para la elección del nuevo directorio regional. La pelea entre militantes del partido de Gobierno es la cuarta del año en el país.

El VI Congreso Departamental del MAS en Potosí terminó en una batalla campal en un abarrotado coliseo deportivo de ese municipio, situado a 400 kilómetros de la ciudad de Potosí. El encuentro fue inaugurado por el expresidente Evo Morales.

Videos que circulan en las redes sociales muestran cómo al final del congreso, quienes estaban en la tarima central comienzan a arrojar sillas a quienes estaban en el campo de juego. Otros empezaron a voltear mesas y hasta arrancaron la bandera del MAS en el atril principal.

En un primer video se observa a una mujer de pollera saltar desde el palco a la cancha  y luego se escuchan gritos hacia quienes estaban en la mesa central.

En tanto, otros salen despavoridos del escenario deportivo ante la violencia desatada en Sacaca. Se conoce que al menos dos personas resultaron con heridas en el rostro, según los informes preliminares.

Las imágenes muestran también cómo algunos nortepotosinos  portando palos persiguen a otros para tratar de golpearlos. Segundos después se aprecia a  una persona que cae al piso.

Juvenal Pacheco, exejecutivo de la Federación de Campesinos del Norte de Potosí, denunció que seguidores del gobernador Jhonny Mamani comenzaron la pelea. Según el dirigente, el encuentro sólo debió ser de campesinos, sin embargo, llegaron personas de la ciudad de Potosí para apoyar a un candidato propuesto por Mamani y que aparentemente no tenía legitimidad entre todos  los presentes.

“El gobernador trajo gente de Renterías (una zona urbana de Potosí) como si fueran campesinos y ellos provocaron la pelea. Ellos defienden al ‘Poncho blanco’ y a los ‘dedazos’, no quieren reactivar el instrumento político”, señaló Pacheco. En diciembre de 2020, Mamani fue elegido, según sus detractores, a dedo por el expresidente Evo Morales, por encima de otros. Se espera un informe oficial de la Gobernación de Potosí respecto a la denuncia de Pacheco.

Tres en 2021

La pelea del sábado del MAS en Sacaca fue la cuarta del año. Hubo otras tres en Pailón, Santa Cruz; en Bermejo, Tarija, y también en El Alto, La Paz.

El 8 de mayo, un congreso masista en Pailón, Santa Cruz, finalizó en una pelea, donde las sillas volaron contra el dirigente de las Juventudes, Reynaldo Ezequiel. Los participantes arremetieron contra Ezequiel, quien tuvo que abandonar el lugar.

Cinco meses después, el 27 de octubre, otro congreso ordinario del MAS en el municipio fronterizo de Bermejo, en Tarija, acabó también en violencia y un dirigente fue apuñalado, según reportó el representante masista de esa zona, Roberto Paredes.

El enfrentamiento estalló debido a que el congreso decidió que las autoridades que ya ocupan cargos públicos  no podían optar a ocupar ningún otro puesto en la directiva regional. Aquello no fue aprobado por un grupo que luego promovió la pelea.

“Denunciamos un atentado con arma blanca a nuestro ejecutivo Lorenzo Mamani, situación que queremos que se sanciones e investigue”, sostuvo Paredes a La Voz de Tarija. El congreso en Bermejo fue suspendido.

En tanto, el 19 de noviembre otro congreso regional del MAS en El Alto finalizó también en una pelea entre militantes, donde el concejal Daniel Ramos agredió incluso a una mujer.

Ramos, que fue apuntado de dividir al partido en esa urbe, fue presionado por un grupo de militantes y al final del congreso, acorralado por la presión y los reclamos en particular por una mujer, Ramos la  golpeó.

Tras el incidente, las personas que observaron la agresión lo empujaron y se armó una trifulca entre militantes seguidores de Ramos y quienes lo cuestionaban en el congreso.

En diciembre del año pasado, durante la campaña para las elecciones subnacionales, el 14 de diciembre, militantes descontentos con la forma en que se elegían a los candidatos arrojaron una silla a Evo Morales en Lauca Ñ, Cochabamba.