Asentamientos precarios que llevan casi dos semanas y que rodean el espacio generan una sensación de inseguridad a los profesionales y pobladores debido al incremento de hurtos
Emilio Huáscar Castillo Illanes
El temor y el miedo se apoderaron los últimos días de los profesionales de la posta Colchane, frontera entre Chile y Bolivia. Es tal la sensación de inseguridad que duermen con cuchillos en caso de que migrantes ingresen a sus propiedades.
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Todo esto desde hace dos semanas, cuando proliferaron los asentamientos precarios de carácter permanente de migrantes, en su gran mayoría venezolanos, en la Plaza de Armas, rodeando la posta rural, único centro de salud que existe en la capital comunal.
Cinthia Olivares, a cargo de la urgencia de la posta de Colchane considera que la sensación de inseguridad en la comuna es crítica. “No sé qué calidad de persona están llegando, nos están robando, ingresando a la posta, acá los funcionarios están durmiendo con cuchillos no sé hasta cuándo vamos a seguir así”, contó.
La profesional sostiene que la toma de los espacios públicos por parte de los migrantes aumenta la inseguridad en especial durante la noche y que los vecinos ya no quieren ir a atenderse.
“Tengo que cruzar la plaza y la verdad que me da miedo cruzar la plaza, porque se ponen a tomar, a drogarse acá afuera de la posta. Nosotros llamamos a carabineros, se logra que se puedan ir un rato, pero ya después vuelve (…) al lado de la posta había un puesto donde se ponían las charqueras (vendedoras de charqui) y lo están utilizando los venezolanos como refugio, ahí se ponen a tomar. Hasta las cinco de la mañana se escucha música. En sí Colchane es una comunidad muy tranquila, pero ya nuestros pacientes no pueden venir con seguridad porque tienen miedo que puedan ser asaltados”, indicó.
Su colega Yanitsa Guerra, técnico en salud de la urgencia en la posta de Colchane, donde trabaja 24 horas y vive en estas dependencias, también ha optado por dormir armada de un cuchillo.
“La verdad es que estoy con temor, porque hoy en día los venezolanos, estos extranjeros, toda la noche se ponen afuera de la posta, yo la verdad duermo con un cuchillo, porque duermo sola en la posta. Usted comprenderá que el vivir con el temor de que se metan a la posta que entren a robar medicamentos o cualquier otra cosa me da miedo, porque me ha tocado atenderlos y con agresividad me responden (…) Por la noche yo espío por una ventanita y ellos se ponen a tomar alcohol, entonces es incómodo la situación, no se puede dormir tranquila al saber que ellos están afuera de la posta. Yo me voy a ir, la verdad estoy mal físicamente, mentalmente”, expresó.
Vivir con miedo
Para el médico de la posta de Colchane, Gonzalo Vera, existe un temor en los profesionales de seguir trabajando en la comuna, “los más antiguos como yo conocemos más o menos la situación, pero la mayoría de los funcionarios de la municipalidad, carabineros, colegios, acá de la de la posta son nuevos. Entonces ellos se sienten sumamente inseguros, se dan cuenta de la situación que está ocurriendo. Hay muchos funcionarios y trabajadores que están uno o dos días y luego se van porque no se sienten seguros, incluso hay gente que no quiere ir a trabajar por la misma situación de la pandemia y la crisis migratoria que se complementan entre las dos”.
Yolanda Flores directora de salud municipal de la comuna de Colchane, confirma que los profesionales de salud viven angustiados por el temor, “la verdad es que es bastante agitado, da miedo, temor caminar por las calles. Esto no se ha vivido antes (…)en verdad es que hay una inseguridad tremenda uno ya no puede caminar con tranquilidad en cualquier lugar de Colchane, hay mucha gente alrededor de la plaza, gente que nosotros desconocemos, pero se les ve que son violentos hay gente que es muy agresiva y el temor y el miedo de darles la atención”.
La profesional critica las medidas impuestas por el gobierno, “la verdad que el plan que han armado para poder recibir el tema migratorio no ha resultado, no tienen capacidad para albergar a toda la gente, la gente están en la plaza, se meten a las casas, sacan insumos y materiales de cualquier vivienda por necesidad igual, pero pienso que hay una irresponsabilidad de gobierno de no acogerlos, si hay una ley migratoria tienen que acogerlos y no hacer que a nosotros nos estén violentando nuestros derechos de vivir en paz y seguridad”, concluyó.