Choque tenía poder en la cárcel y ejercía como ayudante legal, negocia privilegios

De acuerdo con el testimonio de un recluso, el violador serial tenía una celda de 4.500 dólares. En la reconstrucción del hecho, éste dijo que mató a una de sus víctimas porque pateó a su gato.

Verónica Zapana S. / La Paz

El feminicida serial  Richard Choque  era el segundo de los reclusos que manejaba la cárcel de San Pedro de La Paz. Además, en este penal el delincuente trabajaba como ayudante legal. Hoy, el asesino negocia información para conseguir algunos beneficios y privilegios.



“Tenemos entendido que Richard Choque trabajaba en asesoría jurídica (del penal de San Pedro) como mensajero o ayudante del área legal”, informó a Página Siete una autoridad policial, quien pidió guardar su nombre en reserva. Explicó que -ahora- ese hecho es investigado por el departamento anticorrupción de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc).

Ayer, María Galindo, representante del Colectivo Mujeres Creando, reveló que la cárcel de San Pedro es controlada por feminicidas y violadores. Indicó que Choque era el segundo hombre en manejar el penal que acoge a más de 2.500 reclusos.

“Este señor que ha salido,  Richard Choque, cuando llegó (al penal) era guardaespaldas de Limberth Pórcel, ¿quién era él? Era el delegado de (la sección) Pinos. Con todo ese privilegio ha empezado a conocer gente importante, entre ellos el gobernador, (funcionarios de) trabajo social y del área jurídica, además del médico. Incluso han tenido salidas prolongadas de 24 horas aprovechando esas coberturas de poder que tienen acá”, dijo un recluso del penal a Radio Deseo.

El privado de libertad relató que al igual que Choque, la  mayoría de los feminicidas y los violadores son miembros del consejo (directiva de la población penitenciaria) y no son más de 100. “El presidente del consejo es un treintón (que tiene 30 años de sentencia), el segundo es otro treintón feminicida y el tercero es también un treintón feminicida. ¿Quiénes son los delegados de las siete secciones? Siempre están a la cabeza los feminicidas, ¿por qué? Porque cobran entre 5.000 y 7.000 bolivianos a los violadores y feminicidas que entran a prisión;  a los que cometen robo agravado, 3.500, y cada año ingresan unos 150 internos”, dijo.

Aseguró que extorsionan a los 2.500 reclusos del penal de San Pedro. “Ellos se rehúsan a hacer rendición de cuentas. Tienen su gran pandilla de treintones, por eso no se puede pedir explicaciones o un  informe económico”.

Relató que los policías y el  gobernador de la cárcel conocen de estas irregularidades. “El gobernador es un pobre títere de estos maleantes, porque le dan plata”, aseguró.

Mientras se encontraba en la cárcel de San Pedro, Choque “tenía una celda que valía 4.500 dólares”, dijo el recluso, quien prefirió guardar su nombre para evitar amedrentamientos.

Hace dos semanas, la Policía detuvo a Choque por violación y extorsión a sus víctimas. Luego de ser aprehendido, el delincuente confesó que mató y enterró a dos adolescentes que desaparecieron el año pasado.

Se conoció -luego- que estaba en la cárcel por asesinar a una joven de 20 años, pero pese a tener una sentencia, consiguió la detención domiciliaria gracias al ahora exjuez Rafael Alcón.

Según el recluso, Choque extorsionaba a la gente del penal y en los 12 meses de su gestión “ya charló para salir con arresto domiciliario” porque es el modus operandi de todos los feminicidas y violadores que tienen sentencia de 30 años en la cárcel.

El lunes, Choque volvió a su casa para la reconstrucción de los casos y reveló que cuando mató a una de sus víctimas estaba ebrio. Según el fiscal departamental de La Paz, Williams Alave, “la mató porque pateó a su gato”.

Alave relató en radio Fides que Choque es consciente de los hechos y sabe que tiene el poder de la información.  Indicó que el delincuente pretende negociar con fiscales y policías. Aseguró que como las autoridades quieren esos datos,  intenta  manipularlos. “Es interesante la labor de los fiscales porque deben lidiar con ello”, dijo.

“Ayer (lunes), él refirió cómo acabó con la vida de las dos menores (de edad). Se da cuenta de todo lo que pasó, lo relata y al final afirma: ‘no me acuerdo, estaba borracho’.Al conocer todos los antecedentes y el relato, uno se da cuenta que estaba consciente de la comisión de todos estos hechos”, sostuvo.

Alave agregó que en el celular de Choque se identificó que extorsionaba a “más de 70 personas”. “Sabe que el Ministerio Público y la Policía están en busca de la información. Por ende, maneja y pretende negociar. Esa es su forma de ser. Incluso pidió que le llevemos un gatito a las celdas de Chonchocoro”, dijo.

 

Choque tenía
una celda que
valía 4.500 dólares.