Punto y final para uno de los Dakar más especiales de Carlos Sainz. El decimoquinto no ha sido como los demás: lo ha disputado a los mandos de una futurista máquina híbrida que se mueve con electricidad y tras llegar ‘virgen’ de competición a Arabia Saudí.
Por ello, la incertidumbre era la sensación con la que el madrileño (y todo el equipo Audi) iniciaba su aventura dakariana. Y dos semanas después las sensaciones son, seguramente, más positivas de lo que se podría haber aventurado.
«Yo creo que es para estar satisfechos de esta primera aparición del coche«, valoraba Sainz, ganador de dos etapas en el Dakar 2022, en la línea de meta de Jeddah. «La primera semana tuvimos algún problema de juventud, de no haber podido rodar con el coche en carrera antes, pero se fueron solucionando poco a poco y esta segunda semana, la verdad que fue mucho mejor. Y yo personalmente estoy contento de esta segunda semana», resumió.
Los puntos fuertes del Audi están claros para el ‘Matador’, el piloto que ha llevado el peso del desarrollo del RS Q e-tron en los últimos meses. «En dunas hemos ido francamente bien. El coche se ha defendido bien en todas las circunstancias y en todos los terrenos. Independientemente de ganar etapas o no, lo importante es ver el ritmo del coche en general y yo creo que ritmo hemos tenido«, aseguraba.
La siguiente fase es perfilar el coche para llegar al Dakar 2023 con opciones de aspirar al triunfo: «Está muy claro: hay que mejorar una serie de cosas y el equipo ya lo sabe. Está ya pensando en ello y ahora nos pondremos a preparar lo mejor posible desde ya el Dakar del año que viene«.
Sainz, eso sí, era precavido respecto a lo demostrado en la segunda semana de carrera -donde el RS Q e-tron ha dejado hasta tres triunfos parciales al equipo Audi- ya que considera que el Toyota no ha mostrado todo su potencial por las circunstancias de carrera: «Nasser tampoco ha ido al ritmo que normalmente hubiese ido. Pero ya habrá tiempo de verlo».