En medio del escándalo por la reciente develación de nuevos policías involucrados en el narcotráfico, el presidente Luis Arce instó este jueves a poner en evidencia y denunciar a los “malos elementos” que comprometen la imagen de la institución del orden.

“No podemos dejar de decir algo sobre los últimos hechos que comprometen la imagen de la Policía Boliviana, deben ustedes desarrollar la carrera policial haciendo su máximo esfuerzo por cumplir con los valores y principios establecidos en la Constitución y honrar a su institución poniendo en evidencia a los malos elementos y denunciando con decisión a los malos policías, que por ambición se dejan seducir por la tentación del delito”, dijo Arce en un acto de graduación en la Academia Nacional de Policías (Anapol).

En los últimos días fue enviado a la cárcel, con detención preventiva, el exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) Maximiliano Dávila por supuesta legitimación de ganancias ilícitas.

Según informó el miércoles el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, Dávila era el “protector” de una red de narcotraficantes liderada por el antiguo capo del tráfico de sustancias controladas, Jorge Roca Suárez, conocido como “Techo ‘e Paja”.

Grupo delictivo del que, según Del Castillo, también formaba parte Omar Rojas Echeverría, un exmayor de la Policía Boliviana, detenido en Colombia, que fue dado de baja en 2014 y a quien se lo conocía por ser “el hombre de los contactos con los narcotraficantes”.

A partir de una investigación internacional de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), se conoció que Omar Rojas Echeverría, actualmente requerido por Estados Unidos para su extradición de Colombia, es considerado como el “Pablo Escobar boliviano”.

Además, a través de distintas publicaciones de medios de comunicación, se estableció que Rojas Echeverría tiene una hermana en Bolivia ligada a la política y también un hermano con grado de coronel, que incluso llegó a ser Inspector de la Policía.

Sin embargo, “la Policía Boliviana no puede servir ni subordinarse a grupos ni familias de lo que ya conocemos y siempre se han beneficiado del Estado boliviano”, agregó Arce.

El Jefe del Estado remarcó que honrar el uniforme policial significa enfrentar cotidianamente “diversas lacras y tentaciones de corrupción”.

Es así que “ustedes (los nuevos policías) enfrentarán a delincuentes que no solo están en las calles amenazando la convivencia ciudadana, sino también a aquellos de cuello blanco que cometen delitos y buscan amparo o complicidad corrompiendo a la oficialidad y a las autoridades que están conminadas por ley a combatir todo tipo de delitos”, sostuvo.

Subrayó que los policías deben pensar en todo momento en su pueblo porque son seres sociales y deben estar siempre en apronte para defender a la sociedad.

“En este sentido, un policía debe ser un ejemplo de ciudadano, un hombre y una mujer que actúen siempre bajo el criterio del bien común, la solidaridad, la justicia social y, por supuesto, la lucha contra la delincuencia”, señaló.

Compromiso con la democracia

El Presidente reiteró que el compromiso de los policías es con la democracia y con su institución, “que se guarda bajo los pilares de la no deliberación política, de la disciplina y del respeto a la doctrina policial”.

“Ese es su compromiso y deben honrarlo constante y permanentemente. (Pues) honrar el uniforme policial es también cumplir y hacer cumplir la Constitución, es asumir que la institución que representan está históricamente destinada a su defensa, que no pueden prestarse a aventuras ni activistas que atenten contra la democracia”, insistió.