“Reciclandantes”, mujeres que se unen para recoger residuos

Por las mañanas o en las noches, estas mujeres, en su mayoría cholitas, recorren las calles para buscar toda clase de plástico o envase que se pueda reciclar.

Yolanda Salazar, EFE



Las botellas pet, los plásticos y las latas son residuos muy valiosos para las “reciclandantes”, un grupo de 40 mujeres bolivianas que están aprendiendo a trabajar en equipo para reciclar estos materiales y venderlos directamente a empresas que reutilizan estos componentes.

Por las mañanas o en las noches estas mujeres, en su mayoría cholitas, las indígenas aymaras, recorren las calles del barrio de Irpavi en la zona Sur de la ciudad de La Paz para buscar en los basureros o contenedores toda clase de plástico o envase que se pueda reciclar.

Muchas de ellas han hecho este trabajo por años en solitario y todo el material que agrupaban lo vendían a intermediarios, en varias ocasiones a precios bajos, pero ahora, gracias a un proyecto impulsado por la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional, estas mujeres están aprendiendo a trabajar en equipo.

El objetivo de agruparlas es que generen mayores cantidades de volúmenes de plásticos reciclados para que entre todas puedan vender el material directamente a la empresa a un mejor precio y así también resaltar el aporte que hacen para evitar la contaminación.

“El proyecto busca coadyuvar al trabajo que desarrollan a través de la visibilización y la dignificación del trabajo que ellas hacen”, manifestó  Rocío Maldonado, asesora del proyecto “basura cero”, que también impulsa la organización Swisscontact.

Es así que varias de las mujeres recicladoras de ese barrio paceño se fueron agrupando y recibiendo capacitaciones para aprender a trabajar en equipo y ya no verse como competencia, contó Maldonado.

Recicladores clasifican las botellas recolectadas. Foto: EFE

 

También empezaron a hacer más visible su trabajo con los vecinos del barrio para que acudan a ellas directamente cuando tengan algún material que se pueda reciclar.

En los seis meses de la implementación del proyecto, las mujeres lograron realizar algunos convenios con un supermercado para que les den un espacio donde las personas puedan llevar estos materiales y cambiarlos por vales que permiten comprar en ese lugar.

Ellas han realizado campañas de limpieza de calles y han promovido actividades como el recojo de basura de lugares turísticos y también han aprendido sobre compostaje.

Uno de los mayores objetivos de las “reciclandantes” es obtener personería jurídica para hacer más formal su trabajo y que así sea reconocido, indicó Maldonado.

Historias

Todas las mañanas, Hilda Mamani recorre varios de los basureros de Irpavi junto a su madre para recoger botellas pet, latas, plásticos o envases vacíos que luego lleva hasta su hogar para acopiarlos hasta que sea una buena cantidad.

Mamani aprendió de su madre, Avelina, a diferenciar los plásticos que se pueden reciclar y ahora que ella tiene una familia vio una oportunidad en la recolección de estos residuos para generar su propio dinero y aportar a su hogar.

“Me ayudo con esto del reciclaje para no depender, mi marido me colabora, pero yo también quiero generar recursos por mi cuenta, para yo tener algo que darles a mis hijas, tengo mellizas y un bebé”, manifestó  Mamani.

Ella logró recolectar más de 100 kilos de botellas pet en alrededor de dos meses, luego de la recolección debe lavar cada botella y aplastarla.

De la misma manera, Santusa Pairumani recoge estos residuos hace 15 años y gracias a este trabajo logró sacar adelante a sus seis hijos junto a su esposo.

Antes Pairumani compraba de otras recolectoras los residuos, pero ahora ella va directamente a los restaurantes y supermercados a recoger botellas y cables, entre otros materiales.

“En este proyecto yo ahora voy a los restaurantes, en un supermercado y en los hoteles, allí me regalan y así no tengo que estar comprando”, relata Pairumani.

Ahora con el proyecto puede agrupar mayor cantidad de materiales reciclables, ya que hay más accesibilidad de los vecinos y otros establecimientos para que las mujeres se lleven los mismos.

Esta semana lo recolectado por seis de las mujeres llenó un camión entero con botellas pet que hacían en total más de 1.000 kilos.

Los puntos de recolección por ahora son las propias casas de las mujeres que en varias ocasiones les ha traído problemas, ya que la mayoría vive en alquiler, por lo que se prevé que en enero esta asociación cuente con un centro de acopio en un espacio de la Alcaldía de La Paz.

El proyecto “Basura cero” es financiado por la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional e implementado por Swisscontact, Helvetas Swiss Intercooperation y la Fundación Agua Tuya, que implementa esta iniciativa en La Paz, Tarija en el sur de Bolivia y cinco municipios del Chaco cruceño.

Se estima que Bolivia genera más de 7.022 toneladas de basura al día y, de esta cantidad, sólo se recicla aproximadamente el 4% de esta cuando se podría aprovechar el 80%.