Dura carta de una ONG a las delegaciones que asisten a la toma de posesión del dictador Daniel Ortega: “Salgan a las calles, pregunten por los asesinados”

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos les recordó que en los últimos años “más de 300 familias sufrieron el asesinato de sus hijos o parientes cercanos” y siguen sin recibir justicia

La doctora Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) encara a policías que reprimen una actividad opositora. (Foto cortesía La Prensa)La doctora Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) encara a policías que reprimen una actividad opositora. (Foto cortesía La Prensa)

 

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), una de las ONG más importantes de Nicaragua, difundió este lunes una carta abierta en la que insta a las delegaciones extranjeras que llegarán al país para participar en la toma de posición de los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo a que “salgan a las calles” y vean la realidad que a diario se vive en el país centroamericano.



“Les escribimos porque queremos contarles nuestra verdad, que no se escuchará en ese acto, lleno de flores y luces. Tengan por seguro que ahí no estará presente la mayoría de Nicaragua, ni su voluntad”, dice el CENIDH en su carta abierta.

China, Corea del Norte, Irán, Rusia, Siria, Argentina, México, Cuba, Venezuela enviarán una delegación este lunes a la ceremonia de investidura de Ortega, reelegido en noviembre en unos comicios que no han sido reconocidos por buena parte de la comunidad internacional.

El Gobierno nicaragüense informó que también Bielorrusia, Bolivia, Turquía, y Vietnam enviarán una representación oficial a la toma de posesión del dictador, que asumirá su quinto mandato de cinco años, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa Rosario Murillo como vicepresidenta.

“Muchas y muchos de ustedes saben de la represión estatal, pues han acompañado, denunciado y también la han experimentado en muchos de sus países”, dice la misiva. “Les pedimos que salgan a las calles, que pregunten por los asesinados, por las madres que lloran a sus hijos, por los familiares que en un diario peregrinar se acercan a las cárceles y celdas policiales llenas de presos políticos que son inocentes y viven una situación de detenciones arbitrarias, aislamiento, incomunicación y tortura”.

 El presidente nicaragüense Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo gesticulan durante una marcha denominada "Caminamos por la paz y la vida. Justicia" en Managua, Nicaragua, el 5 de septiembre de 2018. REUTERS/Oswaldo Rivas/File Photo
El presidente nicaragüense Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo gesticulan durante una marcha denominada «Caminamos por la paz y la vida. Justicia» en Managua, Nicaragua, el 5 de septiembre de 2018. REUTERS/Oswaldo Rivas/File Photo

 

La ONG, que denunció los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura sandinista contra cientos de personas que participaron en las protestas antigubernamentales de 2018, recordó que en los últimos años de crisis en Nicaragua “más de 300 familias sufrieron el asesinato de sus hijos o parientes cercanos, por la represión estatal contra la protesta social”, y siguen sin recibir justicia. Además, señalaron que en las cárceles del país hay más de 160 personas encarceladas injustamente.

“Hasta hoy, enero de 2022, ninguna de esas familias ha podido saber la verdad de lo ocurrido, pues no se ha iniciado ni un solo proceso para conocer los hechos, dar con los responsables y castigarlos, y reparar el daño causado”, dice la carta. “Muchos de los asesinados eran jóvenes, y a veces hasta niños, a quienes se les disparó con armas de guerra. Sus familias se han organizado para demandar verdad y justicia, y por ello son vigiladas, perseguidas y muchas veces impedidas físicamente de salir de sus casas para realizar cualquier manifestación pública, las que están prohibidas desde octubre de 2018″.

Los activistas destacaron que si las delegaciones se acercan a las víctimas “verán, sin intermediarios, que no son golpistas, que no son terroristas, que no son agentes extranjeros. Verán que se trata de nicaragüenses que luchan en contra de la represión del Estado, que les ha arrebatado la libertad y la vida de sus seres queridos”.

“Esta carta abierta la hacemos porque sabemos que muchas y muchos de ustedes también luchan por la libertad de los pueblos y por la verdad”, finalizan. “Por eso confiamos en que no serán indiferentes -como escribió Cortázar en los 80- a “…cuántas manos tendidas esperándote, cuantas mujeres, cuántos niños y hombres…” que, en Nicaragua, siguen clamando por justicia y libertad”.

Un mandato sin legitimidad

La carta se conoce el día que Ortega, de 76 años, asume su quinto mandato y cuarto consecutivo, junto con su esposa y vicepresidenta, en un acto que se celebrará en la Plaza de la Revolución, en Managua.

Diversas organizaciones opositoras han convocado una jornada de protesta en varios países bajo el lema “Nicaragua no tiene Gobierno ni poderes legítimos del Estado”.

Ortega se encuentra en el poder desde el 2007 tras haber coordinado una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990.

Se impuso en noviembre pasado en unas elecciones en las que no participaron sus rivales políticos porque, en los meses anteriores, el régimen sandinista disolvió tres partidos políticos y arrestó a más de 40 dirigentes opositores, entre ellos siete aspirantes presidenciales, incluida la independiente Cristiana Chamorro, la favorita, según las encuestas.

En reacción, la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó una resolución en la que aseguraba que esos comicios carecieron de “legitimidad democrática” y no fueron ni libres, ni justos, ni transparentes.

En tanto Estados Unidos calificó de la elección de “pantomima”, y la Unión Europea (UE) de “farsa”.

Al acto del lunes, también asistirán como invitados el expresidente guatemalteco y ex secretario general del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica), Vinicio Cerezo; y representantes de la secretaría de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

Otros invitados son representantes de partidos políticos, movimientos sociales, activistas y periodistas de diferentes países del mundo, de acuerdo con la información.

A continuación, la carta completa de CENIDH:

CARTA ABIERTA DEL CENIDH A LAS DELEGACIONES PRESENTES EN LA CUARTA JURAMENTACIÓN DE DANIEL ORTEGA

“[…] Ya ves, viajero, está su puerta abierta, todo el país es una inmensa casa, no, no te equivocaste de aeropuerto, entra nomás, estás en Nicaragua. (Julio Cortázar, 1980).

Ustedes han venido de lejos para acompañar lo que en países democráticos es una fiesta cívica, la esperanza de cambio; la toma de posesión de un nuevo gobierno, el traspaso del poder de un mandatario saliente a otro electo libremente por la voluntad popular mediante el ejercicio del derecho a elegir que todo ciudadano tiene. Pero lo que ustedes verán es un “traspaso de mando” de unas manos a las mismas manos.

Esto ustedes lo saben ya. Queremos más bien hablarles sobre las más de trescientas familias que a partir del 18 de abril de 2018 sufrieron el asesinato de sus hijos o parientes cercanos, por la represión estatal contra la protesta social.

Hasta hoy, enero de 2022, ninguna de esas familias ha podido saber la verdad de lo ocurrido, pues no se ha iniciado ni un solo proceso para conocer los hechos, dar con los responsables y castigarlos, y reparar el daño causado.

Muchos de los asesinados eran jóvenes, y a veces hasta niños, a quienes se les disparó con armas de guerra. Sus familias se han organizado para demandar verdad y justicia, y por ello son vigiladas, perseguidas y muchas veces impedidas físicamente de salir de sus casas para realizar cualquier manifestación pública, las que están prohibidas desde octubre de 2018. Desde entonces todos los intentos de manifestarnos han sido frustrados con una presencia policial permanente, que de hecho constituye un estado de excepción.

Les escribimos porque queremos contarles nuestra verdad, que no se escuchará en ese acto, lleno de flores y luces. Tengan por seguro que ahí no estará presente la mayoría de Nicaragua, ni su voluntad.

Muchas y muchos de ustedes saben de la represión estatal, pues han acompañado, denunciado y también la han experimentado en muchos de sus países.

Les pedimos que salgan a las calles, que pregunten por los asesinados, por las madres que lloran a sus hijos, por los familiares que en un diario peregrinar se acercan a las cárceles y celdas policiales llenas de presos políticos que son inocentes y viven una situación de detenciones arbitrarias, aislamiento, incomunicación y tortura. Ustedes tienen derecho a preguntar, tienen derecho a saber la verdad: que en Nicaragua hay presos y presas políticas, que en Nicaragua la represión es masiva y permanente.

Si toman un poco de su tiempo fuera de las ceremonias y la pompa del inicio de este cuarto período presidencial, si se acercan a las víctimas, verán sin intermediarios que no son golpistas, que no son terroristas, que no son agentes extranjeros. Verán que se trata de nicaragüenses que luchan en contra de la represión del Estado, que les ha arrebatado la libertad y la vida a sus seres queridos. Sabrán que las organizaciones defensoras de derechos humanos hemos sido llevadas casi a la clandestinidad, que nuestras personerías jurídicas las han cancelado ilegalmente y nuestras instalaciones e instrumentos de trabajo han sido robados.

Tenemos la esperanza de que ustedes, siguiendo las tradiciones disidentes de las que muchas y muchos son parte, se acercarán a las víctimas antes de irse de Nicaragua. Y luego de las ceremonias en que oirán una y otra vez la versión oficial, podrán sentir la hermosa exhortación de nuestro poeta, Ernesto Cardenal:

“pensá en los que murieron”

“…vos los representás a ellos”

“Ellos delegaron en vos”

“los que murieron”.

Esta carta abierta la hacemos porque sabemos que muchas y muchos de ustedes también luchan por la libertad de los pueblos y por la verdad. Por eso confiamos en que no serán indiferentes -como escribió Cortázar en los 80- a “…cuántas manos tendidas esperándote, cuantas mujeres, cuántos niños y hombres…” que, en Nicaragua, siguen clamando por justicia y libertad.

Centro Nicaragüense de Derechos Humanos – CENIDH Managua, Nicaragua, 10 de enero de 2022

Fuente: Infobae.com

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