En Reyes, «niños» tienen bendición comunitaria y sahumerio de yatiris

Las iglesias católicas de La Paz celebraron con misas la fiesta de los Reyes Magos.

 



Página Siete Digital / Yolanda Mamani Cayo

Mientras en la misa de Reyes Magos los sacerdotes de la Basílica Menor de San Francisco daban la bendición comunitaria – por bioseguidad- a cientos de imágenes del Niño Jesús, en el atrio de la iglesia esperaban una veintena de yatiris, varones y mujeres, con campañillas y braseros humeantes para «sahumar» a los niños y a sus dueños.

La simbiosis de las tradiciones católicas y las costumbres andinas del occidente del país se vivió en todas las iglesias donde los fieles asistieron este jueves con sus «niños» para que “escuchen la misa” de Reyes. La histórica iglesia de San Francisco no fue la excepción.

“La fiesta de Reyes es la manifestación del Niño Dios a toda la humanidad, no sólo se manifiesta a los cristianos sino a todas las personas incluso a las que no creen”, dijo a Página Siete el sacerdote Ben Hur Soto Cabrera.

Es así que desde las 07:00, cada hora, hasta las 13:00 y en la tarde y noche, desde las 17:30 hasta las 20:00, se realizaron liturgias en la iglesia de San Francisco, que se vio abarrotada de personas que se paseaban por el templo llevando a las imágenes del Jesús «recién nacido», unos en pesebres, otros en canastillas, en catres pequeños, charolas, en cajas de cartón y hasta en bañadores de plástico. Todos, luciendo vestidos de distintos colores, relucientes coronas o sandalias en miniatura nuevas.

Al principio y al comienzo de cada celebración los sacerdotes franciscanos pedían a los presentes cumplir con todas las medidas de bioseguridad, en lo posible mantener distancia entre personas, aunque por la masiva presencia de fieles, este pedido no fue atendido, no obstante, todas las personas portaban barbijo.

Bendiciones

Una de las costumbres que cambió por la crisis sanitaria fue la bendición de las imágenes del Niño Jesús. Este acto ya no se realizó de forma individual y con agua bendita, sino – a pedido de los párrocos – cada persona levantó la imagen de su niño desde su sitio para que el sacerdote entregue la bendición de Reyes a distancia.

Apenas terminaba la misa, en el atrio de la iglesia, esperaban los yatiris, varios de ellos detrás de sus mesas en las que acomodaron un pequeño brasero con carbón al rojo vivo, una pequeña campaña, una pequeña botella de agua bendita y un platillo con incienso, todo listo para el sahumerio.

Muchos se pasaban de largo, pero también otros se acercaban donde los yatiris.

“¿Para qué familia?”, preguntaba el sacerdote aymara a lo que la persona daba su apellido y acto seguido el yatiri ponía una cucharilla de incienso en la brasa que comenzaba a humear.

Luego, con todo cuidado, tomaba la imagen con sus dos manos mientras mascullaba oraciones y cánticos y solo al final se escuchaba con claridad el apellido de su cliente a quien también rociaba con agua bendita y le deseaba suerte, bendiciones y salud.

El sacerdote Soto manifestó que la celebración de la fiesta de los Reyes Magos debe ser para buscar la reconciliación entre los bolivianos que aún viven en un escenario de conflictos sociales, económicos y de salud.

“Tenemos que aprender a reconciliarnos, tenemos que aprender a reconocer nuestros errores. Le pido a nuestro Creador que nos bendiga este 2022 con la reconciliación, ver las cosas buenas de la otra persona”, dijo el padre Ben Hur.

Así, ha terminado la festividad de la «natividad» del «redentor» que celebran los cristianos en medio de la pandemia.

Fuente: paginasiete.bo