‘Cuando el dinero manda’, informe demoledor de AI contra las farmacéuticas


Para Amnistía Internacional, las empresas farmacéutcias no se han mostrado a la altura de la histórica crisis mundial de salud y derechos humanos. La ONG les acusa de ‘monopolizar la tecnología’, ‘oponerse a compartir la propiedad intelectual’, ‘facturar vacunas a precios elevados’ y ‘no venderlas a países pobres’. Sólo el 4% de las personas que viven en países con ingresos limitados había recibido una pauta completa de la vacuna a finales de 2021, según denuncia en su último informe.



«Al no garantizar un acceso igualitario a las vacunas, las empresas farmacéuticas han contribuido a la catastrófe de los derechos humanos en 2021», esa es la demoledora acusación de Amnistía Internacional en su informe ‘Cuando el dinero manda: La respuesta de las empresas farmacéuticas a la crisis de las vacunas contra el Covid-19’.

Los poderes públicos han invertido miles de millones de dólares en investigación para lograr las vacunas contra el Covid-19 pero las empresas que las han desarrollado han actuado en su beneficio, denuncia AI. «Estas empresas podrían haber sido las heroínas de 2021, en lugar de eso, le dieron la espalda a las pesonas que más necesitaban la vacuna y simplemente han continuado haciendo negocio como si nada, priorizando sus beneficios a los humanos», denuncia Rajat Khosla, director general de investigaciones en Amnistía Internacional.

En 2021, Pfzer/BioNTech y Moderna han proyectado uno beneficios de hasta 54.000 millones de dólares, recuerda la ONG, y tan sólo el 2% de sus vacunas han sido enviadas a países con ingresos bajos. Sinova y Sinopharm no han llegado ni al 2%, 0,5% y 1,5% respectivamente. Otras empresas como Johnson & Johnson y AstraZeneca han destinado el 50% de sus stocks a países pobres o con ingresos moderados, pero en gran medida fueron donaciones de países terceros. AI critica también que se nieguen a compartir la tecnología y la propiedad intelectural.

El año pasado se produjeron 10.000 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19, más que suficientes para alcanzar el objetivo del 40% de vacunación mundial fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero sólo el 4% de la población de los países con bajos ingresos la han recibido. «Si queremos que a mitades del 2022, el 70% de la población mundial esté vacunada, las empresas farmacéuticas deben dar prioridad a los países pobres», declaró Rajat Khosla.

Fuente: Radio Francia Internacional