Darly Franco, abogada de Valeria Rodríguez, exesposa de Antonio Parada, denunció este viernes que la Fiscalía no secuestra aún del domicilio del principal involucrado en el caso Ítems fantasma de la Alcaldía de Santa Cruz, documentación con “indicios muy fuertes” que develan información para esclarecer ese proceso.

“Hemos solicitado que se haga el secuestro de la documentación que tiene la señora Valeria (en el domicilio de Parada) y hasta ahora no lo hicieron (…). Son (los documentos como) el sello de (el exalcalde) Percy Fernández, documentación que ella encontró; listado de personas, tarjetas de bancos —porque las entidades financieras han coadyuvado con todo esto—, son indicios muy fuertes que iban a ayudar con la investigación”, cuestionó la abogada en una entrevista con La Razón Radio.

La jurista, que además denunció que “existe una pulseta entre abogados y el Ministerio Público” que impide avanzar en las investigaciones, lamentó que la fiscalía tenga a su defendida “como testigo protegido, (con el fin de) amordazarla, porque ella no puede verter opiniones y hasta ahora no la han citado a declarar”.

El caso Ítems fantasma en el municipio cruceño se conoció en diciembre del año pasado y fue precisamente Valeria Rodríguez quien hizo la denuncia en contra de su exesposo, Antonio Parada.

Parada es acusado de la creación de al menos 800 Ítem irregulares cuando trabajaba como director de la Unidad de Recursos Humanos de la Alcaldía de Santa Cruz.

A raíz de eso, dijo Franco, su defendida y sus abogados recibieron amenazas incluso por “un expolicía que ha mandado un audio diciendo que me iba a pillar donde sea”.

“Yo creo que hay un encubrimiento del Ministerio Público a muchas personas poderosas en el municipio de Santa Cruz”, dijo.

Antonio, al igual que su hermano Guillermo, huyó de Bolivia el año pasado después de que fue identificado como el principal responsable de la presunta creación de los ítems “fantasma”.

El 21 de diciembre de 2021 se conoció que ambos solicitaron refugio en Corumbá, Brasil, aunque luego Guillermo abandonó ese país y fue detenido en Panamá cuando pretendía viajar a Estados Unidos y ahora está preso con fines de extradición.

Mientras, Antonio fue detenido el 25 de enero en Corumbá y ahora está privado de libertad en la cárcel de Campo Grande. Su abogado considera que será liberado en los próximos días tras la otorgación de refugio político.