«En las clases virtuales no aprendimos casi nada»; estudiantes prefieren las clases presenciales

Por: Eduardo Ruilowa

En febrero, cerca de 3 millones de estudiantes iniciarán la gestión escolar 2022 en la modalidad que defina su unidad educativa y las instancias administrativas correspondientes, de acuerdo con las circunstancias de la pandemia. Así lo anunció el ministro de Educación al presentar la Resolución Ministerial 001/2022, que enumera las “normas generales para la gestión educativa”.

Sin embargo, todavía es difícil hablar de un pronto regreso a la normalidad. Ante la cercanía del regreso a clases, el ministro de Salud y Deportes Jeyson Auza explicó que aún no se puede hablar de la educación presencial y que se debe analizar cómo está la pandemia días antes de iniciar el año escolar.



Mientras se vive la incertidumbre de cómo será la gestión escolar este año, algunos estudiantes mantienen viva la esperanza de poder regresar a las aulas, aunque sea de manera semipresencial; otros prefieren continuar de manera virtual por el miedo de traer el virus a la casa y contagiar a su familia.

Carlos Mauricio, de 12 años, estudia en un colegio de convenio. Comenta que, a pesar de que ya se acostumbró a la modalidad virtual, espera ansioso que su unidad educativa decida volver a la modalidad presencial porque el aprendizaje no es el mismo desde casa.

“En las clases virtuales no aprendimos casi nada, solamente algunas materias como Educación Física, pero nada más porque los profesores mandaban un montón de tarea, pero por las dificultades jamás aprendimos”, comentó el estudiante.

Contó que al principio de la pandemia tuvo ciertas dificultades en cuanto al uso de las herramientas digitales para pasar las clases, al igual que muchos de sus compañeros, pero con el tiempo dejó de ser un problema. Ahora se siente frustrado porque muchos de sus docentes no arreglan su conexión a internet y eso perjudica al proceso de enseñanza-aprendizaje.

“En 2020, los primeros fallos fueron que no sabíamos manejar el Zoom, pero hasta ahora hay profesores que tienen  mala conexión de internet y cuando se salen, ya no podemos conectarnos de nuevo, la clase se pierde, eso me frustra porque dejamos de aprender”, señaló.

Otro de los problemas que observa dentro de las clases a distancia son las personas que ingresan a las aulas virtuales para interrumpir y causar desorden. Cree que son los estudiantes más grandes quienes hacen estos actos para molestar a los más pequeños.

“Estos últimos meses de clases hubo niños que ingresaban a las clases virtuales, en mi clase ingresaron tres niños desconocidos que eran mayores y se hacían la burla, no nos dejaban avanzar en nuestro tema, tuvimos que posponer la clase y eso me apena porque no podemos aprender”, lamentó.

Carlos Mauricio indicó que le gustaría volver al colegio a pasar clases, aunque sea tres veces a la semana para que el aprendizaje sea mejor que el de la gestión pasada, en la cual -según él- no aprendieron casi nada. Comenta que en sus vacaciones se encuentra tomando clases de matemáticas en el centro Kumón para reforzar lo que le faltó de la gestión escolar.

 

Sofia, de 12 años, estudia en el colegio Franco Boliviano, indica que su experiencia escolar durante la pandemia fue “un poco rara” y triste porque no pudo compartir mucho con sus amigas. Su colegio optó por una modalidad semipresencial en la pasada gestión.

“Pasamos clases semipresenciales, una semana estábamos virtual y otra presencial, y nos dividieron en dos grupos, pero cuando había niños contagiados, volvíamos todos a la modalidad virtual; entonces fue un poco raro, pero nos acostumbramos”, contó.

A pesar de que prefiere la modalidad presencial, comenta que no todo fue malo, ya que gracias a las clases virtuales pudo aprender a utilizar varias herramientas tecnológicas y pasó más tiempo con su familia.

Afirmó que se colocó las dos dosis de la vacuna Pfizer porque tiene la ilusión de volver a clases presenciales en esta nueva gestión escolar, para aprender más y volver a ver a sus compañeros.

Bruno, tiene 7 años, cursará segundo de primaria en el colegio Marista. Su tía afirmó que le gustaría que las clases vuelvan a la modalidad presencial porque los niños se distraen y no están aprendiendo lo que deberían.

“Se distrae mucho con cualquier cosa, alguien debe estar con él para ayudarle y guiarle, ya que solo es difícil, además de que es complicado porque sus padres trabajan.  Cuando sus papás pueden, lo ayudan, a veces también lo ayuda la hermana mayor, de 14 años, o su abuela, pero también a ella se le complica la tecnología”, comentó la mujer.

La hermana de Bruno, Juliana, cursará cuarto de secundaria. Su adaptación a la modalidad virtual fue bastante buena, ya que afirma que sí pudo aprender pese a los problemas que se presentaron al inicio de clases, como la conexión a internet.

“Tuvimos problemas con el internet hasta que decidimos cambiar de compañía, eso era un problema porque nuestro colegio tiene un instructivo de que si se te corta o te salís por equis razón, debes llamar a dirección y pedir licencia”, indicó.

 Aunque extraña socializar con sus compañeros y la vida antes del Covid-19, mantiene la posición de que es mejor pasar las clases a distancia mientras se regulariza la crisis sanitaria, ya que le da mucho miedo que su familia se contagie del virus.