La justicia de EEUU postergó el juicio del exministro boliviano Arturo Murillo hasta el 23 de mayo por los presuntos delitos de lavado de dinero y soborno.
El procurador General del Estado, Wilfredo Chávez, aseguró este martes que el exministro de Gobierno, Arturo Murillo, está agotando sus recursos y estrategias legales para «dilatar» y revertir el proceso penal en su contra por presunto soborno y lavado de dinero en Estados Unidos (EEUU).
«Es una estrategia legal, en la que busca (o) tal vez tiene la esperanza que se revierta la situación que él ha generado, al encabezar una gavilla de delincuentes que se han dedicado al robarle al país (…) La justicia norteamericana, en esos 120 días que se ha estirado, está preparando el juicio», indicó Chávez en entrevista por Bolivia TV.
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La justicia de EEUU postergó el juicio de Murillo hasta el 23 de mayo por los presuntos delitos de lavado de dinero y soborno.
Durante esos 120 días, se preparará el juicio con la participación de jurados para que el 23 de mayo la Fiscalía estadounidense presente la evidencia, pruebas y diferentes elementos probatorios para que se determine la responsabilidad penal de Murillo.
«Lo que ha hecho el juez al dar los 120 días adicionales ha sido para que se prepare el juicio básicamente, tomando en cuenta la situación del señor Murillo, que en Bolivia se diría está chicaneando (…) La jugada de Murillo es dilatar», señaló.
Chávez explicó que Murillo aún tiene tiempo para aceptar su culpabilidad hasta el 2 de mayo, para no llegar a un juicio con 12 jurados y un juez, considerando que los otros cuatro imputados ya se declararon culpables.
«Yo considero que es solamente una estrategia legal, una chicana. Coincide con la fecha en la que él ha sido aprehendido en mayo del año pasado, un año exactamente, luego de haberse detectado esos movimientos sospechosos y luego confirmados con informes serios que él había realizado esas transacciones ilegales y ese engaño al pueblo boliviano en tiempo de pandemia», acotó.
Asimismo, indicó que la justicia norteamericana permite esta situación para brindar las garantías y que el imputado no alegue que se vulneraron sus derechos.
Murillo, considerado el hombre fuerte de Áñez, adquirió un lote de gases lacrimógenos de la empresa Cóndor, pero a través de la intermediaria norteamericana Bravo Tactical Solutions LLC (BTS) por un precio de 5,6 millones de dólares; se presume que esta compra tiene un sobreprecio de 2,3 millones de dólares.
A finales del 2020, el exministro huyó a EEUU; sin embargo, en mayo, fue aprehendido y encarcelado a la espera de su juicio acusado de recibir sobornos pagados.
Murillo con Sergio Rodrigo Méndez Mendizábal, Luis Berkman, Bryan Berkman y Philip Lichtenfeld organizaron un supuesto plan de sobornos entre noviembre de 2019 y abril de 2020.