Con apoyo de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional
La Paz.- Los adolescentes de cinco municipios de Bolivia son empoderados, desde 2018, en prevención de embarazos, VIH y violencias a través del personal de sus redes de salud, esto gracias al apoyo de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional, que junto a la Jefa de la Cooperación Canadiense en Bolivia, Eliane Moser, delegados de Save the Children y la Jefa de Educación de UNICEF, Lina Beltrán y un equipo multisectorial, visitaron Riberalta (uno de los municipios del programa) para conocer el avance del proyecto “Empoderamiento de adolescentes para prevenir embarazos, VIH y violencias en Bolivia”.
Moser destacó el compromiso y dedicación del personal de salud riberalteño ya que buscan la mejor forma de orientar a las y los adolescentes en salud sexual y reproductiva y así éstos puedan empoderarse, entender sus derechos y construir su futuro. Los otros municipios donde se aplica el programa son: El Alto (La Paz), Villa Tunari y Cercado (Cochabamba), y San Borja (Beni).
En Bolivia, Niñas, Niños y Adolescentes (NNA) son altamente vulnerables a la violencia doméstica, de género y sexual, así como a sufrir embarazos no planificados, mortalidad materna, enfermedades de transmisión sexual y VIH/sida. Este programa busca aumentar el acceso de adolescentes a información sobre la salud sexual reproductiva a través de aprendizajes relevantes en un ambiente que fomente el pleno ejercicio de sus derechos, y en el que se promueva su activa participación, incrementando la demanda de servicios específicos y promoviendo la igualdad de género y la inclusión sociocultural.
UNICEF trabaja en prevención de la violencia para garantizar que NNA aprendan, desarrollen su potencial de forma integral y prosperen como parte de los programas de salud y educación, para ello cuenta con el apoyo de la Embajada de Canadá y en coordinación con el Ministerio de Educación y gobiernos locales se desarrollaron líneas de política pública para garantizar la reducción de la violencia en las escuelas.
La misión de cooperantes internacionales estuvo en Riberalta entre el 8 y 11 de noviembre y se reunió con sus autoridades municipales y líderes adolescentes para conocer los avances del programa en cuanto a la calidez de los servicios que ofrecen los centros de salud y hacerlos sensibles al género y a la atención de adolescentes. Conversaron con Ayelén Layme, Presidenta de la Comisión de Derechos de la Niñez y Adolescencia de Riberalta; ella resaltó la importancia de la participación activa de Niñas, Niños y Adolescentes (NNA) en toda iniciativa referida su educación y el respeto a sus derechos.
Centros de salud con atención integral
En coordinación con el Ministerio de Salud, el personal de los centros de salud de Riberalta fue capacitado en prevención del embarazo adolescente, VIH y Atención Integral Diferenciada para Adolescentes (AIDA) con el enfoque de género y la prevención de embarazos no deseados. También se fortaleció las capacidades de monitoreo y registro de indicadores de atención y gestión anuales de los progresos alcanzados en tres años de vida del programa.
Se escogió Riberalta porque los centros de su Red de salud fueron acreditados como centros AIDA, es decir que garantizan la atención integral de las y los adolescentes con sensibilidad cultural y de género e implementa protocolos para realizar pruebas de VIH a cada adolescente que llega a estos centros.
Cada centro de salud trabaja con grupos de hasta doce adolescentes que además de recibir información sobre la prevención de embarazos y el VIH, participan de ferias y espacios donde comparten esta información con sus pares; también tienen voz sobre cómo se gestionan los servicios de salud y contacto directo con el personal de esos centros para resolver sus dudas.
Cinco grandes avances en educación
En el ámbito educativo el programa desarrolló el Protocolo de Prevención, Atención y Actuación para reducir la violencia jerárquica de maestros y/o personal administrativo hacia NNA, incluyendo la prevención y la actuación en casos de violencia sexual.
Además, cada unidad educativa tendrá su Plan de Convivencia Pacífica y Armónica, una herramienta de trabajo para que madres y padres de familia, maestras y maestros, directores y directoras de unidades educativas planifiquen y promuevan dicha convivencia. Debido a eso, las resoluciones ministeriales que rigieron la gestión escolar en los últimos tres años incorporaron recomendaciones específicas para que el sistema educativo garantice el cumplimiento de derechos de NNA, protegiendo su integridad, el respeto en la comunidad escolar y previendo situaciones de violencia entre estudiantes dentro de sus Unidades Educativas (UE), y orientando a padres, madres y cuidadores para que den un buen trato en sus hogares.
A nivel subnacional, se trabaja con direcciones departamentales y distritales de educación y gobiernos locales porque tienen una responsabilidad en la promoción del buen trato en el ámbito educativo y familiar. Se crearon estrategias locales para capacitar a maestras y maestro con herramientas de prevención de la violencia involucrando a toda la comunidad educativa, madres, padres, cuidadores, estudiantes, juntas escolares y gobiernos estudiantiles.
También se alienta el vínculo de las UEs con el sistema de protección local, centros de salud, defensorías de la niñez y la adolescencia (DNA), policía y Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), para que esas respondan a situaciones de violencia que se presenten y detecten en la UE, familia y comunidad.
3.800 estudiantes con educación integral en sexualidad
“Se promueve la educación integral en sexualidad”, explica Sandra Arellano, Oficial de Educación y Protección de la Niñez y la Adolescencia de UNICEF Bolivia, al referirse al proceso de sensibilización, orientación y promoción de derechos de los adolescentes que involucró a más de 1,500 maestros de los cinco municipios y la participación activa de 3,800 estudiantes.
En alianza con el Instituto Plurinacional de Estudio de Lenguas y Culturas (IPELC), se elaboraron dos guías con enfoque intercultural para maestros y maestras: una de convivencia pacífica y armónica y otra de educación integral de la sexualidad. Así los adolescentes reciben una orientación oportuna y dinámica en el aula sobre: manejo de la higiene menstrual, sexualidad, enfoque de género, prevención del embarazo, uso de métodos anticonceptivos, todo ello vinculado a sus proyectos de vida y cumplimiento de derechos.
También se desarrolló cartillas interactivas para los niveles inicial, primario y secundario; así niñas y niños, además de conocer sus derechos, reconocen los riesgos a los que se exponen desde muy temprana edad, especialmente en relación con la violencia sexual. Las y los maestros pueden incorporar estas temáticas de forma didáctica en sus actividades cotidianas.
En 2022 se hará el seguimiento a la implementación del programa, los planes curriculares y de aula, los planes de convivencia pacífica y armónica; consolidar los procesos de formación a maestras y maestros en diferentes modalidades y profundizar la prevención de la violencia y educación integral en sexualidad. Finalmente, fortalecer la articulación del sistema educativo regular, protección y salud para el funcionamiento de mecanismos de referencia y contrarreferencia de casos de violencia. Existe la posibilidad de ampliar el programa a más unidades educativas.