Iglesia pide mayor responsabilidad y coherencia a las autoridades para afrontar la pandemia

El Monseñor Sergio Gualberti, Arzobispo de Santa Cruz, pidió no promover movimientos que se oponen a la vacunación, porque son los únicos medios que están a nuestro alcance para precautelar la vida

“No es este el momento de desmarcarse de este objetivo común”, dijo Gualberti
“No es este el momento de desmarcarse de este objetivo común”, dijo Gualberti

En su homilía de este domingo, el monseñor Sergio Gualberti, arzobispo de Santa Cruz, hizo un llamado de unidad a los bolivianos, para aunar los esfuerzos en defensa de la vida y frenar los contagios de Covid-19, los cuales vienen acompañados de dolor, sufrimiento y muerte.

Gualberti señaló que, en esta lucha contra la pandemia, la Iglesia pide a las autoridades dar ejemplo y testimonio de sabiduría, cuidando la vida y el bienestar de todos los ciudadanos.

Las autoridades tienen la responsabilidad de dar buen ejemplo y testimonio de cordura y sabiduría, cuidando la vida promoviendo y el bienestar de todos los ciudadanos y evitando todo lo que pueda causar confusión, desconcierto y división”, sostuvo el Arzobispo de Santa Cruz.



Gualberti también se refirió a la corriente que promueve el rechazo a la vacunación y las medidas de seguridad contra el Covid 19. Pidió no promover movimientos que se oponen a la vacunación, porque son los únicos medios que están a nuestro alcance para precautelar la vida.

No es este el momento de desmarcarse de este objetivo común, menos aún de adherir o promover movimientos que se oponen a la campaña de vacunación y a las medidas de seguridad y sanitarias, porque son los únicos medios que están a nuestro alcance para precautelar la vida”, aseguró el Monseñor.

Gualberti concluyó su mensaje con una mención a las palabras del Papa Francisco: “Desde el punto de vista ético, creo que todos deben vacunarse. Es una opción ética porque te juegas la salud y la vida, pero te juegas también la vida de los demás”.

Mirá la misa completa a continuación:

Fuente: El Deber