Falta de gas, iliquidez y la covid amenazan a la economía 2022

 

La principal preocupación es que la pandemia se agrave, paralice la economía y haya mayor inflación en Bolivia. También hay incertidumbre sobre las cuentas fiscales.

Fuente: Página Siete / La Paz



Empresarios y analistas ven varias amenazas para la economía en 2022. Entre los principales riesgos están un menor crecimiento, falta de gas natural, iliquidez en las cuentas públicas y una situación de estanflación (alza de precios con estancamiento del crecimiento).

Otra gran preocupación es que la pandemia de coronavirus rebrote con nuevas variantes y no se puedan normalizar las actividades económicas. Sin embargo, el Gobierno confía en que el crecimiento alcance una tasa de 5,1% en esta nueva gestión.

El gerente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Gustavo Jauregui, señaló que uno de los principales riesgos es la inflación, pese a que  se espera  una tasa inferior a 1%.

“Recordemos que el INE reportó inflación negativa un par de meses, lo que hizo temer el riesgo de una deflación, que no es otra cosa que una sobreoferta de bienes y servicios que puede provocar una disminución generalizada de los precios o una recesión económica”, precisó.

También a la CNC le preocupa el elevado déficit fiscal y menor nivel de las reservas internacionales netas (RIN) de las que esperaba el Gobierno.

“Si bien los desempleados el 2021 estuvieron en el orden de las 290 mil personas (un 6%), preocupa el deterioro de la calidad de empleo, pues por lo menos 30.000 trabajadores asalariados pasaron a trabajar por cuenta propia”, alertó Jauregui.

Para la CNC es determinante mejorar el índice de vacunación de la población boliviana, puesto que esto permitirá generarle mayor certidumbre y sostenibilidad a las diferentes actividades económicas en el país, en miras de la reactivación completa de la economía. Asimismo, el regreso ordenado y completo a la actividad presencial educativa en los diferentes niveles sería una señal de mejores condiciones en el manejo de la pandemia.

La CNC estima que este 2022 la economía solo crecerá en 4% debido a una menor ejecución de inversión pública,  incremento de las obligaciones de deuda del gobierno y de las familias.

El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Ibo Blazicevic, señaló que una de las principales amenazas que observan las empresas es que  por la caída en la producción  falte gas.

“Hemos escuchado que podríamos  tener problemas de abastecimiento de gas en 2022 y eso podría  afectar a más de 160 industrias que tienen como matriz primaria  el consumo de gas”, subrayó.

Una preocupación para el sector es que se acaba el período de reprogramaciones de crédito y se tendrá que pagar las deudas y eso dejará a las empresas sin liquidez.  Además, por los menores ingresos del país podría generarse una contracción en la demanda y  una deflación, y la previsión de una mayor recaudación esperada por el Gobierno puede ocasionar mayor presión a los contribuyentes habituales.

Blazicevic considera que  el contrabando seguirá como una de las principales amenazas y habrá    más gente dedicada a esta actividad si es que no encuentra trabajo. El nivel de conflictividad política y social preocupa de igual manera a la industria.

Expertos

La directora del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (Inesad), Beatriz Muriel, opinó que la principal amenaza a la economía  tiene que ver con el  desfavorable contexto sociopolítico que vive el país. Este  es un aspecto que desincentiva a las inversiones privadas, debido  a la incertidumbre sobre los retornos que puedan generar.

“Esto se exacerba al observar pocas iniciativas de conciliación y generación de acuerdos, sobre todo desde las autoridades gubernamentales, que son las llamadas a promover un diálogo constructivo en el país”, manifestó la economista.

Otros riesgos tienen que ver, dijo, con la incertidumbre sobre las cuentas fiscales, en un contexto de bajas recaudaciones tributarias, disminución de los volúmenes de venta de gas natural y bajas perspectivas de apoyo al sector productivo vía mayor endeudamiento.

“La elevada brecha de costos entre ser formal e informal, sin duda, será un aspecto que si no se encara de manera urgente, promoverá aún más la informalidad y la ilegalidad, con el aumento de la precariedad laboral”, apuntó.

Añadió que en Bolivia ser formal se ha convertido en una decisión altamente costosa y de “terror”, dadas las  diversas y elevadas cargas y tramitologías en los aspectos laborales y tributarios, y las múltiples multas que emanan de estas normas.

El analista Germán Molina manifestó que  a nivel interno  un problema  latente es la iliquidez del Tesoro General de la Nación (TGN), gobernaciones, municipios, universidades y empresas, pese a que existe un repunte de la actividad este año.

Además, recalcó que Bolivia y el mundo están sujetos a que la pandemia no se agrave, porque eso puede contraer la economía y la otra mala noticia es que las vacunas sólo duran seis meses.

El otro problema es el alza de tasas de interés en Estados Unidos, que encarecerá el dinero y dificultará la emisión de bonos soberanos del Gobierno.

“Las condiciones externas son adversas en 2022, la Covid-19 sigue con rebrotes, el comercio declinará, EEUU elevará tasas de interés para frenar la inflación y vamos a entrar en una economía con estancamiento y con inflación”, advirtió Molina.

El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, opinó que el principal riesgo   es que se enfríe la economía.

“La estabilidad está en riesgo porque hay mucha confrontación  política y social, y si eso no se soluciona, puede afectar a la economía en general. Las   expectativas y estabilidad de la economía es lo que  nos debe preocupar. La inestabilidad política y social puede llevarnos a una inestabilidad económica”, alertó.

 

EL FMI advierte riesgos de menor crecimiento y  alza de inflación

En su informe de octubre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que  los riesgos para el crecimiento mundial  se inclinan a la baja.

El principal motivo de inquietud es la posibilidad de que aparezcan variantes más agresivas del virus SARS-CoV-2 antes de alcanzar un nivel generalizado de vacunación en el mundo.

En su informe alertó que los riesgos de inflación se inclinan al alza y podrían materializarse si los descalces entre la oferta y la demanda producidos por la pandemia persisten más de lo previsto (y si el daño al potencial de suministro resulta peor de lo proyectado), lo cual generaría presiones de precios más sostenidas.

Esto, además de crecientes expectativas inflacionarias que anticiparían la normalización monetaria en las economías avanzadas.

El FMI subió su previsión de crecimiento para 2021 para los países latinoamericanos y caribeños, a 6,3%, 0,5 puntos porcentuales más que lo estimado en julio. Pero para 2022 revisó a la baja su proyección, a 3% (-0,2 puntos).

Aunque el repunte ha sido sostenido el 2021, no ha sido suficiente para borrar la histórica recesión de 2020 en la región, que supuso una contracción del PIB de 7%, muy por encima del -3,1% a nivel mundial, indicó el organismo.

Para Bolivia el FMI proyecta una tasa de crecimiento de 4%, inferior al 5% que estima este año.  (AFP y Página Siete).