Analistas: Denuncias hacen ver al país como cómplice de «narcos»

La detención del excomandante de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), Maximiliano Dávila, sus vínculos con el tráfico de drogas y las revelaciones de la Administración de Control de Drogas (DEA) de EEUU sobre la existencia de una red narco que incluye a Omar Rojas, Jorge Roca Suárez “Techo ‘e Paja”  y expolicías bolivianos muestran al Gobierno como una entidad cómplice de ilícitos y en el ámbito internacional a Bolivia como un Estado y una sociedad ligada al narcotráfico, según analistas y asambleístas nacionales.

Indicaron también que es llamativo el silencio que guarda el expresidente Evo Morales, debido a que estos hechos ilícitos habrían ocurrido durante su gestión como mandatario y califican como una estrategia política para no avivar la polémica y la responsabilidad del expresidente.



Si bien Morales no respondió a las acusaciones, lo hizo el vicepresidente del MAS, Gerardo García, y pidió “mostrar pruebas” de las acusaciones contra las anteriores gestiones de Evo y sus vínculos con Dávila.

El constitucionalista Carlos Alberto Goitia dijo que el Gobierno no tuvo seriedad en la lucha contra el narcotráfico y que poco a poco se convierte en un Estado productor de sustancias controladas.

“La intervención ha tardado varios meses, el Gobierno conocía las acciones desarrolladas por la DEA. La detención (de Maximiliano Dávila) es una respuesta que se llevó a cabo porque no había otra forma dado el escándalo que se estaba generando”, expresó.

Asimismo, indicó que Evo Morales debe dar explicaciones de este caso, porque se designó a Dávila durante su gestión.

Por su parte, el docente e investigador Fernando Salazar indicó que el narcotráfico no es un caso aislado, sino que se evidenció que los actos ilícitos involucran a una red de tráfico de drogas a nivel internacional.

“A cada uno de los bolivianos nos meten en esa bolsa de narcotráfico (…), tiene que responder la estructura del anterior Ministerio de Gobierno. Dependerá mucho del Gobierno de Luis Arce ser colaborativos con la investigación (…), mal se lo podría acusar a Evo Morales de esta red, pero si estas denuncias terribles de narcotráfico existen debe responder y aclarar”, indicó.

En tanto, el abogado constitucionalista César Cabrera señaló que el silencio de Morales es para evitar responsabilidades en este proceso. “Creo que no quiere agrandar el problema y si no está involucrado no tiene porque decir nada. Son temas de estrategia política para no aparecer en asuntos de narcotráfico”, dijo.

Por su parte, el diputado Rory Ordoñez (CC) lamentó que durante el Gobierno de Morales se haya ligado al país con el narcotráfico. “(El caso de Maximiliano Dávila) se está tratando como ganancias ilícitas, pero en realidad tendría que ser por narcotráfico, estamos viendo hipocresía por parte del Gobierno”, señaló.

También dijo que el silencio de Morales es “estratégico”, porque si denuncia algún tipo de acción “será la burla del país”. “Hemos enviado distintas peticiones escritas por los vuelos irregulares de Chimoré (…), el MAS se ha enraizado con el tema del narcotráfico. Se ha solicitado la conformación de una comisión mixta para hacer este tipo de investigaciones”, agregó el diputado.

Rechazo

En tanto, el vicepresidente del MAS, Gerardo García, rechazó las acusaciones vertidas por políticos de oposición sobre supuestos vínculos de la agrupación política con el narcotráfico y su líder Evo Morales.

“Siempre, desde cuando era dirigente nuestro hermano Evo  ha sido cuestionado, acusado sin pruebas”, dijo.

Rojas articuló el tráfico con policías y narcos

El exmayor de la Policía, Omar Rojas Echeverría, que está detenido en Colombia por narcotráfico y que podría ser extraditado a Estados Unidos, fue el que articuló todo el tráfico de drogas con apoyo de Alexander Rojas, que era su hermano; Maximiliano Dávila, exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felccc); Jorge Roca Suárez ‘Techo ‘e Paja’, y narcos de nacionalidad peruana y boliviana.

De acuerdo con las investigaciones de la Policía en Bolivia, Omar Rojas era conocido como el “hombre de los contactos de los narcotraficantes”, aunque otros le decían el “Pablo Escobar boliviano”. Según el ministro Del Castillo, el exoficial fue dado de baja de la institución verde olivo en la gestión 2014 y fue capturado en Colombia en marzo de 2021.

“Según información obtenida por nuestras investigaciones, Roca Suárez presuntamente buscaba traficar sustancias controladas fuera de Bolivia y para esto necesitaba un comprador disponible, preferiblemente extranjero. Es así que, Omar Rojas, a través de su mano derecha, Ignacio Angus Nieto, tomó contacto con un interesado comprador extranjero: el señor dominicano de iniciales D. R. C”, indica el reporte.

Según el Techo ‘e Paja,  el dominicano y Angus son agentes de la  DEA. El Gobierno identificó a Angus Nieto como mano derecha de Omar Rojas.

Gobierno niega presencia de la DEA

El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, indicó que no existen funcionarios de la DEA que estén operando en el país. Aseguró que la última investigación efectuada que develó una red delictiva ligada al narcotráfico fue realizada por autoridades y efectivos policiales bolivianos.

Asimismo, hizo conocer que no llegó ningún informe oficial de la DEA a instancias del país y que como Gobierno se corrobora los informes elaborados por la Interpol. “Cualquier delito que se hubiera cometido al interior de nuestras fronteras va a ser investigado por la Policía Boliviana, el Ministerio Público y las autoridades.

Fuente: lostiempos.com