El catarí ansiaba ganar un Dakar en Oriente Medio y por fin lo ha conseguido. Su cuarto touareg será muy especial.
Fuente: https://www.marca.com
Nasser Al-Attiyah ya es tetracampeón del Dakar y el cuarto ha llegado en su territorio, en Oriente Medio. Un triunfo que anhelaba desde que la organización decidió trasladar el rally a Arabia Saudí, país cercano a su Catar natal, y que había perseguido con ahínco, pero sin las armas adecuadas, en 2020 y 2021.
Ahora, con el buen trabajo de Toyota con el Hilux T1+, ha dispuesto del mejor coche… y ha sabido plantear la carrera con acierto. Empezando fuerte y, una vez conseguida una ventaja suficiente, gestionando los ritmos para evitar sorpresas. El Al-Attiyah más cerebral es una realidad desde hace algunos años ya, pero ahora todas las piezas han encajado.
«Esta victoria era muy importante para mí porque la carrera está en nuestra región. La gente estaba esperando esto desde 2020, cuando vino aquí el Dakar
«La última victoria fue en 2019. Ahora tenemos una nueva regulación T1+ con la que estamos muy felices. Había tres equipos fuertes con opciones todos de ganar. Hicimos un buen trabajo, Mathieu y yo, el equipo… hemos estado muy bien todos desde el inicio«. Al-Attiyah repartía elogios porque, efectivamente, el triunfo es global (Baumel, su copiloto, no cayó en la trampa del primer día y el Toyota no falló… aunque estuvo cerca).
«Esta victoria era muy importante para mí porque la carrera está en nuestra región. La gente estaba esperando esto desde 2020, cuando vino aquí el Dakar. Pero fuimos segundos en las dos, ahora he ganado y es una gran sensación. Estoy muy feliz», reconocía, radiante.
Un Dakar bajo control
Al-Attiyah ha manejado la carrera a la perfección y hoy, por fin, ya ha podido reconocerlo abiertamente: «Hemos tenido la carrera bajo control desde el principio, sí. Hicimos una diferencia, bastante grande tras el día de descanso. La segunda semana tratamos de gestionarla, perdiendo pocos minutos con Seb. No ha sido fácil porque normalmente voy a fondo y se trataba de controlar cada día. Hemos ido muy lentos y no ha sido fácil para mí».
No ha sido fácil porque normalmente voy a fondo y se trataba de controlar cada día. Hemos ido muy lentos y no ha resultado fácil para mí
«¿Por qué he ganado? Porque soy el mejor. Somos una buena pareja y formamos un equipo fuerte. Hemos hecho un buen trabajo y estoy orgulloso de él (por Baumel, su copiloto)», añadía.
Al-Attiyah ya atisba otros objetivos: el Campeonato del Mundo y el próximo Dakar, donde su Toyota Hilux volverá a ser favorito: «Es un coche nuevo y ahora sabemos que aguanta. Dentro de una semana o diez días pensaremos ya en preparar el Dakar e iremos a por el Campeonato del Mundo». Esa sera la motivación que le moverá a partir de ahora.